Expertos en salud y científicos acusan a los países más ricos de abandonar el objetivo del acceso universal a la prevención, cuidados y tratamiento para el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), causante del sida.
"Debemos hacer responsables a los líderes del Grupo de los Ocho (países más poderosos, G-8) por no cumplir sus promesas", dijo Julio Montaner, presidente de la Sociedad Internacional de Sida, inaugurando la quinta Conferencia sobre Patogénesis, Diagnosis y Tratamiento, que comenzó el domingo y finalizará este miércoles en Ciudad del Cabo.
Los 5.000 participantes en esta reunión bienal, entre los que también figuran líderes comunitarios, analizan cómo los avances científicos pueden dar forma a la respuesta mundial contra el VIH y el sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida).
El sexto de los ocho grandes Objetivos de Desarrollo para el Milenio, aprobados en 2000 por los gobiernos en la Organización de las Naciones Unidas, se propone, entre otras cosas, "lograr, para 2010, el acceso universal al tratamiento del VIH/Sida de todas las personas que lo necesiten".
Sin embargo, Montaner, quien también es director del Centro de Columbia Británica para la Excelencia en VIH/Sida, se criticó a los países industrializados y más poderosos por no cumplir con ese compromiso.
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Un informe presentado el 13 de este mes por el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (Onusida) y la Fundación de la Familia Kaiser, dedicada a temas de salud, mostró que el año pasado se gastó más dinero en luchar contra este flagelo en los países de ingresos medios y bajos como nunca antes.
Según ese reporte, titulado "Financing the response to AIDS in low- and middle- income countries: International assistance from the G8, European Commission and other donor Governments in 2008" ("Financiamiento de la respuesta al sida en países de ingresos bajos y medios: Asistencia internacional del G-8, la Comisión Europea y otros gobiernos donantes en 2008"), de los 8.700 millones de dólares comprometidos, se desembolsaron efectivamente 7.700 millones.
Pero esta suma constituyó apenas la mitad de lo que Onusida estima necesario.
Se prevé que la crisis económica mundial en curso afectará de modo grave el financiamiento destinado a la salud.
Un informe del Banco Mundial titulado "Cómo evitar la crisis humana durante la contracción de la economía mundial: Opciones propuestas por la Red de Desarrollo Humano del Banco Mundial", pronosticó escasez de fármacos e interrupciones en los tratamientos.
Según el estudio, África oriental y austral serán las regiones que probablemente sufran más. Es en ambas donde la epidemia de VIH está en su peor momento, y donde los programas para combatirlo son los que más dependen de los donantes.
"Es probable que los servicios sociales sufran a medida que los gobiernos recorten el gasto, las divisas se devalúen y los donantes de asistencia externa queden bajo presión para mantener los niveles existentes de asistencia extranjera", señala en el informe Joy Phumaphi, vicepresidenta de desarrollo humano en el Banco Mundial.
"La recesión ha impactado como una bola de demolición en los logros de crecimiento y desarrollo de los países más pobres", graficó.
Según Montaner, en la cumbre del G-8, que se realizó del 8 al 10 de este mes en la central ciudad italiana de LAquila, se soslayó el tema del VIH/sida. Este grupo está integrado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia, Japón y Rusia.
"En 2009, las ocho economías más poderosas del mundo no incluyeron al VIH en su agenda de prioridades. Se fueron sin llegar a un informe de avances sobre el VIH, y ni siquiera renovaron su compromiso anterior para con el objetivo del acceso universal a la prevención, cuidados y tratamiento para el VIH para 2010. Esto es totalmente inaceptable", dijo.
La secretaria general de la Campaña de Acción por el Tratamiento, Vuyisaka Dubula, también desafió a los líderes del G-8 y a los gobiernos africanos a cumplir sus compromisos.
"Necesitamos asumir una responsabilidad mundial para la salud y el acceso universal ahora. Los países del G-8 comprometieron apoyo financiero para lograr el acceso universal para 2010. Ya incumplieron sus promesas y los estados africanos no están alcanzando sus objetivos", dijo.
"Sabemos que el mundo entero enfrenta desafíos económicos y queremos recordarles a los líderes mundiales que la salud no está en recesión, por lo tanto la recuperación económica debe incluir la recuperación de la salud", agregó.