ESTADOS UNIDOS: Rechazo popular a intervenciones en el exterior

La mayoría de los estadounidenses creen que su gobierno «debe dejar que otros países se las arreglen por sí solos», reveló una encuesta en este país pocos días después de que el presidente Barack Obama anunció el envío de 30.000 soldados más a la guerra en Afganistán.

Hay que remontarse 40 años a la guerra de Vietnam para encontrar una defensa tan fuerte del aislacionismo y el unilateralismo en Estados Unidos, concluyó la encuesta sobre actitudes en política exterior, realizada cada cuatro años y divulgada el jueves por el centro de investigación de la opinión pública Pew Research Center for the People and the Press, con sede en Washington.

Por primera vez desde 1964, 49 por ciento de los encuestados dijeron que Washington "debe ocuparse de sus cosas en el plano internacional y dejar que otros países se las arreglen como puedan por sí solos". Esa cifra representó un fuerte incremento frente al 28 por ciento de hace cuatro años.

Asimismo, 44 por ciento de los 2.000 encuestados estuvieron de acuerdo con que los estadounidenses "debemos transitar nuestro propio camino en asuntos internacionales, sin preocuparnos mucho si otros países coinciden con nosotros o no".

Aunque 51 por ciento discrepó con la propuesta, el 44 por ciento que sí la apoyó fue el más elevado en los últimos 45 años, y mucho mayor que el 28 por ciento de 2005.
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"Vemos un salto extraordinario en las posturas aislacionistas y unilateralistas", dijo el director del centro Pew, Andrew Kohout, quien recordó que este tipo de opiniones recibía tradicionalmente el apoyo de 25 por ciento de la población desde mediados de los años 60.

Kohout atribuyó el incremento a la lentitud en la recuperación económica del país y a la aprensión del público por las guerras en Iraq y Afganistán, así como a la creciente preocupación por la vulnerabilidad de Estados Unidos frente al terrorismo.

La encuesta, co-auspiciada por el influyente Council on Foreign Relations (CFR), una institución de Washington dedicada a la investigación de la política exterior, también reveló la fuerte caída en la opinión publica sobre la importancia de Estados Unidos como líder mundial, especialmente en comparación con cinco años atrás, luego de la invasión a Iraq en 2003.

En una encuesta de 2004, 45 por ciento de los encuestados – una cifra récord desde que la pregunta comenzara a plantearse en 1974 – dijo que Estados Unidos era "más importante" como líder mundial que 20 años antes, y sólo 20 por ciento respondió que era "menos importante".

A fines de octubre y principios de noviembre, cuando se realizó la última encuesta, las cifras prácticamente se revirtieron, ya que 41 por ciento dijo que la importancia de Washington había menguado, y sólo 25 por ciento opinaba lo contrario.

La última encuesta también halló fuertes diferencias entre las opiniones sobre política exterior del público en general y los círculos influyentes en materia de relaciones internacionales, representados por los casi 650 integrantes del Council on Foreign Relations (CFR), que también fueron entrevistados.

Una proporción mayor de "influyentes" apoya un papel de liderazgo más impositivo de parte de Washington en materia exterior que el público en general.

Los influyentes también están más inclinados a apoyar el incremento de tropas en Afganistán, a considerar la inestabilidad de Pakistán como una amenaza importante para Estados Unidos, y a ver la consolidación de China como potencia mundial de manera positiva. A la vez, tienden a respaldar menos la acción militar para evitar que Irán adquiera armas nucleares.

Sin embargo, en otras prioridades más generales, la encuesta encontró enormes brechas entre el público en general y el círculo de los influyentes.

La "protección de los empleos" es una "prioridad principal" de las políticas de estado para 85 por ciento del público, frente a sólo 21 por ciento que opina lo mismo entre los círculos de poder. El público también dio mayor prioridad a reducir la inmigración ilegal y al combate del narcotráfico que los influyentes.

"Parte de lo que vemos es una respuesta divergente a la globalización", aseguró Charles Kupchan, experto en política exterior de CFR y profesor de la Universidad de Georgetown en Washington.

"Las élites de la política exterior observan un mundo interdependiente y dicen que la única forma para que Estados Unidos prospere en el mundo es relacionarse con otros", dijo.

"Pero para muchos estadounidenses la globalización genera la respuesta contraria… la interdependencia causa desempleo porque los empleos se trasladan al exterior, y que estamos inmersos en conflictos difíciles sin una luz al final del túnel. Entonces, ¿por qué no atendemos a lo nuestro?", comentó Kupchan.

Hubo 76 por ciento de respuestas afirmativas ante la propuesta "no debemos pensar tanto en términos internacionales sino concentrarnos más en nuestros problemas nacionales y fomentar nuestra fuerza y prosperidad aquí en casa".

Eso fue superior al 73 por ciento que tomó esa postura a fines de la guerra de Vietnam y cercano al récord en 45 años de 79 por ciento a principios de los años 90, cuando acababa la guerra fría.

"El público no está entusiasmado con la participación en el extranjero", dijo James Lindsay, director de estudios de CFR, quien advirtió que las opiniones expresadas en la encuesta pueden ser un serio obstáculo para la postura internacionalista del gobierno de Obama.

"Las épocas de dificultades económicas giran la atención del público hacia adentro", afirmó.

"El presidente navega contra vientos fuertes… en el tema específico de Afganistán, pero también en la política exterior en general", agregó. Tanto los influyentes como el público encuestado se mostraron descreídos ante la posibilidad de que Estados Unidos tenga éxito en Afganistán.

El propio Obama señaló esta semana cuando anunció el envío de 30.000 soldados adicionales a ese país de Asia central que su decisión representa un riesgo político "precisamente porque el pueblo estadounidense está concentrado, y con razón, a la reconstrucción de Estados Unidos".

Washington debe mantener su posición como única superpotencia militar mundial cree 57 por ciento del público y 49 por ciento de los influyentes.

Pero casi la mitad de quienes toman esa postura en cada grupo dicen que Estados Unidos no debe intentarlo si arriesga el distanciamiento de aliados claves.

Sólo 51 por ciento de los encuestados piensan que Washington debe "cooperar plenamente con las Naciones Unidas", el nivel más bajo desde fines de la guerra de Vietnam en 1975 y menor al 67 por ciento en 2002, luego de que fuerzas lideradas por Estados Unidos expulsaran del poder en Afganistán al movimiento islamista Talibán.

En cuanto a China, sólo 21 por ciento de los influyentes consideran que Beijing es una "amenaza importante" para Estados Unidos, frente a 38 por ciento en 2001. Por el contrario, 53 por ciento del público en general lo considera un riesgo, un poco más que el 51 por ciento de hace ocho años.

Entre los influyentes, la percepción de que China será un aliado cada vez más importante también creció de manera constante, de 31 por ciento en 2005 a 58 por ciento en la actualidad.

India es considerada en ese sentido por 55 por ciento de los influyentes, frente al 43 por ciento en 2005, mientras 37 por ciento considera a Brasil como un aliado clave en el futuro, ante el 17 por ciento de hace cuatro años. Esto sucede en gran medida a costa de Japón y Gran Bretaña, cuya importancia como aliados de Washington es vista como menguante.

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