«Siento un escalofrío cuando muevo el dial y aparece «Nuestro Insólito Universo». No puedo despegarme, lo escucho y al final siempre aprendo algo», comenta a IPS Yajaira Vera, una contadora de 32 años que a diario se deja atrapar por un emblemático programa de la radiodifusión venezolana.
"Nuestro Insólito Universo", un micro que se transmite en la estación estatal Radio Nacional y en la privada Unión Radio, completa este agosto 40 años y 6.300 emisiones cautivando al público con relatos como los llamados "paranormales" o con el lado insólito de hechos mucho más conocidos.
"Cinco minutos recorriendo nuestro mundo sor-pren-den-te", deja oír la grave voz del locutor Porfirio Torres, prodigiosamente dotada para los matices dramáticos, y escuchas como Vera, desde niños hasta ancianos, se dejan atrapar para lo que resta del programa.
La azarosa vida del italiano Giordano Bruno o de la papisa Juana, vuelos en globo atribuidos a los incas, secretos de los zombis, el arca de Noé, historias del Titanic, crímenes pasionales, relatos sobre suicidas o sonámbulos, revelaciones del cosmos y, por supuesto, las apariciones de ovnis o huellas atribuidas a extraterrestres se exponen en los micros una y otra vez.
"Cuando empecé hace cuatro décadas quise hacer un programa como el que a mí me gustaría oír: corto, sustantivo, atractivo, animado y que tratase temas insólitos o el lado insólito de hechos o paisajes conocidos, pero con una intención pedagógica y sin animar supersticiones", dijo a IPS su creador, productor y redactor, Rafael Sylva Moreno.
A la edad de 83 años, Sylva Moreno, artista plástico, publicista, escritor y voraz lector, continúa produciendo los micros. Muchas de las nuevas emisiones reciclan viejos programas "porque hay escuchas de todas las edades, y los niños y jóvenes no conocen o quieren oír temas que ya trabajamos hace 15, 20 o 30 años".
Sylva Moreno "logró un programa de calidad destacada, condensado y con una música y dramatización a lo que se suma un activo que es la voz de Torres", comentó a IPS Ciro García, ex presidente de la Cámara Venezolana de Radiodifusión.
En los programas "no promovemos supersticiones al presentar por ejemplo un informe sobre la presencia de un plato volador por encima de una procesión, que supuestamente ocurrió en Chile, y aunque dramatizamos las circunstancias con apoyo sonoro adecuado siempre cerramos con una explicación científica o racional", subrayó Sylva Moreno.
El autor destacó que en sus programas no sólo muestra historias poco comunes sino lo insólito de la geografía, como el mar de los Sargazos, en el océano Atlántico, o la cumbre del Machu Picchu, en Perú, que visitó de joven y le impresionó profundamente.
Las fuentes de sus trabajos resultan ser sus lecturas, sus investigaciones desde hace una década esencialmente por Internet— y, lo que llama "fuente principal", los mensajes y propuestas que le hacen llegar sus oyentes, muchos en forma anónima.
"Durante 10 años, por ejemplo, recibí constantemente en mi oficina sobres con recortes de periódicos y revistas, debidamente traducidos, sobre hechos supuestamente sobrenaturales reportados en Rusia, Francia o Italia", evocó Sylva Moreno.
Entre esos escuchas-colaboradores "hay quienes se dejan ganar por lo que yo llamo mitologías urbanas, como afirmar que el hombre no llegó a la luna en 1969 y que lo presenciado fue un montaje de la agencia espacial estadounidense, o creyentes en religiones que abominan de apelar a la ciencia en algunos temas de salud", comentó el autor.
Como compensación, hay escuchas simplemente cautivados desde la casualidad, como ocurrió con el escritor portugués José Saramago, ganador en 1998 del premio Nobel de Literatura, fascinado con lo que oía mientras un automóvil oficial le transportaba por Caracas hace algunos años.
Caso aparte es el de escuchas de lejanos países como Otto Mayer, un canadiense profesor de idiomas que descubrió el programa vía Internet cuando estaba en India y lo emplea junto a colegas como material para la enseñanza de castellano.
Esas satisfacciones "son mayores que las económicas, aunque en verdad a veces hemos tenido buenos patrocinantes que nos han dejado ingresos, pero desde siempre le advertí a Torres: con este programa no nos haremos ricos", dijo Sylva Moreno.
Por cierto que, producto de la polarización política que se vive en Venezuela, Sylva Moreno y Torres tienen posiciones diferentes, "pero no peleamos, porque hemos sido amigos desde mucho antes de que apareciera el chavismo", comentó en referencia a la fuerza política que respalda al presidente de Venezuela, Hugo Chávez.
Sylva Moreno rehusó la idea de hacer una gran celebración por el 40 aniversario de su exitoso programa, porque "me parece que no es adecuado en esta época turbulenta en Venezuela, no es momento apropiado para brindis cuando acaban de cerrar 34 emisoras".
El gobierno de Chávez cerró, el 1 de agosto, 32 estaciones de radiodifusión y dos de televisión, privadas, incluidas varias de las más populares del país y algunas con línea editorial opositora, al encontrar inconsistencias en la papelería que exigió recibir en un plazo perentorio en julio.
Sylva Moreno, lúcido, aplomado, probablemente agregará muchos programas más a los 6.300 producidos hasta ahora. Confía en que, de la mano de sus hijos Victoria y Rafael, sus escuchas seguirán en vilo cuando al juguetear con el dial una música de suspenso les proporcione otros cinco minutos sorprendentes.