IRÁN: Nuevas acusaciones en vísperas del diálogo nuclear

Al acusar a Irán de construir una central nuclear subterránea para enriquecer uranio en secreto, Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia elevaron la tensión pocos días antes de una reunión programada entre representantes de esos países, Alemania, China y Rusia.

La denuncia pública fue formulada por el presidente estadounidense Barack Obama este viernes, en una conferencia de prensa no programada en ocasión de la cumbre del Grupo de los 20 (G-20) en Pittsburg, Estados Unidos.

Se prevé que estas novedades impulsen las presiones de Israel y de "halcones" estadounidenses hacia la adopción de nuevas sanciones contra Irán, a pesar de que el gobierno de Obama participará en el diálogo formal fijado para el 1 de octubre.

"Estados Unidos y otros países deben imponer de inmediato sanciones catastróficas al régimen iraní, incluido el corte de las importaciones de gasolina", dijo la representante Iliana Ros-Lehtinen, integrante del Comité de Asuntos Internacionales de la Cámara de Representantes y del opositor Partido Republicano. Irán tiene grandes reservas de petróleo pero carece de capacidad de refinación para abastecer su mercado interno.

"El mundo no puede pararse a mirar cómo se convierte en realidad la pesadilla de un Irán con armas nucleares", agregó la legisladora.
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Por su parte, el presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, John Kerry, del gobernante Partido Demócrata, dejó de lado su habitual moderación para proponer "sanciones internacionales más robustas" que "complementen el diálogo" en ciernes.

Teherán negó haber engañado a la comunidad internacional respecto de su nuevo reactor, construido cerca de la ciudad de Qum, similar al de Natanz, el cual ha sido objeto de inspecciones de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) desde que se conoció su existencia en 2002.

El régimen iraní aseguró haber enviado el día 21 una carta a la AIEA para informarle de lo que denominó una "planta piloto de enriquecimiento".

Según fuentes del gobierno de Estados Unidos, Irán remitió la carta porque "se dio cuenta de que el secreto de la planta estaba en peligro".

"Si fuera asesor de Obama, definitivamente le recomendaría contenerse de declarar eso porque es un error", dijo a la revista estadounidense Time el presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad, entrevistado en Nueva York. El mandatario reiteró que su régimen cumplía plenamente con las reglas de la AIEA.

La oficina de prensa de la AIEA en Viena confirmó la recepción de la carta, en la que se indicaba que ningún material de carácter nuclear había sido trasladado a la nueva central.

El Acuerdo de Salvaguardias del Tratado de No Proliferación Nuclear obliga a los signatarios del convenio, como Irán, a anunciarle a la agencia la introducción de material atómico en sus instalaciones con 180 días de antelación.

Obama indicó que agencias occidentales de inteligencia han estado al tanto de la construcción de la planta durante "varios años", y que "su tamaño y configuración" son "inconsistentes con un programa pacífico" de desarrollo nuclear.

"La decisión iraní de construir otra instalación nuclear sin notificar a la AIEA representa un desafío directo al centro del régimen de no proliferación" de armas atómicas, una evaluación, sostuvo, con la cual está de acuerdo la canciller (jefa de gobierno) alemana Angela Merkel.

"Seguimos comprometidos en (alcanzar) un diálogo serio y significativo con Irán para atender la cuestión nuclear a través de las negociaciones P5+1", añadió Obama, en referencia a los seis interlocutores de Irán, los cinco miembros del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas y Alemania.

"Irán debe ir a la reunión preparado para cooperar plena y completamente con la AIEA en pasos concretos de creación de confianza y transparencia en su programa nuclear y para demostrar que está comprometido en reafirmar sus intenciones pacíficas mediante el diálogo significativo y acciones concretas", sentenció.

Un vocero del gobierno estadounidense indicó más tarde a periodistas que funcionarios de inteligencia de su país, de Francia y de Gran Bretaña informaron a la AIEA sobre la planta iraní el jueves. "Y la agencia, me complace decirlo, está siguiendo (el asunto) muy vigorosamente", añadió.

La AIEA reclamó a Irán "información específica y acceso a la instalación tan pronto como sea posible".

El funcionario estadounidense recordó que un protocolo adicional del Tratado, firmado entre Irán y la AIEA en 2003, obliga a "declarar las facilidades nucleares tan pronto como comienza su construcción", y aseguró que en este caso comenzó antes de marzo de 2007, cuando Teherán denunció unilateralmente el convenio.

Teherán afirma que el protocolo adicional, nunca ratificado por su parlamento, quedó sin efecto en octubre de 2005, cuando anunció que lo denunciaba. Fuentes diplomáticas citadas por la BBC este viernes afirmaron que las obras de construcción de la nueva planta comenzaron en 2006.

Obama no amenazó con nuevas sanciones contra Irán, pero el presidente francés Nicolas Sarkozy y el primer ministro británico Gordon Brown lo hicieron explícitamente.

"No podemos dejar que los líderes iraníes ganen tiempo mientras los motores están en funcionamiento", dijo Sarkozy en referencia a la negativa de Teherán a detener sus actividades de enriquecimiento de uranio en Natanz, como lo ordenó el Consejo de Seguridad de la ONU.

"Si para diciembre no hay un cambio profundo en el liderazgo iraní, deberemos tomar sanciones", advirtó.

"Ante el engaño en serie de tantos años, la comunidad internacional no tiene más alternativa que trazar una línea en la arena", sostuvo Brown. "Digo, en nombre de Gran Bretaña, que no dejaremos dormir este asunto. Estamos dispuestos a implementar nuevas sanciones."

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