ALEMANIA: Falsa alarma terrorista

Un presunto plan terrorista contra bases militares de Estados Unidos en Alemania fue un complejo rompecabezas de manipulaciones de los servicios de inteligencia de varios países, alarmismo de los medios de comunicación y errores de la justicia, según analistas.

El 4 de septiembre de 2007, la policía alemana detuvo a tres jóvenes musulmanes en el poblado de Medebach-Oberschledor, 450 kilómetros al sudoeste de Berlín, con 730 kilogramos de peróxido de hidrógeno en su poder, suficientes para preparar 550 kilos de explosivos.

Los tres hombres, y un cuarto arrestado un año después en Turquía, pretendían detonar bombas en bases militares estadounidenses y otros sitios en Alemania, y matar "tantos soldados estadounidenses como fuera posible", según confesó uno de los acusados.

El grupo declaró ante la justicia que sus acciones eran una venganza por la guerra de Estados Unidos contra el "terrorismo islámico", y especialmente por los abusos contra musulmanes detenidos en la prisión que Washington mantiene en Guantánamo, Cuba.

Las autoridades y los medios alemanes pasaron a llamar a estos cuatro hombres como "el grupo de Sauerland", por la región donde fueron detenidos. Se aseguró que integraban la Unión Islámica Yihad, una presunta organización terrorista con sede en Uzbekistán.

Casi dos años después, el caso llega a la corte regional superior de Duesseldorf, 460 kilómetros al sudoeste de Berlín, y su conclusión está prevista para principios de 2010.

Pero los integrantes del grupo, supuestamente peligrosos, parecen ahora simplemente un puñado de jóvenes aventureros sin vínculo alguno con organizaciones terroristas islámicas internacionales.

"Ningún maligno jefe islámico en Pakistán u otro lugar influyó en el grupo", señaló Hans Leyendecker, uno de los principales periodistas de investigación de Alemania. "Sus integrantes son jóvenes tontos y de miras estrechas que odian a Estados Unidos".

Un quinto miembro, aún prófugo, sería un ciudadano turco conocido como Mevlut K, quien ahora aparece como informante de los servicios de inteligencia turcos (MIT, por su sigla en turco). Éste habría sido el ideólogo, según confesaron los demás integrantes del grupo de Sauerland.

"Sin Mevlut no habríamos podido avanzar tanto con los preparativos", declaró al tribunal Attila Selek, uno de los acusados. K habría conseguido 26 fusibles para las bombas, agregó, pero estos eran prácticamente inservibles. Salvo dos, el resto estaban demasiado húmedos para funcionar, indicó la policía alemana.

Fritz Gelowicz, otro integrante del grupo terrorista, dijo que los cuatro estaban informados de los vínculos de K con el MIT. "Sabíamos que Mevlut estaba relacionado con varios servicios secretos", afirmó ante el tribunal. "Pensamos que esos contactos nos beneficiaban".

Al parecer, K no ocultó sus vínculos con el servicio secreto turco. Al menos en una ocasión, K le dijo al grupo que los organismos de seguridad alemanes los estaban vigilando. "Después me dijo que esa información la robaba a los servicios secretos", relató Selek en la corte.

Aunque fueron advertidos de que la policía alemana estaba al tanto de sus acciones, los cuatro continuaron sus preparativos hasta que fueron detenidos.

Numerosas fuentes confirmaron que el servicio de inteligencia exterior alemán, el Bundesnachrichtendienst (BND), sabía en 2004 que Mevlut K trabajaba para el MIT. Ese año, dijeron las fuentes, el MIT propuso al BND que K se infiltrara en movimientos islámicos de Alemania. Pero la inteligencia alemana habría rechazado el plan turco.

A pesar de las confesiones sobre la participación de K, la justicia alemana no ordenó su captura hasta mucho después. Se cree que Mevlut K vive en Turquía.

Las autoridades alemanas recién emitieron una orden de captura internacional contra Mevlut K el 13 de agosto, varias semanas después de que se divulgaran las declaraciones del grupo de Sauerland.

El grupo podría haber sido un "artificio para hacer creer que una enorme amenaza terrorista" pendía sobre las bases militares de Estados Unidos en Alemania, aseguró Rene Hellig, comentarista del diario Neues Deutschland.

Para el ex embajador británico ante Uzbekistán, Craig Murray, es un caso falso armado por los servicios de seguridad uzbekos.

"Algunos cometen violencia motivados por una versión fanática de su fe", escribió Murray en su blog personal. "Lamentablemente, la abrumadora agresión del gobierno de Estados Unidos y la política de guerra de sus aliados permitieron que esa reacción fuera mucho más frecuente. Es posible que hayan planificado las explosiones. ¿La pregunta es quién está detrás de todo esto y por qué?"

Para Murray no existen pruebas de la existencia de la Unión Islámica Yihad, que presuntamente habría dirigido al grupo de Sauerland, salvo las aportadas por los servicios de seguridad uzbekos. "Por ejemplo, no se interceptaron comunicaciones entre los terroristas donde se refirieran a sí mismos como la Unión Islámica Yihad", agregó.

Los ataques planificados y que el gobierno de Uzbekistán atribuyó al grupo a partir de 2004 "en gran medida son falsos y casi seguramente la acción de los servicios de seguridad uzbekos, según mis investigaciones", sostuvo Murray.

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