La Autoridad Nacional Palestina (ANP) parece poder responder a la reticencia del gobierno de Israel a trabajar para la solución de dos estados y resolver el conflicto que mantienen desde hace más de 60 años.
La declaración del primer ministro palestino Salam Fayyad de crear un estado dentro de dos años, con o sin la aprobación de Israel, parece ganar fuerza.
"Estamos siendo totalmente transparentes al respecto. Actuamos en el marco del derecho internacional y de acuerdo con la hoja de ruta", dijo Fayyad a algunos periodistas reunidos en su despacho de Ramalah.
"Queremos poner fin a la ocupación y nos preparamos para convertirnos en un Estado, lo que es parte de nuestro deber en tanto que autoridad que representa a los palestinos", dijo Fayyad a IPS.
"Si la ocupación no termina en dos años, creemos que vamos a tener un caso fuerte y convincente ante la comunidad internacional. Los palestinos están hartos de negociaciones infinitas que no conducen a ningún lado", remarcó.
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"Finalmente, podríamos considerar la opción de recurrir al Consejo de Seguridad de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) como último paso", añadió.
"Hubo una confusión, exacerbada por versiones de prensa incorrectas", respondió el primer ministro Fayyad cuando IPS le pidió que explicara una declaración ambigua respecto de que la ANP pretendía proclamar un estado palestino independiente de forma unilateral a causa del actual estancamiento político.
"Lo que hacemos es tomar medidas saludables de forma unilateral para construir las instituciones del Estado a fin de que éste se convierta en una realidad política dentro de un marco internacional, que incluye a Israel", explicó Fayyad.
"Es mejor para todos los involucrados, los palestinos, Israel y la comunidad internacional que la solución de dos estados sea una realidad", remarcó.
La ONU expresó su apoyo a la iniciativa de la ANP.
La preocupación de la Unión Europea (UE) por el estancamiento de las negociaciones de paz llevó a Suecia, que encabeza la presidencia rotativa del bloque de 27 países, a redactar un documento en el que declara que reconocería una proclamación unilateral de un Estado palestino.
El documento fue redactado después de la oferta de Israel de imponer una moratoria de 10 meses sobre la construcción de algunos asentamientos ilegales en Cisjordania, tras varios meses de presiones internacionales.
Los palestinos consideraron que la medida es demasiado escasa y llegó demasiado tarde, lo que llevó a Fayyad a seguir con sus planes de independencia.
"Tenemos un problema muy grave nada más que con la detención temporal de la construcción de los asentamientos en Cisjordania, en tanto sigue en Jerusalén oriental", señaló Fayyad.
"Por qué es tan difícil para Israel encarar una resolución real a la conflagración y aceptar sus responsabilidades tal y como fueron definidas por la legislación internacional, del mismo modo que debieron hacerlo los palestinos", preguntó Fayyad.
La decisión de congelar temporalmente la construcción ilegal en los asentamientos tiene varias excepciones. Además de sólo ser una pausa en la expropiación de las tierras de los palestinos, la medida no se aplica a sinagogas ni a escuelas ni a otras edificaciones públicas de las colonias israelíes.
Se terminarán de edificar 2.500 unidades residenciales y 492 apartamentos nuevos. El gobierno israelí también anunció el mes pasado la construcción de 900 viviendas en el asentamiento de Gilo, pese a las duras críticas de Estados Unidos.
Además, algunas partes de Cisjordania, como las colonias de Talpiot oriental, Gilo y Ramat Eshkol, fueron incorporadas, en contra de la legislación internacional, a los límites municipales de Jerusalén, pues Israel pretende que la disputada ciudad no se divida y que tenga mayoría de judíos. Las construcciones en esos asentamientos van a continuar.
En Jerusalén continuará la limpieza étnica pues cada vez son más los palestinos desalojados para dejar lugar a los residentes judíos.
La municipalidad, además, seguirá restringiendo los permisos de construcción a los palestnos, pese a la escasez crónica de vivienda.
Las casas de los palestinos construidas sin permisos van a ser demolidas porque las de los judíos se fomentan políticamente y reciben incentivos económicos.
El fiscal general de Israel, Menachem Mazuz, dijo al gabinete de seguridad que iba a ser problemático controlar la suspensión de las construcciones en los asentamientos de Cisjordania porque no hay suficientes inspectores.
Tal como habían pronosticado los analistas, el martes hubo enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad israelíes, el gobierno y los colonos, que bloquearon rutas cisjordanas para evitar que los funcionarios ingresaran a los asentamientos a supervisar la situación.
Fayyad confirmó que, además de los problemas con los israelíes, la relación entre los partidos palestinos no da para ser muy optimistas y remarcó que las próximas semanas serán muy importantes.
Un posible intercambio de prisioneros entre Israel y Hamás en breve lapso podría darle crédito al Movimiento de Resistencia Islámica a expensas de la ya debilitada ANP.
Muchos palestinos alegan que tener un prisionero israelí hizo más por la causa palestina que las décadas de conversaciones con Israel, en alusión al soldado Guilad Shalit, secuestrado por Hamás el 25 de junio de 2006.
"Esperamos que el intercambio de prisioneros siga adelante. Será un hecho espectacular y recibirá mucha publicidad. Por otro lado, nuestra opción de construir un estado no es tan espectacular, pero creemos que la idea gana apoyo popular", indicó el primer ministro palestino.
Fayyad admitió que la división geográfica y política entre el partido Fatah, del presidente de la ANP, Mahmoud Abbas, y Hamás complicó la causa palestina y también confirmó que la posibilidad de que las elecciones previstas para enero se lleven adelante era casi nula por las diferencias internas.