REFUGIADOS-IRAQ: Unos 2,6 millones esperan el retorno

El gobierno de Iraq y la comunidad internacional deben facilitar condiciones de seguridad para el retorno de los 2,6 millones de desplazados, advirtió la organización especializada Refugiados Internacional (RI).

A pesar de ciertos datos alentadores, el gobierno en Bagdad aún no ha calculado de modo realista su capacidad de absorción de retornados, según el informe "Iraq: Preventing the Point of No Return" ("Iraq: Eludiendo el punto de no retorno").

RI concluyó que gran parte de los retornados tienen dificultades para encontrar vivienda, energía eléctrica, agua, empleo y acceso a la salud.

"Hay una inmensa presión sobre los desplazados iraquíes para que retornen. El problema es que regresan a vecindarios que sufrieron limpieza étnica y con pobres servicios estatales", dijo el presidente de RI, Ken Bacon.

El estudio se basa sobre la investigación en el terreno de RI en las ciudades de Bagdad, Eskanderia, Faluya, Karbala e Hilla para analizar la situación humanitaria dentro de Iraq.
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La misión de RI concluyó que las organizaciones de asistencia carecen de un panorama completo de la situación, y que las restricciones impuestas al personal de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) deberían adaptarse a las condiciones de seguridad reales en cada región iraquí.

"Las restricciones son irracionales porque la seguridad mejoró", dijo Bacon. "Nadie dice que Iraq es completamente seguro, pero hay medidas que pueden tomarse para garantizar la seguridad del personal de la ONU y el acceso de la ayuda a los sectores vulnerables de la población."

Los iraquíes entrevistados por RI expresaron su deseo de que la ONU regrese y funcione a pleno en el país.

"Visitamos grupos de desplazados en condiciones de vida deplorables, y aún no habían sido registrados por el Ministerio de Desplazamiento y Migración", se lamentó Bacon. "Todavía no habían recibido ninguna asistencia de agencias de la ONU."

Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), sólo 50.000 familias regresaron hasta ahora, la mayoría a Bagdad, y sólo ocho por ciento eran refugiados en países vecinos.

La OIM también indicó que 61 por ciento de los 2,6 millones de desplazados internos, 1,5 millones de ellos en esa condición desde febrero de 2006, quieren regresar a sus hogares pero no se sienten capaces de hacerlo.

La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) informó que ayudó a 780 personas a regresar de Jordania y Siria desde octubre, y que no tiene planes de asistir en retornos a gran escala en el futuro cercano.

El estudio de ACNUR indica que los recientes choques en Diyala, Mosul, Basora y Bagdad demuestran que la situación es aún demasiado inestable y violenta como para que los desplazados retornen.

La mayoría de los retornados desde Siria no pudieron radicarse en sus hogares, pues podrían volver a ser atacados, y debieron mudarse a otras áreas. Muchos llegaron para ver sus casas ocupadas por otras familias y sin poder recuperarlas.

"No están convencidos de que el retorno sea sostenible. La mayoría de los refugiados están esperando", dijo al diario estadounidense The Washington Times el representante de ACNUR en Jordania, Imran Riza.

"Por eso no regresan definitivamente. Los números son relativamente bajos. Los posibles retornantes deben enterarse a través de familiares o conocidos de cuáles son las posibilidades", explicó.

Muchos desplazados internos están desempleados, no acceden a asistencia alimentaria, viven en condiciones escuálidas, carecen de recursos y chocan con grandes dificultades para disponer de servicios básicos, indicó el informe de RI.

Según la organización, el gobierno iraquí no tiene voluntad ni capacidad de atender las necesidades de los desplazados, aunque cuenta con grandes cantidades de dinero, lo cual le resta credibilidad ante el público.

Mientras, la comunidad internacional es lenta para responder porque consideran que se trata de un problema de Estados Unidos.

"Muchos gobiernos donantes han sido reticentes para participar en la asistencia de los desplazados, pues creen que Washington y Bagdad debe pagar la mayor parte de la cuenta", anotó el año pasado Roberta Cohen, en un informe de la estadounidense Institución Brookings titulada "Iraq's Displaced: Where to Turn?"

"La principal razón por la que esta crisis no recibe la atención que merece es porque no vemos a los iraquíes viviendo en campamentos de refugiados", dijo en marzo en una conferencia el legislador estadounidense Alcee L. Hastings.

"Son una población desperdigada por ciudades como Amán, Damasco, El Cairo y Beirut. Esto hace que la crisis humanitaria sea virtualmente invisible para la comunidad internacional", agregó.

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