ISRAEL-PALESTINA: Una calma en la que nadie cree

En la franja de poco más de 1,5 kilómetros que separa el cruce fronterizo israelí de Erez en el norte de este territorio palestino impera una calma alucinante.

Las montañas de escombros, metales retorcidos y cráteres que dejó la Operación Plomo Fundido lanzada por Israel entre el 27 de diciembre y el 19 de enero, recuerdan que la guerra sigue siendo una posibilidad.

La ofensiva israelí contra Hamás (acrónimo árabe de Movimiento de Resistencia Islámica), que controla la franja de Gaza desde junio de 2007, incluyó artillería pesada, bombardeos aéreos y varias incursiones de fuerzas terrestres. Hubo 1.400 muertos y más de 5.000 heridos, buena parte de ellos civiles.

Las calles de esta ciudad están tranquilas, limpias y casi siempre desiertas durante el día, con muy pocos peatones y vehículos, en parte por el sitio y el mes sagrado musulmán de Ramadán.

Pero ese clima se vio interrumpido la semana pasada cuando fuerzas israelíes invadieron el norte y centro de este territorio y se tirotearon con combatientes palestinos de diversos grupos insurgentes.
[related_articles]
Soldados israelíes arrasaron grandes porciones de tierras cultivables, dispararon contra agricultores palestinos y se llevaron a varios jóvenes detenidos, según fuentes locales.

Ese fue el mayor enfrentamiento entre combatientes palestinos y soldados israelíes desde el cese del fuego unilateral decretado en enero, lo que hace temer que pueda volver a ocurrir otro episodio similar.

El hecho fue seguido por un endurecimiento del ejército israelí, que divulgó una declaración que advierte que disparará contra todo palestino que trate de capturar a un soldado israelí.

Israel trata de garantizar la liberación de un soldado capturado por guerrilleros palestinos hace tres años.

El jefe del politburó de Hamás, Jaled Meshaal, exiliado en Damasco, redobló la apuesta el miércoles cuando se dirigió a los jóvenes del Partido del Congreso Nacional sudanés en Jartum.

El bloqueo israelí contra Gaza y el bombardeo continuo contra los túneles por donde ingresa contrabando a este territorio desde la península del Sinaí no impidieron a nuestra organización traer armas y municiones, declaró Meshaal.

El desarrollo de la actividad militar corre por un carril diferente a las negociaciones políticas y diplomáticos.

"Los israelíes tratan de provocar un ataque con disparos de cohetes para justificar otra invasión terrestre", indicó Ahmed Yusef, asesor político del líder de Hamás en este territorio, Ismail Haniya.

"Es por la discusión sobre el sitio contra Gaza que habrá el 23 de este mes entre europeos y estadounidenses, en el marco de las sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas" que comienzan este martes en Nueva York, dijo Yusef a IPS.

"Gran parte de la comunidad internacional se da cuenta de que la resolución del conflicto palestino-israelí debe incluir a Hamás porque formamos parte de la ecuación política. A los israelíes no les gusta nada eso", explicó.

El hecho será significativo porque estará presidido por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, señaló el analista Samir Awad, de la Universidad de Birzeit, vecina de Ramalah. La agenda incluye una discusión sobre el acuerdo de paz y la construcción de asentamientos ilegales.

Washington "ya no usa la frase trillada de ‘guerra contra el terrorismo’, lo indica un cambio de actitud de rusos, estadounidenses y europeos en relación con Medio Oriente y, en especial, con Hamás", indicó Awad.

"Hamás trata de sacar provecho político de la actitud más tolerante de Occidente hacia la resistencia y se muestra como una organización más moderada que comparte la misma agenda con respecto de ‘grupos terroristas’ más extremistas", añadió.

"Esa es una de las razones por las cuales Hamás invitó a la prensa a cubrir su campaña para mantener las calles de Gaza sin delincuencia ni disturbios políticos", remarcó Awad.

La semana pasada, fuerzas de seguridad de Hamás instalaron controles carreteros y revisaron vehículos tras varios ataques contra instituciones del gobierno de Gaza.

Se presume que los estallidos fueron en represalia a la brutal operación contra Jund Ansar Alá, una organización salafista con presuntos vínculos con la red extremista Al Qaeda, lanzada por Hamás en Rafah hace varias semanas, que dejó un saldo de 24 personas muertas.

Algunos partidarios del partido secular Fatah, encabezado por le presidente de la Autoridad Nacional Palestina, sostiene que Hamás pretende probar a la comunidad internacional que controla la situación y que al igual que, al igual que Occidente, no tolerará ataques de extremistas.

Al mismo tiempo, hay indicios de que las próximas conversaciones entre representantes de Hamás y Fatah, a realizarse en El Cairo en octubre, podrán tener un resultado más positivo que en anteriores oportunidades.

"Mediadores egipcios presentaron a ambas partes documentos que detallan los pasos que debe dar cada agrupación. Esta vez su aporte fue más sustantivo", indicó Awad a IPS.

El plan de Egipto prevé un acuerdo de reconciliación y la celebración de elecciones legislativas y presidenciales simultáneas a principios de 2010.

Las elecciones combinarán la representación proporcional y por distrito electoral. Pero Hamás y Fatah todavía no se ponen de acuerdo sobre el grado de cada uno. El primero aspira a una combinación y de 50 por ciento, mientras el segundo quiere una relación de 75 por ciento y 25 por ciento de escaños para cada sistema.

"El gobierno de Hamás no pudo satisfacer las necesidades básicas de los residentes de Gaza, lo que le hace perder popularidad", señaló Awad.

"La destrucción causada por Israel en el último ataque y el resurgimiento de Fatah después de su congreso en Belén también acentuaron su vulnerabilidad", añadió.

"Los dos partidos se dieron cuenta de que necesitan estar unidos. Sus diferencias permanentes sólo sirven a los intereses israelíes", dijo Yusef a IPS.

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe