Jair Gutiérrez tuvo suerte, pues logró pasar por Canadá en su viaje hacia Japón sin que le pidieran visa de ingreso. Pero esos tiempos comienzan a cambiar, y no para bien de los miles de mexicanos que anualmente pasan o llegan para quedarse en esa nación norteamericana.
A partir de este martes, los mexicanos que quieran ingresar en territorio canadiense tendrán que tramitar visa de turista o estudiante por una duración menor a seis meses.
El argumento del gobierno canadiense del primer ministro conservador Stephen Harper, que impuso la medida, es que las solicitudes de asilo político pedido por ciudadanos mexicanos han crecido de manera pronunciada.
"Además de crear retrasos significativos y nuevos costos en espiral en nuestro programa de refugiados, el volumen neto de estas solicitudes está socavando nuestra capacidad de ayudar a la gente que teme una persecución real", dijo el lunes el ministro canadiense de Inmigración, Jason Kenney.
La nueva política provocó el inmediato rechazo de la cancillería mexicana, que en un comunicado dijo que México "dará un seguimiento cercano a la implementación de la medida impuesta por Canadá, con la intención de que se realice de manera eficiente con respeto a los derechos de los mexicanos y con una reducida afectación a sus planes de viaje a ese país".
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En 2008, las autoridades canadienses recibieron 9.400 solicitudes de refugio político de personas procedentes de México, equivalentes a 24 por ciento del total, pasando al primer lugar en esta lista. Sin embargo, la Junta de Refugiados canadiense sólo aprobó 11 por ciento del total.
En 2007 la tasa de aceptación de mexicanos fue de 13 por ciento.
Para Isabel Studer, directora de Investigación de la Comisión para la Cooperación Laboral de América del Norte, la verdadera causa de esta situación yace en los problemas administrativos de la Agencia de Refugio e Inmigración.
En su informe 2009 del auditor general de Canadá, la ARI, fundada en 1989, tuvo un rezago importante para procesar las solicitudes de refugio. Un peticionario puede esperar unos dos años para recibir una notificación final, lapso en el cual recibe servicios sociales, legales, educativos y de salud.
Muchos de los mexicanos que solicitan refugio huyen de la violencia de género, del narcotráfico o de las propias autoridades mexicanas por su labor con grupos vulnerables, como niños de la calle.
Pero también hay casos polémicos, como el del dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Napoleón Gómez, quien vive en Canadá con un permiso de trabajo desde 2006 mientras enfrenta en México una denuncia penal por el presunto desvío de 55 millones de dólares de un fideicomiso minero.
Este sindicalista pidió este mes un permiso de residencia permanente.
La embajada canadiense en México mostró este martes un fuerte movimiento a causa de la nueva disposición.
El gobierno canadiense estableció un periodo de 48 horas durante las cuales los cuales los viajeros mexicanos podrán estar en ese territorio sin documento migratorio.
Los candidatos a visado deberán demostrar que visitan Canadá de manera temporal, que no se quedarán en ese país más tiempo del permitido, que pueden cubrir sin problemas sus gastos de estadía y que no constituyen un riesgo para la seguridad de los ciudadanos locales.
La queja del gobierno canadiense es que muchas solicitudes no están plenamente justificadas. Además, acorde con la ley de Privacidad, el gobierno de México carece de acceso a la información presentada por los candidatos, especialmente lo referido a los motivos de la petición.
A criterio de Studer, el retraso en el procesamiento de las aplicaciones desaparecerá cuando la ARI aumente el personal a cargo de esos trámites.
México y Canadá, por su calidad de socios en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, del que también es parte Estados Unidos, tienen un fuerte intercambio comercial, artístico y laboral.
Canadá ejecuta un programa de trabajadores temporales que acoge anualmente a unos 22.000 mexicanos.
El otro país afectado por la decisión canadiense es República Checa, otro fuerte expulsor de población y como tal de peticionarios de asilo.