Las nutrias de agua dulce de India, cuya piel tiene gran demanda comercial, están desapareciendo. Para eludir ese destino necesitan rápidamente un santuario, pero no parece haber ninguno a la vista.
La creación de un área protegida para estos animales amenazados se ha vuelto una cuestión escabrosa debido a la falta de voluntad política y de investigaciones, dijo Sanjeev Kumar, de la Sociedad Kenneth Anderson para la Naturaleza.
Las nutrias de agua dulce han sido diezmadas por cazadores furtivos en las planicies del norte de India. Las pocas que quedan se encuentran únicamente en el sur del país, particularmente en el estado de Tamil Nadu.
Un estudio de 2006 titulado "Contra la corriente", realizado por el investigador Kaushalya Shenoy, del no gubernamental Fondo para la Naturaleza de India, documentó 40 sitios del sur donde se han avistado nutrias de agua dulce.
Pero en el país quedan apenas un par de lugares donde estos animales pueden reproducirse y alimentarse en entornos seguros. El río Kaveri, que fluye a través del distrito de Krishnagiri, es uno de ellos.
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Un santuario de nutrias o de la naturaleza en general garantizará la conservación de estos ejemplares a largo plazo. Su hábitat ideal son los rocosos lechos de ríos y los ríos de corrientes rápidas, preferentemente en densos bosques.
Estas nutrias son mamíferos que habitan entornos fluviales, como los ríos que serpentean a través de los bosques. Pueden ser grises o marrones, con patas palmeadas, cola tupida y bigotes.
Se alimentan de peces y son consideradas una especie fundamental para estos ecosistemas, pues juegan un rol vital en la limpieza del lecho de los ríos.
Por lo tanto, la presencia de nutrias es una buena señal de la salud de un ecosistema fluvial o rivereño. "Al ser importantes depredadoras de los ecosistemas acuáticos, las nutrias moldean las comunidades de especies acuáticas, particularmente las de peces", dijo a IPS S.A Hussain, especialista en pantanos del gubernamental Instituto de la Naturaleza de India.
Al parecer, el gobierno de Tamil Nadu sólo atenderá a las especies en proceso acelerado de extinción si existen investigaciones que documenten el fenómeno. Y las nutrias no son las únicas que sufren esta falta de voluntad política.
"El mayor enemigo de los bosques es la falta de una documentación adecuada y minuciosa", dijo V. Ganeshan, funcionario de la división forestal del distrito de Krishnagiri, en el noroccidente de Tamil Nadu.
La demanda de la muy preciada piel de nutria es responsabilizada por la desaparición de numerosos especímenes desde los años 90. Según la Sociedad de Protección de la Naturaleza de India, en 2006 se confiscaron 766 pieles de estos mamíferos, objeto de comercio ilegal.
"Aunque las nutrias están ampliamente distribuidas y juegan un rol importante en el ecosistema de pantanos como especie carnívora, no se ha dedicado mucha atención a comprender su ecología", dijo Shenoy en su estudio.
Las nutrias de agua dulce en los ecosistemas de la cuenca del río Kaveri, en Tamil Nadu, comparten su hogar con una amplia gama de seres vivos.
Entre los mamíferos que habitan los bosques aledaños al río hay elefantes asiáticos, leopardos, gaúres, perros salvajes, osos perezosos y hienas rayadas, junto con una variedad de otros animales.
Otras 13 variedades de serpientes venenosas y no venenosas, entre ellas las de agua, así como lagartos monitor y cocodrilos, consideran su hogar a este entorno de bosques secos y árboles de hoja caduca.
El estudioso de los bosques Anthony Kariappa calculó que el río Kaveri alberga a alrededor de 700 cocodrilos.
Pese a la gran biodiversidad, los funcionarios de Tamil Nadu aún no se deciden a declarar al río como santuario de nutrias ni de la naturaleza en general.
Sin un estatus de "área protegida" para el hábitat de las nutrias, las amenazas al ecosistema se agravarán, a raíz de factores antropogénicos como la tala y el pastoreo.
Otros aspectos que perjudican el frágil ecosistema incluyen la ilegal pesca con explosivos y los asentamientos humanos que equivalen a 21.358,5 hectáreas de cercenamiento de bosques, que plagan la densa vegetación de Kaveri y por lo tanto amenazan a las nutrias.
El pastoreo y las consecuentes epizootias transmisibles, los incendios forestales inducidos por los seres humanos y la caza furtiva de mamíferos como el jabalí y el venado manchado también amenazan al ecosistema. La minería todavía no constituye una amenaza, pero es un potencial factor si los bosques siguen sin protección legal, dijo Ganeshan.
En ausencia de un santuario, las pocas nutrias de agua dulce que quedan están cada vez más amenazadas por los cazadores ilegales.
Las nutrias también son sensibles a los cambios ambientales, como la mala calidad del agua, la toxicidad en la cadena alimentaria acuática y la perturbación de los hábitat terrestres adyacentes a los cursos hídricos.
"A menudo se asocia la desaparición de las nutrias con, entre otras cosas, la degradación de los hábitat pantanosos", dijo Hussain en su informe, que aborda los hábitos de alimentación de estos mamíferos de piel suave y también su significado para las poblaciones de peces.
"Se cree que las especies de nutrias están decayendo, en buena medida debido a la destrucción de hábitat y a la reducción en la disponibilidad de las presas", agregó Hussain.