Muchos medios siguen presentando a Estados Unidos como un país de «centroderecha», pero la abrumadora aprobación a la agenda progresista del presidente Barack Obama y a ideales más liberales en diferentes encuestas demuestra que eso es falso, indicó un nuevo informe.
Según el estudio elaborado por los grupos Asuntos de Medios para Estados Unidos y Campaña para el Futuro de Estados Unidos (CAF, por sus siglas en inglés), la mayoría en este país parece tener una postura más "liberal" (es decir, hacia la izquierda) cuando se consulta a los ciudadanos sobre temas específicos.
Durante tres décadas, la derecha y centroderecha han dominado las estructuras de poder en Washington. Pero encuestas sobre temas específicos y la abrumadora victoria electoral del más liberal Partido Demócrata indican que los ciudadanos estadounidenses han cambiado sus posturas tradicionales y los llamados independientes y moderados se acercan a la izquierda.
Es lo que los autores del informe llamaron un "mar de cambio".
"En tema tras tema, y en crecientes porcentajes a lo largo del tiempo, independientes o moderados reflejan cada vez más la opinión de los demócratas o liberales", señala el trabajo, titulado "Estados Unidos: una nación de centro-izquierda".
[related_articles]
El viraje de los independientes como se define la mayoría de los votantes en este países lo que determinó el cambio. "La mayoría es de centroizquierda. Es la derecha la que quedó aislada", añade el informe.
"Los que se consideran a sí mismos moderados e independiente se han acercado con el tiempo a las visiones liberales y demócratas", dijo Robert Borosage, co-director de CAF. "El eje sobre todo esto es, por supuesto, las opiniones sobre el gobierno".
"Lo que muestra el informe es que el público, particularmente en una crisis, pero incluso antes, se ha vuelto más partidario del gobierno y del papel que éste juega en nuestras vidas", añadió.
El estudio conjunto se basa en encuestas realizadas por tres acreditadas fuentes bipartidistas.
En cuanto a la postura de los ciudadanos sobre el gobierno, se utilizó la Encuesta Nacional de Elecciones, según la cual 62 por ciento de los consultados vieron el creciente papel de la administración federal como una respuesta efectiva a los problemas de la nación, mientras que 37 por ciento señalaron que así usurpaba responsabilidades que le competen a los individuos.
Además, dos tercios de los encuestados dijeron creer que el gobierno debía hacer más, lo que indica que la población se aleja de la "centroderecha" para adoptar una postura más liberal.
Los autores señalan que los "estadounidenses mantienen un buen grado de escepticismo hacia el gran negocio", lo que interpretan como un indicio de un sentimiento izquierdista.
Según estudios del Centro de Investigaciones Pew, citados en el informe, más de la mitad de los estadounidenses creen que las corporaciones hacen demasiado dinero y casi cuatro de cada cinco consideran que las firmas tienen demasiado poder.
Pero algunos críticos responderían rápido que, si bien la campaña electoral de Obama estuvo sin duda marcada por una agenda progresista, ha habido un claro alejamiento del programa desde que asumió la presidencia en enero.
Borosage reconoció que Obama arriesga perder respaldo progresista si avanza en temas como el aumento de la presencia militar en Afganistán y las ideas y venidas sobre la polémica cárcel en Guantánamo, Cuba.
No obstante, por el momento, los progresistas estadounidenses, y la mayor parte de la población, parecen estar firmemente detrás de Obama, señaló.
Esto quizás se deba a que las crisis habitualmente llevan a la población a respaldar a su gobierno, y Obama afronta dos guerras y una difícil situación económica. Pero los autores del informe sostienen que la mayoría progresista en Estados Unidos no es coyuntural, y ha llegado para quedarse por un tiempo.
Los expertos atribuyeron esto a la creciente presencia demográfica de grupos que son abrumadoramente partidarios de esos ideales, los que Obama reconoció como sectores integrantes de su nueva coalición: votantes hispanos, afroestadounidenses y jóvenes en general.
"El día de las elecciones, más de 23 millones de jóvenes votaron", destacó Heather Smith, directora ejecutiva de Rock the Vote, organización dedicada al poder político juvenil.
"Esto es sólo el comienzo, porque votaron en crecientes números en 2004, 2006 y 2008, y ahora se está convirtiendo en un hábito", cuando antes se mostraban desinteresados en la política, añadió.
Mientras, Page Garner, presidenta de la organización Womens Voices, Womens Votes (Voces de las mujeres, votos de las mujeres), señaló que a la coalición de Obama se le debe añadir el grupo de las mujeres solteras, un segmento de la población cada vez mayor.
Sin embargo, la mayoría detrás de Obama y sus políticas progresistas también responde a otra realidad paralela: el colapso del conservador y derechista Partido Republicano.
Una encuesta realizada por la cadena NBC y el diario The Wall Street Journal realizada a fines de abril concluyó que sólo una quinta parte de los votantes se identificaron como republicanos, mientras que alrededor de 30 por ciento se declararon demócratas.
Se percibe en general que el Partido Republicano se ha inclinado aun más a la derecha, con lo cual ha perdido a electores moderados en distritos vulnerables a los demócratas. Su dura política contra la inmigración alejó a los hispanos, y su oposición al matrimonio entre homosexuales sólo ganó el apoyo de la derecha cristiana, pero distanció a otros sectores.
En una entrevista televisiva el domingo, el ex secretario de Estado (canciller) Colin Powell dijo que temía que el Partido Republicano se volviera "muy, muy estrecho".
"Siempre sentí que el Partido Republicano debía ser más inclusivo de lo que generalmente ha sido a lo largo de los años", añadió.