Una coalición de grupos de derechos humanos y de presión que luchan por una reforma política en Zimbabwe y una comunidad de refugiados en Sudáfrica llaman a la inmediata liberación de 18 activistas detenidos por el gobierno de Rubert Mugabe acusados de terroristas.
Unidos bajo el lema Campaña para Salvar Zimbabwe, manifestantes frente al edificio del parlamento en Ciudad del Cabo exhortaron al gobierno sudafricano y a la Comunidad para el Desarrollo de África Austral (SADC) a garantizar que se restaure el imperio de la ley y el respeto a los derechos humanos en Zimbabwe.
La directora del Proyecto por la Paz en Zimbabwe, Jestina Mukoko, y otros 17 activistas fueron arrestados el 5 de mayo y permanecerán bajo custodia, esperando su juicio en julio. Los activistas, varios de los cuales son miembros de la facción del Movimiento para el Cambio Democrático (MDC) liderada por el primer ministro zimbabwense Morgan Tsvangirai, ya habían sido detenidos pero fueron liberados gracias a una fianza.
"Imploramos al parlamento sudafricano que use toda su influencia para garantizar una rápida y segura liberación de los detenidos políticos, e instamos a la SADC a utilizar todos los métodos a su disposición para asegurar que sean dejados en libertad", señaló el coordinador del Foro de Solidaridad con Zimbabwe, Sipho Theys.
La jueza Catherine Chimanda, de Harare, ordenó el arresto de los activistas. Son acusados de intentar derrocar a Mugabe y a su partido, la Unión Nacional Africana de Zimbabwe-Frente Patriótico (ZANU-PF), y de reclutar personas para entrenamiento militar en la vecina Botswana.
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De ser condenados, los activistas podrían ser ejecutados, y el caso adquiriría potencial para dividir al gobierno de unidad zimbabwense.
"Si Zimbabwe continúa violando los derechos humanos de esta manera, Sudáfrica sólo tratará los síntomas de los problemas creados por la migración masiva", señaló Theys.
"El gobierno zimbabwense debe afrontar las consecuencias", afirmó, y agregó: "Sudáfrica tiene que tomar acciones contra el régimen de Mugabe, pues la seguridad de estos detenidos es de grave preocupación, particularmente dada su exposición a la tortura, las humillaciones y la violencia que ya sufrieron cuando fueron secuestrados por primera vez. Se debe reconocer que están en peligro y que esas acciones ponen en serio riesgo su vida".
La directora de la Coalición de Sudáfrica para la Crisis en Zimbabwe, Elinor Sisulu, dijo que la nueva detención de los activistas amenaza la durabilidad del gobierno de unidad.
"La detención de los activistas de la sociedad civil y de oposición, que ya habían sido liberados, incluyendo un hombre de 72 años, es un duro golpe a cualquier esperanza de una transición pacífica", añadió.
"Se ha vuelto claro que ninguno de los mecanismos adoptados por la SADC y el gobierno de unidad nacional pueden proteger a los ciudadanos de Zimbabwe de los generales militares", sostuvo.
Mientras, la facción de Tsvangirai en el MDC fijó el 11 de mayo como plazo para la resolución de todos los temas pendientes de acuerdo en el gobierno de unidad.
El secretario general del grupo y nuevo ministro de Finanzas, Tendai Biti, dio el ultimátum durante una conferencia de prensa esta semana.
Tsvangirai y Arthur Mutambara, líder de la otra facción del MDC, más pequeña, se quejaron de que será difícil el progreso del gobierno de unidad mientras se mantengan irresueltos esos temas, como la liberación de todos los prisioneros políticos.
Los demás desacuerdos giran en torno al nombramiento de los gobernadores provinciales, los secretarios permanentes y los diplomáticos, así como de la reelección de Gideon Gono en el cargo del presidente del Banco de Reserva, y de Johannes Tomana como fiscal general.
También generó tensión la negativa de Mugabe a designar a Roy Bennett, del MDC, como viceministro de Agricultura, y la decisión unilateral del presidente de apropiarse de varias carteras.