El conductor de la comisión de la ONU a cargo de investigar la guerra sufrida por Gaza en diciembre y enero negó que sus recomendaciones puedan herir de muerte al proceso de paz en Medio Oriente, como asegura el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu.
"Por más que pienso en eso, no entiendo los motivos" de la advertencia de Netanyahu, dijo Richard Goldstone, ex miembro de la Corte Constitucional de Sudáfrica y ex jefe de fiscales de los tribunales internacionales para juzgar crímenes de guerra y actos de genocidio en Ruanda y en la antigua Yugoslavia. Además, es judío y se define como sionista.
"Sin alguna forma de sinceramiento no podrá haber una paz duradera", agregó el jurista, recordando la experiencia de los países en los que actuó como magistrado. Goldstone realizó esas declaraciones ante los periodistas reunidos este jueves en el Club Nacional de la Prensa.
"El sinceramiento y el reconocimiento (del sufrimiento) de las víctimas puede ser de gran ayuda a la paz", añadió el jurista, cuyo informe recomienda el pase del informe a la Corte Penal Internacional contra crímenes de guerra y actos de genocidio para que determine eventuales acusaciones.
Se prevé que el Consejo de Derechos Humanos de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), que se encuentra sesionando en Ginebra, decida este viernes a qué organismo del foro mundial deriva el caso.
[related_articles]
Netanyahu advirtió que cualquier acción que le dé andamiento a las recomendaciones de Goldstone "le propinará un golpe fatal al proceso de paz, porque Israel no podrá tomar pasos adicionales y asumir riesgos por la pacificación si se desconoce su derecho a la defensa propia".
Pero Goldstone replicó: "El primer ministro (israelí) es un político, y sus declaraciones son de carácter político. Creo que se equivocó sobre la naturaleza de la comisión, que no tenía la misión de analizar el derecho a la defensa propia sino la manera en que se usó la fuerza."
La denominada Operación Plomo Fundido contra Gaza ocasionó en los 22 días que duró la muerte de 1.444 palestinos y 13 israelíes.
Goldstone también manifestó este jueves su desilusión con la respuesta de Estados Unidos a su informe. El gobierno de Barack Obama anunció que se opondrá a que el Consejo de Seguridad de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) derive las recomendaciones del informe a la Corte Penal Internacional (CPI) para que, eventualmente, se acuse a los responsables allí señalados.
El miércoles, la secretaria de Estado (canciller) estadounidense Hillary Rodham Clinton dijo a la prensa en la sede neoyorquina de la ONU que su gobierno consideraba "parcial" el "mandato" de la comisión y su informe.
"Por lo tanto, creemos que la sede apropiada dentro del sistema internacional" para tratar las recomendaciones del informe Goldstone "es el Consejo de Derechos Humanos" de la ONU, con sede en Ginebra, dijo. A Washington, las recomendaciones le ocasionan "gran preocupación", agregó Clinton.
Entre las sugerencias de la comisión figura elevar el asunto al Consejo de Seguridad si Israel y las autoridades de Gaza, territorio palestino controlado por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) no investigan seriamente sus respectivas responsabilidades en los crímenes de guerra documentados en el informe.
"El regreso del mandato original" de la comisión Goldstone a la Comisión de Derechos Humanos —el mismo cuerpo que la creó y designó— "es tedioso e inepto", dijo el jurista sudafricano.
El ex magistrado recordó que había condicionado su participación en la tarea a que el mandato delineado originalmente por la Comisión de Derechos Humanos (limitado exclusivamente a las acciones militares israelíes) se ampliara a la investigación de crímenes de guerra cometidos por ambos bandos en pugna.
Goldstone también se quejó de que Washington "no dio detalles" que fundamentaran la acusación de que el informe era "parcial".
Los comentarios de Clinton y Goldstone se conocen mientras la Comisión de Derechos Humanos se apresta a deliberar en Ginebra sobre el destino del informe de 572 páginas, elevado el 15 de septiembre al Consejo de Seguridad y al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.
El estudio, que enumera evidencias de la comisión de crímenes de guerra a manos de israelíes y palestinos, ha sido repetida y vehementemente desacreditado por el gobierno de Netanyahu y por importantes organizaciones judías estadounidenses.
Según el informe, la campaña militar israelí fue "un ataque deliberadamente desproporcionado, diseñado para castigar, humillar y aterrar a la población civil, para disminuir radicalmente su capacidad económica tanto de trabajar como de sustento, y para imponer una creciente sensación de dependencia y vulnerabilidad". También califica el prolongado bloqueo económico impuesto por Israel contra Gaza de "castigo colectivo" contra la población. En ese sentido, menciona varios ataques contra objetivos civiles "injustificables" desde el punto de vista militar. El informe se basa sobre dos visitas a Gaza, casi 200 entrevistas y la revisión de miles de documentos, fotos y grabaciones de vídeo.
El gobierno de Israel se rehusó a cooperar con la comisión Goldstone y le negó el ingreso a su territorio, ni siquiera para contactar a víctimas de los cohetes disparados por milicias de Hamás desde Gaza, quienes debieron viajar a Ginebra a expensas del cuerpo para brindar su testimonio.
"Acepté" presidir la comisión "creyendo que Israel cooperaría", pero ésa "fue una esperanza ingenua", dijo el jurista sudafricano este jueves.
El gobierno de Israel lanzó una dura campaña contra el informe. El presidente Shimon Peres, premio Nobel de la Paz, lo calificó de "parodia de la historia" que no "distingue entre el agresor y un estado que ejerce su derecho a la defensa propia".
Pero la presencia de Goldstone en la comisión dificulta esos ataques. Además de ser uno de los juristas más reconocidos del mundo, el ex magistrado sudafricano es judío y sionista. Su hija vive en Israel y él mismo es directivo de la Universidad Hebrea de Jerusalén.
Pero no por eso ha ejercido una defensa tímida del informe y de sus recomendaciones.