El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, propuso este martes a la jueza Sonia Sotomayor, hija de puertorriqueños, como integrante de la Corte Suprema de Justicia, nominación que con seguridad será aprobada por el Senado.
Si es confirmada en el cargo, Sotomayor, quien creció en un humilde complejo de viviendas públicas en la ciudad de Nueva York, se convertirá en la tercera mujer que se integra en la Corte Suprema, y su primer integrante de origen latinoamericano. Al anunciar su postulación, Obama aplaudió el "intelecto riguroso" de Sotomayor y su apego a la ley. También enfatizó que su ascenso de la pobreza a la cumbre del Poder Judicial fue un factor importante en su decisión.
"Es la experiencia lo que puede dar a una persona sentido de compasión y la comprensión de cómo funciona el mundo y de cómo vive la gente común. Es un ingrediente necesario en el tipo de justicia que necesitamos en la Corte Suprema", dijo.
Legisladores demócratas y analistas liberales, así como organizaciones de ciudadanos y residentes de origen latinoamericano, manifestaron júbilo ante la nominación de Sotomayor.
"Hoy es un día monumental para los latinoamericanos", expresó Janet Murguía, presidenta del no gubernamental Consejo Nacional de La Raza.
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"Nos vemos por fin representados en el máximo tribunal. La historia de la jueza Sotomayor encarna el sueño americano para muchos latinoamericanos en este país", agregó.
Los legisladores republicanos fueron más discretos, en parte porque Sotomayor fue nominada por primera vez a un tribunal federal por un presidente de su partido, George Bush padre (1989-2003).
Sin tomar en cuenta ese antecedente, organizaciones de derecha atacaron la propuesta de Obama. En ese sentido, calificaron a Sotomayor de izquierdista y de "jueza activista", demasiado dispuesta a anular acciones de los poderes Legislativo y Ejecutivo.
"La jueza Sotomayor parece suscribir una filosofía judicial muy liberal que considera adecuado que los jueces impongan sus puntos de vista personales", acusó Tony Perkins, del ultraderechista Consejo para la Investigación sobre la Familia.
"El presidente Obama nos prometió un jurista comprometido con el imperio de la ley. Sin embargo, parece haber nombrado a una legisladora a la Corte Suprema", sostuvo.
Sotomayor, durante mucho tiempo considerada entre las principales candidatas de Obama para cualquier cargo vacante en la Corte, ahora aguarda las audiencias de confirmación en el Senado, trámite que requiere mayoría simple.
Los demócratas y los dos senadores independientes suman 59 de los 100 escaños de la cámara alta, lo que prácticamente asegura la confirmación de Sotomayor para octubre, aunque los republicanos monten una maniobra que requiera una supermayoría de 60 votos.
"Es altamente improbable que los republicanos quieran oponerse con fuerza a la primera latinoamericana seleccionada para la Corte Suprema", dijo Erwin Chemerinsky, decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de California en Irvine.
"No tiene sentido que los republicanos libren una batalla perdida que corre el riesgo de fastidiar a un sector del electorado clave y en crecimiento: los votantes de origen latinoamericano", agregó.
La Corte Suprema puede invalidar decisiones del Poder Ejecutivo y del Legislativo, entre otras razones por transgresión a la Constitución. Los miembros del tribunal se desempeñan en ella de por vida.
De ser confirmada en el cargo, Sotomayor reemplazará al juez David Souter, designado a la Corte Suprema por Bush padre (1989-1993).
A Souter se lo considera un centrista —y un traidor por la derecha republicana— que generalmente votó con los miembros más liberales del tribunal en sentencias clave, muchas de las cuales se tomaron por cinco votos a cuatro.
Entre éstas, el caso de 2008 que garantizó el derecho al habeas corpus a prisioneros del centro de detenciones de la cubana bahía de Guantánamo.
En esos casos, el juez Anthony Kennedy, designado por el ex presidente Ronald Reagan (1981-1989), generalmente ha emitido el voto decisivo.
A consecuencia, no se espera que el reemplazo de Souter por Sotomayor marque un cambio decisivo en el equilibrio ideológico de la Corte, aunque su relativa juventud —54 años— puede fortalecer al ala liberal de tribunal, que incluye a los magistrados John Paul Stevens, Stephen Breyer y Ruth Bader Ginsburg.
Sin embargo, que Obama decida nombrarla señala la importancia que le adjudica a la diversidad étnica en todos los niveles del gobierno y a tomar decisiones pragmáticas, más que ideológicas, capaces de concitar el apoyo tanto de fuerzas centristas como liberales.
De ahí que, aunque se considera que su orientación es liberal, la reputación de Sotomayor es más centrista que la de Ginsburg y Breyer, ambos nominados por el ex presidente Bill Clinton (1993-2001), u otros candidatos considerados para el puesto por Obama.
Entre estos últimos, la jueza Diane Wood o la subsecretaria de Justicia Elena Kagan.
"Con esta nominación, Obama perdió la oportunidad de aprovechar a un gigante intelectual liberal como William Brennan", dijo Marjorie Cohen, presidenta del Colegio Nacional de Abogados y profesora de la Escuela de Leyes Thomas Jefferson.
Brennan es un juez fuertemente liberal que jugó un rol importante en la expansión de las libertades individuales y los derechos civiles en la Corte en los años 50 y 60.
"George W. Bush no dudó en elegir a dos jueces totalmente derechistas", observó, agregando que otros candidatos podrían haber "provisto de un contrapeso verdaderamente progresista" a los cuatro magistrados conservadores que hoy integran en la Corte: Antonin Scalia, Clarence Thomas, Samuel Alito y John Roberts.
Alito y Roberts fueron designados por Bush hijo.
En la superación de muchos obstáculos para llegar a su actual destaque, la crianza y la carrera de Sotomayor reiteran algunos de los experimentados por el propio Obama.
Su familia se mudó de Puerto Rico al sur del área neoyorquina del Bronx durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).
Su padre, un obrero que estudió hasta tercer grado, falleció cuando ella tenía nueve años, uno después de que a ella le diagnosticaran diabetes. Su madre, que estuvo con Sotomayor durante el anuncio de este martes en la Casa Blanca, era enfermera en una clínica de rehabilitación de drogadictos.
No obstante, ella se graduó con los máximos honores en la Universidad de Princeton y obtuvo su título de abogada en la Facultad de Derecho de la Universidad de Yale, donde dirigió la prestigiosa publicación especializada Yale Law Journal.
Luego de desempeñarse brevemente como fiscal penal, practicó el derecho comercial antes de que Bush padre la nominara, en 1991, a un tribunal federal en Nueva York.
En 1997, Clinton la postuló al Tribunal de Apelaciones del Segundo Circuito, jurisdicción que se especializa en casos financieros y comerciales. Fue confirmada al año siguiente.
Obama destacó que, además de superar las muchas dificultades de su juventud, Sotomayor tiene más experiencia como jueza que cualquier otro miembro actual de la Corte Suprema.
En cuanto a la experiencia vital, declaró: "Me esfuerzo por nunca falsear las consecuencias en el mundo real de mis decisiones sobre los individuos, las empresas y el gobierno."