El anonimato de los votantes en las elecciones de este domingo en Líbano podría verse amenazado por los defectos de una ley de 2008.
"La nueva ley es un desastre", dijo a IPS el coordinador para Beirut de la Asociación Libanesa para Elecciones Democráticas, Paul Sawaya. "Algunas de las reformas son buenas, pero todavía se deben adoptar muchas otras".
Los comicios de este domingo enfrentarán al gobierno pro-occidental con la oposición liderada por el movimiento chiita Hezbolá (Partido de Dios).
Las reformas aprobadas en 2008 establecen la forma de sufragio de la siguiente manera: los votantes deberán ingresar a cuartos privados, colocar sus papeletas en sobres oficiales, ingresar estos en urnas transparentes y marcar luego sus pulgares con tinta indeleble.
Estos cambios, aunque defendidos por organizaciones locales, no logran atacar la raíz del problema que ha afectado por décadas las elecciones libanesas: la falta de papeletas oficiales estandarizadas.
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La propuesta de una papeleta oficial que contenga la lista de todos los candidatos en cada distrito fue rechazada, junto a otras ideas para promover comicios justos y democráticos, cuando fue adoptada la ley en septiembre de 2008.
"Todos los partidos dijeron que apoyaban las papeletas impresas (oficiales), pero cuando llegó (el proyecto) al parlamento, ninguno lo votó", dijo a IPS la directora de la Asociación por Transparencia Libanesa, Lynne Ghossein. "El actual sistema provee medios para comprar votos, así que, por supuesto, las figuras políticas no quisieron esta reforma".
Por su parte, Sawaya explicó que actualmente los partidos políticos imprimen papeletas en cada distrito incluyendo sólo a los candidatos que ellos apoyan. Si los votantes quieren a otros aspirantes, deben escribir sus nombres en una parte en blanco de la hoja.
Pero la actual ley establece que la papeleta que contenga cualquier tipo de marca o escritura debe ser anulada. Esta contradicción deja a discreción de las autoridades en los puestos electorales la validez de cada voto.
Las papeletas son meticulosamente confeccionadas por los partidos en su diseño y tamaño de letra antes de ser enviadas a las familias. "Esto permite que se pueda seguir el rastro de quién los está votando", dijo Sawaya a IPS.
La ley permite que delegados partidarios vigilen los centros de votación y el conteo de votos, y así pueden identificar cuándo se han usado las papeletas que han distribuido a las familias.
Sin una papeleta oficial, los partidos pueden efectivamente intimidar a los votantes u ofrecerles incentivos, y rastrear su comportamiento en las urnas.
Jean-Michel Abouhamad de Tarrazi, jefe de campaña de su madre, la parlamentaria Gilberte Zwein, dijo a IPS: "La influencia del dinero en estas elecciones es un desastre. Mi madre está en una verdaderamente buena posición, pero las cosas dependerán de la capacidad de muchas personas y sus oponentes para sobornar. Si pueden comprar a unas pocas miles de personas, definitivamente cambiarán el resultado".
Muchos ciudadanos hartos del sistema prevén protestar colocando un papel blanco dentro de los sobres oficiales, y otros simplemente no votarán.
Sawaya dijo a IPS que ingresará una hoja en blanco. "No hay candidatos ni partidos ni programas que cumplan con mis expectativas. Quiero mostrar que discrepo con todos".
El activista explicó que en el pasado muchos votantes molestos hicieron lo mismo, pero en estas elecciones, por primera vez gracias a una provisión en la nueva ley, los sobres vacíos o con papeles en blanco serán contabilizados. Esto podría servir para medir el malestar popular con el proceso electoral.
Michel Abdalá, quien vivió en Beirut toda su vida, tendrá que hacer un viaje de una hora al norte para votar en la ciudad de Biblos, ya que las nuevas regulaciones establecen que los ciudadanos deben sufragar en sus distritos de origen familiar. Pero él tiene previsto quedarse en casa, y no tener que afrontar el denso tráfico en el día de las elecciones.
"No creo más en idealismos, y no me preocupo por la política internacional. Quiero algo por Líbano, no por Irán o Arabia Saudita", dijo a IPS. "Si te vas a presentar para el parlamento, debes trabajar por tu lugar. Estos tipos trabajan para sus bolsillos y para su prestigio".
Gaelle Kibranian, también de la Asociación por Transparencia Libanesa, sostuvo que la implementación de la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción, que Beirut ratificó el año pasado, podría reducir en gran medida algunos de los problemas de la política en este país.
"Esto tendría un gran impacto en las próximas elecciones. Permitiría crear leyes de acceso a información, de (protección a) informantes, y ayudaría a los ciudadanos a denunciar cuando son sobornados", explicó Kibranian a IPS.
La Asociación por Transparencia Libanesa incluirá la propuesta de papeletas oficiales en su campaña luego de los comicios para mejorar el proceso electoral.
"La política libanesa en los últimos años ha estado completamente dominada por el sectarismo polarizado y los temas de seguridad, dejando poco espacio para un debate sustancial", dijo a IPS el analista Nadim Houry, investigador para Líbano de la organización Human Rights Watch.