CAMBIO CLIMÁTICO-BOLIVIA: En la COP-15 «no hay democracia»

«¿Quién resolvió que 30 países escogidos a dedo pueden decidir por 192? Este proceso me llama mucho la atención porque le falta democracia», dijo a IPS Angélica Navarro, jefa de la delegación boliviana en la 15 Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP-15).

Delegación boliviana en la COP-15 Crédito: Raúl Pierri/IPS
Delegación boliviana en la COP-15 Crédito: Raúl Pierri/IPS

La negociadora jefa del Estado Plurinacional de Bolivia se refería a la forma en que se llevan a cabo las conversaciones para alcanzar un nuevo pacto climático en la conferencia iniciada el lunes en Copenhague.

Bolivia denunció este miércoles un intento de los países ricos de controlar el resultado de las negociaciones y la «falta de transparencia» en las gestiones, a la vez que llamó a reconocer y respetar «los derechos de la Madre Tierra».

Navarro expresó especial preocupación por el borrador de un acuerdo elaborado por la delegación de Dinamarca y que se filtró a la prensa esta semana.

En la Conferencia sobre Cambio Climático, que se lleva a cabo hasta el 18 de este mes en la capital danesa, países en desarrollo criticaron la propuesta señalando que favorece la postura de Estados Unidos y transfiere al Sur obligaciones de recortar sus emisiones de gases invernadero.
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También temen un intento de marginar a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) del proceso negociador.

«Me preocupa sobremanera por dos razones. Primero, ¿quién resolvió que 30 países escogidos a dedo pueden decidir por 190? Este es un proceso que me llama mucho la atención porque es falta de democracia, de participación, de inclusividad, de transparencia, y es algo a lo que no estamos acostumbrados de nuestros amigos europeos. Por eso les queremos decir que vuelvan al camino democrático», dijo Navarro a IPS.

«También tenemos mucha preocupación por el contenido, pues habla de un solo nuevo acuerdo. ¿Qué pasa con el Protocolo de Kyoto. ¿Lo quieren matar? Y segundo, ¿este acuerdo tiene nuevas obligaciones en financiamiento, mitigación y adaptación para los países en desarrollo? Es decir, ¿tenemos que pagar por el daño que ellos causaron?», añadió.

El Protocolo de Kyoto, cuya primera fase de compromisos termina en 2012, no incluye obligaciones de recortes de gases invernadero para el Sur. Estados Unidos promueve otro marco en el que se distribuyan responsabilidades en la reducción de emisiones, y se resiste a un tratado de carácter vinculante.

Los países que conforman la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) sostuvieron este miércoles en una declaración que el Norte debe asumir los costos del cambio climático, ofreciendo significativos recortes de emisiones y colaborando con financiamiento y tecnología para la mitigación y adaptación en el Sur.

El ALBA está conformado por Antigua y Barbuda, Bolivia, Cuba, Dominica, Ecuador, Honduras, Nicaragua, San Vicente y Granadinas y Venezuela.

«Los países desarrollados, al haber sobre-consumido el espacio atmosférico y al haber emitido más de dos terceras partes de las emisiones, tienen una deuda climática con los países en desarrollo», dijo Navarro a TerraViva.

«Esto puede ser pagado de dos maneras: la primera es a través de reducciones internas sustanciales y la segunda es… con financiamiento adecuado y tecnología. No con las cifras que están poniendo en la mesa de negociaciones en este momento», afirmó.

«Lo que nos preocupa es que las ambiciones están demasiado bajas. Las cifras que están poniendo son tan bajas que no alcanzaría realmente para combatir el cambio climático», añadió.

Mientras, el embajador de Bolivia ante la ONU, Solón Romero Orozca, subrayó en conferencia de prensa la importancia de reconocer los «derechos de la Madre Tierra».

El diplomático, acompañado de dos representantes de los pueblos indígenas, sostuvo que el mundo debe reconocer que la Tierra está siendo «esclavizada».

Romero Orozca exigió metas más ambiciosas, como poner un límite al aumento de la temperatura media global de entre uno y 1,5 grados centígrados, y no de dos grados, como se maneja en las conversaciones.

«Si decimos que nuestra meta debe ser dos grados y (hasta) 450 partes por millón (de partículas de dióxido de carbono en la atmósfera), eso para África significa más que dos grados, significa que se viene una catástrofe», sostuvo.

«¡Hayaya Pachamama!» (Por la vida de la Madre Tierra, en quechua), exclamaron los delegados bolivianos al poner fin a la rueda de prensa.

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