A un diplomático occidental se le preguntó quién representaría a su país en la cumbre de la ONU que considerará la semana próxima la crisis financiera mundial. Ésta fue su respuesta: «Enviaremos a nuestros 'tomadores de notas'.»
En la jerga diplomática, el término "tomadores de notas" se refiere a los funcionarios a cargo de registrar por escrito lo que se dice en una reunión, quienes carecen de autoridad alguna para intervenir o tomar decisiones.
La decisión de celebrar una cumbre de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) sobre la recesión mundial correspondió a la unanimidad de los 192 países integrantes del foro mundial, representados en la conferencia sobre financiamiento para el desarrollo realizada en noviembre en Doha.
La intención era que a la reunión de los días 24 al 26 en el ámbito de la Asamblea General de la ONU concurrieran jefes de Estado y de gobierno. Pero las naciones occidentales, al parecer, se echaron atrás en la decisión que ellas mismas habían tomado en la capital de Qatar.
"Los estados occidentales intentan debilitar la reunión al enviar a representantes de bajo nivel", dijo a IPS un diplomático asiático que pidió reserva sobre su identidad.
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"La razón es obvia. Occidente siente que la Asamblea General no es el foro adecuado para discutir la crisis financiera mundial", explicó.
"Piensa que la crisis le pertenece al Banco Mundial y, lo que es más importante, al Fondo Monetario Internacional (FMI)", agregó.
Al preguntársele si había algún jefe de Estado o de gobierno de Occidente que tuviera previsto participar en la cumbre, Enrique Yeves, portavoz del presidente de la Asamblea General, Miguel d'Escoto Brockmann, dijo a IPS que ninguno.
Pero alrededor de 30 jefes de Estado y de gobierno, principalmente de naciones en desarrollo, que confirmaron su asistencia, añadió.
"Tendremos una fuerte presencia de América Latina y especialmente del Caribe. También me dijeron que tendremos una buena concurrencia de África y Asia", señaló Yeves.
"Pero, como ya dijeron en público, los países industriales, especialmente los europeos y Estados Unidos, han señalado que podrán no estar representados al nivel de jefes de Estado, pero si al de ministros", expresó.
La reunión de la semana próxima estaba originalmente programada para los días 1, 2 y 3 de este mes. Pero los delegados querían más tiempo para negociar el documento final del encuentro.
El proceso de negociación de ese texto fue muy lento, y se espera que continúe hasta la víspera de la cumbre.
Luego de consultas con los varios grupos regionales, DEscoto, organizador de la reunión, decidió postergarla.
Mientras, varios artículos publicados en grandes medios de prensa citaron a diplomáticos occidentales declarándose muy descontentos con la agenda de izquierda de DEscoto, ex canciller del gobierno sandinista (izquierdista) de Nicaragua.
Consultado al respecto, Yeves respondió que lo que encuentra extraño de los últimos dos o tres artículos es que se sigue "oyendo a estas fuentes anónimas citar a diplomáticos de países industrializados que dicen, básicamente, que la reunión no es una buena idea, que va a ser un fracaso o que no piensan que vaya a conseguir nada".
"Me gustaría hacer dos comentarios. El primero es que es muy difícil discutir con fuentes anónimas porque no sabemos quién dijo qué y en qué contexto", enfatizó.
"Sin embargo, el presidente de la Asamblea General habla por sí mismo, o yo hablo por mí mismo, oficialmente todo el tiempo", y somos muy claros, continuó.
"Y la segunda parte es sobre sustancia. Las críticas son extrañas, porque la cumbre y todo el proceso que lleva a ella han sido aprobados por consenso por los 192 estados miembro", agregó.