El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, propuso dedicar un dólar a la lucha contra el cambio climático por cada nueve destinados a defensa en 2010, según el estudio divulgado este martes por el Instituto de Estudios Políticos.
El actual gobierno le da más importancia al cambio climático que el de George W. Bush (2001-2009), cuando la proporción fue de un dólar para el cambio climático por cada 88 para defensa, según el informe "Military vs. Climate Security: Mapping the Shift from the Bush Years to the Obama Era" ("Defensa versus seguridad climática: De los años de Bush a la era de Obama").
El presidente estadounidense considera que el cambio climático representa una grave amenaza para la seguridad nacional e internacional. Pero le será difícil sostener la asignación de recursos para luchar contra ese problema ambiental porque la mayor parte del presupuesto está incluida en la Ley de Recuperación y Reinversión Estadounidense, aprobada en febrero de este año.
De hecho, 68.000 millones de los casi 79.000 millones de dólares destinados a combatir el cambio climático ya están en el paquete de estímulo, una asignación única para impulsar la economía tras la crisis financiera desatada en septiembre de 2008, señala el estudio.
El presupuesto básico para lidiar con el fenómeno ambiental en 2010 ascenderá a 10.600 millones de dólares, una cantidad ínfima respecto del asignado al Pentágono, 534.000 millones de dólares.
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Además, el presupuesto del Pentágono no contempla a las actuales guerras de Afganistán e Iraq, cuyo gasto se estima que superará los más de 150.000 millones de dólares.
"Obama consideró al cambio climático el desafío de nuestro tiempo y comenzó a destinar fondos para sustentar su retórica", indicó Miriam Pemberton, autora del informe del Instituto de Estudios Políticos, con sede en Washington.
"Pero va a ser difícil mantener los fondos para hacer frente al desafío ambiental por el déficit presupuestal en el que estamos inmersos", apuntó.
"Una forma importante de conseguir el dinero es reducir el gasto en insumos bélicos que no necesitamos para que la inversión en seguridad pueda ajustarse a la magnitud relativa de las amenazas que tenemos por delante", añadió Pemberton.
El gobierno de Obama debe hacer lo imposible por incorporar a los próximos presupuestos básicos los recursos necesarios a la lucha contra el cambio climático, como los previstos en el paquete de estímulo, a fin de poder afrontar los desafíos que supone ese fenómeno, señala el documento de 65 páginas, el último de varios estudios realizados por el Instituto de Estudios Políticos en los últimos siete años.
Las consecuencias del cambio climático preocupan a diversos sectores de este país. Hace dos años, varios generales y almirantes retirados realizaron el informe "National Security and the Threat of Climate Change" ("Seguridad nacional y la amenaza del cambio climático").
El estudio concluyó que las consecuencias del recalentamiento global van a originar conflictos internacionales por recursos vitales como el agua dulce, habrá disturbios y aparecerán comportamientos extremistas en los países, además de escasez de alimentos y migraciones masivas.
"El cambio climático multiplica los riesgos de inestabilidad en la mayoría de las regiones conflictivas", señala el informe castrense.
Dos grupos de estudio, el Centro de Estudios Internacionales y Estratégicos (CSIS, por sus siglas en inglés) y el Centro para una Nueva Seguridad Estadounidense (CNAS), divulgaron meses después "The Age of Consequences" ("La era de las consecuencias"), de 119 páginas.
El aumento de la temperatura y la elevación del nivel del mar causado por el recalentamiento planetario originarán migraciones masivas de "quizá miles de millones de personas" el próximo siglo si se cumplen algunos de los peores pronósticos científicos.
"El recalentamiento global puede desestabilizar al mundo", señaló el entonces presidente del CNAS, Kurt Campbell.
"Creo que ése será el asunto clave de nuestra época", remarcó el actual secretario de Estado adjunto para Asuntos de Asia Pacífico.
También el Consejo Nacional de Inteligencia divulgó poco después un informe especial en el que coincidió con el funesto análisis y concluyó que el cambio climático puede tener "graves consecuencias para la seguridad nacional" y "poner en riesgo la estabilidad interna de algunos países así como causar conflictos internos y, menos probable, entre estados, en especial por la mayor escasez de agua".
La Comisión de Relaciones Exteriores del Senado organizó su primera sesión sobre cambio climático y seguridad global la semana pasada. El senador del opositor Partido Republicano, Richard Lugar, advirtió de los efectos nefastos de no atender el problema.
"Las consecuencias del cambio climático incluyen mayor riesgo de sequías, hambrunas, enfermedades y migraciones masivas, todos posibles disparadores de conflictos", señaló.
"A fin de preparar a nuestras fuerzas militares para las futuras amenazas, debemos comprender la forma en que el cambio climático se convierte en una fuente de inestabilidad y origina una guerra", añadió Lugar.
El informe divulgado este martes por el Instituto de Estudios Políticos elogia a Obama por comprender la importancia del cambio climático y acortar la brecha entre el presupuesto militar y el ambiental.
La diferencia de 88 dólares para defensa por cada dólar destinado a la lucha contra el cambio climático, característica del gobierno de Bush, se pudo reducir a nueve por cada uno gracias al fondo adicional del paquete de estímulo. De no existir ese dinero, la proporción hubiera sido de 65 a uno.
"Si esa partida única no se integra al presupuesto de base", la brecha volverá a profundizarse, recuerda el informe.
Actualmente no hay un presupuesto básico para luchar contra el cambio climático, en especial porque el dinero está repartido en distintos ministerios, desde el Departamento de Estado (cancillería) hasta el de Transporte.
En 2010, Obama destinará 10.600 millones de dólares a la lucha contra el cambio climático, concluye el informe.
La brecha entre ambos presupuestos se reduce de forma significativa cuando se tiene en cuenta la asignación incluida en el paquete de estímulo.
Pero el gobierno invierte 20 veces más en investigación y desarrollo en tecnología militar que en fuentes de energía limpia.
El presupuesto de 2010 disminuye muy poco la brecha entre el gasto militar y el ambiental, pero si se consideran los 17.300 millones de dólares adicionales del paquete de estímulo para investigación y desarrollo en energía limpia, la diferencia entre el gasto de defensa y el climático pasa a ser de cuatro dólares por cada uno.
En 2008, Washington destinó 50 veces más recursos en dar armas a varios países que en asistir a los pobres en cuestiones de energías limpias y en sus programas de ayuda extranjera.
Obama propuso multiplicar por más de tres el fondo de ayuda extranjera en 2010 a fin de elevarlo a 717 millones de dólares, respecto de los 212 millones actuales.
La brecha entre gasto militar y climático se redujo de forma significativa, pero como el gobierno destinó casi 2.000 millones de dólares adicionales a programas de asistencia militar en el paquete de estímulo, socavó los esfuerzos que había hecho por corregir el desequilibrio.
Invertir en la lucha contra el cambio climático genera más puestos de trabajo que la industria bélica. Además, los ejércitos dependen de fondos públicos, en tanto las iniciativas ambientales fomentan la participación del sector privado.
Por último, invertir más en programas verdes que en defensa no necesariamente implica la pérdida de fuentes de trabajo en el sector de armamento porque la alta tecnología desarrollada en la industria militar puede transferirse fácilmente a iniciativas ambientales, según el informe.
* El blog de Jim Lobe sobre política exterior puede leerse en: (http://www.ips.org/blog/jimlobe/)
FIN/IPS/traen-vf/jl/ks/na ip if sp en kp fe/09)