El líder de la red radical islámica Al Qaeda, Osama bin Laden, nunca ocultó sus intenciones de atacar objetivos de Estados Unidos en Arabia Saudita. En 1992, hizo su primera llamada a la «yihad» (lucha) contra la presencia militar occidental en tierras islámicas.
El 11 de julio de 1995, escribió una "carta abierta" al rey Fahd de Arabia Saudita defendiendo una campaña de guerrillas para expulsar a las fuerzas estadounidenses.
La organización inició sus operaciones ese mismo año. El 13 de noviembre de 1995, un coche bomba destruyó la Oficina del Administrador de Programas de la Guardia Nacional Saudita en Riyadh, matando a cinco aviadores estadounidenses e hiriendo a otros 34.
Cuatro combatientes islámicos detenidos por el atentado, que pelearon en la Guerra Soviético-Afgana en los años 70 y 80 y cuyas confesiones fueron transmitidas por la televisión saudita, dijeron haber sido inspirados por Bin Laden. Uno de ellos se refirió a un campamento en Afganistán vinculado con Al Qaeda.
"Fue una ambigua referencia a Bin Laden", dijo Dan Coleman, veterano agente del Buró Federal de Investigaciones (FBI).
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Inmediatamente después de que fueran anunciados los arrestos en abril, la embajada de Estados Unidos en Riyadh solicitó que el FBI pudiera interrogar a los sospechosos, pero los sauditas nunca respondieron el pedido, y el 31 de mayo, la sede diplomática fue informada apenas una hora y media antes de que los cuatro sospechosos serían decapitados.
Cuando estalló la bomba en las Torres Khobar el 25 de junio de 1996, Scott Erskine, agente a cargo de la investigación del atentado en Riyadh, estaba a punto de regresar a Estados Unidos tras otra frustrante reunión en la que funcionarios sauditas se negaban a dar información.
Cuando el entonces director del FBI, Louis Freeh, visitó Khoba pocos días después del atentado, le dijeron que no esperara más información sobre el ataque de Riaydh.
En lugar de insistir en que la administración de Bill Clinton (1993-2001) ejerciera más cooperación de los sauditas, Freeh decidió abandonar por completo la investigación sobre lo ocurrido en Riyadh.
El caso fue puesto en estatus de "inactivo", según dos ex funcionarios del FBI, lo que sugería que no se tomarían más acciones, aun cuando no estaba formalmente cerrado.
Bin Laden asumió públicamente su responsabilidad tanto en el atentado de Riyadh como en el de Khobar. En octubre de 1996, tras llamar nuevamente a los musulmanes a expulsar a los soldados estadounidenses de Arabia Saudita, el líder de Al Qaeda fue citado por el periódico palestino londinense Al Quds Al Arabi, señalando: "El ejército cruzado fue destrozado cuando hicimos estallar Khobar".
Y en una entrevista publicada en el mismo periódico el 28 de noviembre de 1996, le preguntaron por qué no hubo más ataques en la línea de la operación de Khobar. "Los militares están al tanto de que los preparativos para grandes operaciones requieren tiempo, a diferencia de los operativos pequeños", afirmó.
Luego vinculó los dos atentados en Arabia Saudita explícitamente como señales a Estados Unidos. "Pensábamos que las explosiones en Riyadh y en Khobar eran señal suficiente a los sensibles líderes de Estados Unidos para evitar una real batalla entre la nación islámica y las fuerzas estadounidenses, pero parece que no entendieron", afirmó Bin Laden.
Según Zoleman, uno de los principales investigadores del FBI sobre Al Qaeda, Bin Laden siempre se atribuye solamente las acciones terroristas que planifica personalmente.
Por ejemplo, Bin Laden nunca reivindicó explícitamente los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y Washington, y le dijo a su ex agente de negocios, devenido en informante del FBI, Jamal al Fadl, que no tenía nada que ver con esa operación, señaló Coleman.
Los atentados en Riyadh y en Khobar incluso tenían características comunes. Como señaló el jefe de la unidad de la Agencia Central Inteligencia (CIA) dedicada a investigar a Bin Laden, Michael Scheuer, en ambos casos, los vehículos se ubicaron de manera de no destruir todo el edificio.
Si el coche en Khobar hubiera sido estacionado en forma paralela a la valla de seguridad en vez de hacerlo de espaldas al edificio, explicó Scheuer, hubiera destruido toda la estructura. Lo mismo habría sucedido en Riyadh.
La unidad de la CIA obtuvo datos concretos de inteligencia sobre el papel de Bin Laden en la planificación del ataque en Khobar. A mediados de enero de 1996, el líder de Al Qaeda viajó a Doha, Qatar, donde discutió planes para una serie de ataques en el este de Arabia Saudita.
Bin Laden organizó el embarque de 20 toneladas de poderosos explosivos desde Polonia a Qatar, dos toneladas de las cuales serían enviadas a Arabia Saudita, señaló el informe.
Bin Laden específicamente se refirió a operaciones contra intereses estadounidenses en el triángulo formado por las ciudades de Dammam, Dhahran y Khobar en la Provincia Oriental, usando células sauditas de Al Qaeda, según la información de inteligencia.
Agentes del FBI rechazaron cualquier evidencia contra Bin Laden solamente por el hecho de que ya habían decidido que los sauditas chiitas detenidos eran los responsables.
David Williams, entonces agente del FBI a cargo de contraterrorismo, recordó que había leído informes de inteligencia sugiriendo la participación de Bin Laden en el atentado, pero señaló que lo hizo "con un ojo sospechoso".
Investigadores del FBI descartaron también la relevancia de la evidencia vinculando a Bin Laden con el atentado en Riyadh. Como explicó un funcionario de esa oficina a IPS, el atentado en Khobar fue completamente diferente al perpetrado en la capital saudita siete meses antes: el primero ocurrió en un área de la Provincia Oriental donde la oposición chiita era predominante y donde Al Qaeda no tenía una célula conocida.
Pero la propia Khobar era predominantemente sunita, no chiita, y el triángulo de las tres ciudades tenía gran población de veteranos de la Guerra Soviético-Afgana seguidores de Al Qaeda. Como el diario Al Quds Al Arabi informó en agosto de 1996, los seis combatientes que confesaron el atentado procedían de un área llamada Al Thoqba, cerca de Khobar.
Uno de ellos, Yusuf Al Ayayri, jefe de Al Qaeda en la península arábiga, era oriundo de Dammam y conocía muy bien la comunidad combatiente islámica en la zona, según el noruego Thomas Hegghammer, especialista en Al Qaeda.
El FBI y la CIA no sabían nada sobre la organización de Bin Laden en Arabia Saudita en parte porque eran completamente dependientes de la inteligencia de ese país. Un memorando de la CIA fechado el 1 de julio de 1996 señalaba que había "poca información" sobre el "lugar, tamaño, composición o actividades" de células terroristas en territorio saudita.
Entrevistas con funcionarios del FBI vinculados con la investigación dejaron claro que no estaban interesados en evidencia que vinculara a Bin Laden, pues entendían que su tarea estaba limitada a recibir información de las autoridades sauditas.
Williams dijo que no cuestionaba la versión saudita del complot de Khobar. "Comienzas a creerle a las personas que son tus interlocutores", dijo.
Consultado sobre la evidencia contra Bin Laden, otro funcionario del FBI con importante responsabilidad en la investigación dijo a IPS: "No me involucré en ese aspecto. No era mi trabajo".
(*Este es el cuarto artículo de una serie de cinco titulada "Las Torres Khobar investigadas: Cómo un engaño saudita protegió a Osama bin Laden". La serie es respaldada por el Fondo para el Periodismo de Investigación)