Doce turbinas eólicas gigantes se yerguen a más de 100 metros sobre el nivel del mar, unos 50 kilómetros al norte de la alemana isla de Borkum, cerca de la frontera con Holanda.
Dado que la velocidad promedio de los vientos es de 12 metros por segundo, cada turbina genera cinco megavatios de electricidad por año.
Juntas, esas turbinas, sobre el mar del Norte, pueden satisfacer la demanda de 50.000 personas en la pequeña ciudad nororiental alemana de Emden.
Unos 200 kilómetros al nororiente de Borkum, frente a la ciudad turística danesa de Blavand, 91 turbinas pueden generar 225 megavatios.
Estas plantas, que deberían quedar terminadas para fines de este año, se encuentran entre 17 proyectos de parques eólicos marinos autorizados por el gobierno alemán.
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Y es que apostar a la energía eólica marina es el próximo gran paso que Alemania tiene en vista para aumentar sus fuentes renovables.
La capacidad eólica de Alemania se ha cuadruplicado desde 2000, llegando a generar más de 24.000 megavatios. Así, este país se ha convertido en el mayor usuario europeo de energía creada a partir del viento.
"Mediante la implementación de estos dos proyectos eólicos marinos, a fin de año estará disponible una planta adicional de unos 300 megavatios", dijo a IPS Ulf Gerder, de la Asociación Alemana de Energía Eólica (BWE, por sus siglas en alemán)..
El uso de energía eólica aumenta rápidamente, según la Asociación Europea de Energía Eólica (EWEA).
En 1997, la Comisión Europea (rama ejecutiva de la Unión Europea) se planteó como objetivo "generar 40.000 megavatios de energía eólica para 2010 en la UE. Ese objetivo se alcanzó en 2005, cinco años antes de lo previsto", señaló la EWEA en un estudio.
El presidente de la BWE, Hermann Albers, dijo a IPS que "el interés en la energía eólica está creciendo mundialmente, y por lo tanto también la demanda de sistemas, componentes y servicios para las plantas eólicas".
"El liderazgo internacional de la industria alemana de la energía eólica reditúa con exportaciones de alrededor de 80 por ciento. La industria genera crecimiento económico y empleo en Alemania, garantizando aproximadamente 100.000 puestos laborales directos e indirectos", agregó.
En 2008, las ganancias derivadas de los parques eólicos y sus componentes construidos en Alemania aumentaron casi 12 por ciento en relación a 2007, pasando de 7.600 millones a 8.500 millones de euros (de casi 10.900 millones de dólares a casi 12.170 millones de dólares.
Las exportaciones fueron responsables de 82 por ciento de esa suma.
En Europa, Alemania es el líder en el uso de energía generada a partir del viento, seguido por España. Sin embargo, es el quinto en términos de uso relativo. En este sentido, el país que encabeza la lista es Dinamarca, donde más de 22 por ciento de la energía total se genera en turbinas eólicas.
Dinamarca comenzó a aprovechar el viento a comienzos de los años 80, a raíz del temor mundial que suscitó la crisis petrolera de la década anterior. El gobierno también gravó el consumo eléctrico y concedió subsidios para mejorar la eficiencia energética, por ejemplo mediante un mejor aislamiento térmico de los edificios.
Como planteó el ex primer ministro de Dinamarca Anders Fogh Rasmussen (2001-2009), su país ha mostrado que "se puede reducir el uso de energía y las emisiones de carbono, y además lograr el crecimiento económico".
El hecho de que Dinamarca se fijara en las fuentes renovables "comenzó sin ninguna relación con el clima o el ambiente", sino que el objetivo principal era asegurar la independencia energética, explicó a IPS Svend Auken, ex líder del partido Social Demócrata y creador de las políticas ambientales de los años 90.
Sus políticas ayudaron a alimentar el crecimiento económico de Dinamarca, así como a fortalecer su independencia energética, y al mismo tiempo reducir 13,3 por ciento sus emisiones de gases de efecto invernadero, en comparación con los valores de 1990.
"Actualmente hay consenso nacional en cuanto a que Dinamarca debe continuar expandiendo la energía renovable", agregó Auken.
La EWEA estima que ese país tiene la mayor capacidad mundial en materia de energía eólica marina, con 409 megavatios.
"Gran Bretaña (con 404 megavatios) está en un segundo puesto muy cercano, tras haber instalado 100 megavatios en 2007", señaló la asociación.
Suecia instaló 110 megavatios en 2007, y Holanda e Irlanda también tienen parques eólicos marinos.
Para 2020, Alemania aspira a generar 45.000 megavatios a partir de turbinas eólicas instaladas en tierra, con un complemento de 10.000 megavatios obtenidos mediante parques marinos.
La energía eólica puede satisfacer 25 por ciento del consumo eléctrico alemán.
"Será importante que las condiciones marco se establezcan del modo correcto", dijo Albers, refiriéndose particularmente a los precios de la energía eólica fijados por el gobierno para compensar un aumento sustancial en los costos de producción.
Las mejoras en el sector eólico marino ya son visibles, y sus aranceles "se fijarán en 14 centavos por kilovatio/hora durante los primeros 12 años de operaciones", dijo Albers.
Sin embargo, es mucho más difícil llegar estas definiciones en relación a las turbinas de tierra, sostuvo.
"Los precios de las turbinas eólicas han aumentado —y no sólo en Alemania— entre 20 y 30 por ciento en relación a la capacidad. Esto se debe principalmente a que los precios de las materias primas son más elevados", explicó.