Dieciocho activistas políticos que habían sido encarcelados por segunda vez en Zimbabwe acusados de «terrorismo» fueron liberados tras una intervención al más alto nivel.
La prominente activista y directora del Proyecto por la Paz en Zimbabwe, Jestina Mukoko, y otras 17 personas fueron detenidas el martes, después de que la jueza Catherine Chimanda, de Harare, revocara sus fianzas.
Los activistas habían sido detenidos en diciembre de 2008, acusados de complotar para derrocar al presidente Robert Mugabe y su gobernante Unión Nacional Africana de Zimbabwe-Frente Patriótico (ZANU-PF) y de reclutar personas y entrenarlas militarmente en la vecina Botswana.
Pasaron tres meses en la prisión de máxima seguridad de Chikurubi, cerca de Harare, antes de que se le concediera una fianza el 2 de este mes. Mukoko testificó haber sido torturada durante su detención. Dos de los activistas no pudieron comparecer ante el tribunal el martes para escuchar las condiciones de su fianza, pues todavía estaban recibiendo tratamiento médico de las heridas sufridas durante su tiempo en prisión.
Los activistas habrían sido liberados después de que el primer ministro Morgan Tsvangirai, del Movimiento por el Cambio Democrático (MDC), que conforma el gobierno de unidad con el ZANU-PF, intercediera ante el presidente Robert Mugabe y ante el viceprimer ministro Arthur Mutambara.
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La detención de los activistas había generado una ola de críticas, de la organización Amnistía Internacional y de una coalición de grupos de derechos humanos y de presión que realizan una campaña por reformas en Zimbabwe y organizaron una manifestación ante el parlamento de Sudáfrica en Ciudad del Cabo.
Estos grupos exigían al gobierno sudafricano y a la Comunidad para el Desarrollo de África Austral (SADC) que trabajaran para garantizar el respeto de los derechos humanos y el imperio de la ley en Zimbabwe.
"Imploramos al parlamento sudafricano que use toda su influencia para garantizar la rápida y segura liberación de los detenidos políticos, e instamos a la SADC a que use todos los medios a su disposición para lograr su puesta en libertad", dijo a IPS el coordinador del Foro de Solidaridad con Zimbabwe, Sipho Theys.
La directora de la Coalición por la Crisis en Zimbabawe, Elinor Sisulu, señaló que la detención de los activistas constituía una amenaza a la durabilidad del gobierno de unidad zimbabwense.
"La detención de los activistas de la oposición y de la sociedad civil en Zimbabwe, que habían sido previamente liberados, incluyendo un hombre de 72 años, es un duro golpe a las esperanzas de transición pacífica", afirmó.
"Ha quedado claro que ninguno de los mecanismos puestos en práctica por la SADC y el gobierno de unidad nacional pueden proteger a los ciudadanos de Zimbabwe de los generales militares", añadió.
La liberación de los activistas no indica que haya disminuido la tensión en el gobierno de unidad. El MDC fijó como plazo el próximo lunes para la resolución de los principales temas de discrepancia con Mugaba dentro del gobierno de unidad.
Tsvangirai y Arthur Mutambara, líder de la facción más pequeña del MDC, se quejaron de que sería difícil el funcionamiento del gobierno mientras no se resolvieran esos temas, incluyendo la liberación de todos los presos políticos.
Los demás desacuerdos giran en torno al nombramiento de los gobernadores provinciales, los secretarios permanentes y los diplomáticos, así como de la reelección de Gideon Gono en el cargo del presidente del Banco de Reserva, y de Johannes Tomana como fiscal general.
También generó tensión la negativa de Mugabe a designar a Roy Bennett, del MDC, como viceministro de Agricultura, y la decisión unilateral del presidente de apropiarse de varias carteras.