MUJERES-ZIMBABWE: Religión+Pobreza=Matrimonio precoz

Mientras en el resto del mundo la mayoría de las niñas de su edad se aprontan para asistir a la escuela, Matipedza, de 14 años, debe prepararle cada mañana el desayuno a su marido en el oriental poblado de Marange, en Zimbabwe.

Su matrimonio no está legalmente registrado. Las tradiciones lo reconocen como tal. Su familia confía en que Matipedza (cuyo nombre real no es ése) se desempeñe como ama de casa y que pronto críe a sus propios hijos.

"No puedo oponerme a mis mayores y abandonar a mi marido para ir a la escuela. Además, ¿a dónde iría a parar? Mis padres no me recibirían de brazos abiertos", dijo la niña.

Su caso no es único. Miles de niñas de la oriental provincia de Manicalandia viven un calvario similar: su educación se interrumpe por el matrimonio precoz, con frecuencia polígamo.

De hecho, la mayoría de las niñas en edad escolar de Marange, algunas hasta de 10 años, se casaron por la Iglesia Apostólica Johanne Marange, que promueve la poligamia. La mayoría de los matrimonios que oficia son entre hombres adultos y niñas.
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A pesar de que la Ley de Violencia Doméstica declara ilegal el matrimonio de niñas —e incluso la edad mínima para consentir relaciones sexuales es de 16 años—, resulta difícil detener esas bodas, dado el carácter reservadísimo de las actividades de esa secta.

Las niñas sometidas a matrimonio precoz son proclives a sufrir complicaciones en el parto y hasta la muerte, advirtió la organización no gubernamental Mujeres y Derecho de África Austral (WLSA, por sus siglas en inglés), con sede en Harare.

Un estudio de WLSA también concluye que esas niñas se arriesgan a sufrir de cáncer de útero y los traumas psicológicos originados en la presión social de integrar un matrimonio polígamo.

El informe obligó a las autoridades de Zimbabwe a extremar sus esfuerzos para poner fin a esa práctica en los distritos de Marange, Odzi y Buhera, los tres en Manicalandia.

La oficina en Marange del Ministerio de Educación, Deportes y Cultura informó que de las 10.000 niñas matriculadas en la escuela en 2000 apenas un tercio completó el cuarto año de enseñanza básica en 2003.

"La mayoría de las que abandonan la escuela se convierten en esposas. Una muy pequeña parte lo hace por imposibilidad de pagar la matrícula", dijo un alto funcionario distrital que pidió reserva sobre su identidad.

En buena medida, esas niñas dejan de estudiar en julio, mes en que se celebra la Pascua según la Iglesia Apostólica Johanne Marange, ocasión que aprovecha para realiza ceremonias de matrimonio.

La mayoría de los hombres de la secta prefieren casarse con niñas porque les resulta más fácil controlarlas, según le dijo a IPS uno de ellos, Gideon Mombeshora. "Quieren mujeres dóciles. Cuanto más joven es la novia, más posibilidades tiene el hombre de dominarla", indicó.

"Aunque el matrimonio entre adultos mayores y niñas pequeñas no está en los estatutos, se trata de una práctica profundamente arraigada en nuestro sistema de creencias", explicó Mombeshora.

El matrimonio precoz constituye un mal social que amenaza con descarrilar los intentos del gobierno hacia el cumplimiento de uno de los Objetivos de Desarrollo de las Naciones Unidas para el Milenio de alcanzar la educación primaria universal, en especial para las niñas, dijo la ex senadora Sheila Mahere.

Esta práctica "pone en riesgo el desarrollo económico nacional, pues niñas brillantes e inteligentes son forzadas a abandonar la escuela para convertirlas en mano de obra barata en sus hogares", sostuvo Mahere. "La mayoría de esas niñas se convierten en trabajadoras en los predios agrícolas de sus esposos."

La Unión para el Desarrollo de las Iglesias Apostólicas de Zimbabwe, que reúne a 160 denominaciones, se ha manifestado en contra del matrimonio precoz, pero esa postura afronta una intensa oposición interna.

"La policía continúa mirando al costado ante estos crímenes", dijo el gerente de programas de la Unión, Edson Tsvakai. "A veces denunciamos a alguno de nuestros propios miembros, pero la policía ha tenido muy pocos éxitos en las acusaciones, en parte porque algunos líderes de la secta tienen muchos vínculos con las autoridades."

La organización no gubernamental Girl Chile Network rescató en 2007 a una niña de 11 años casada con un hombre de 44 en Buhara, que fue condenado a seis meses de prisión. Pero poco después, las autoridades suspendieron la sentencia y la niña debió acudir a un refugio, porque el hombre se seguía haciendo llamar su esposo.

La funcionaria del Fondo de las Naciones Unidas para la Población (UNFPA) Carolina Nyamayemombe confirmó que, según sus estudios, los embarazos de adolescente son un fenómeno al alza en Zimbabwe y constituyen una de las principales causas de morbilidad materna.

"Estas niñas pequeñas son entregadas con frecuencia a hombres mayores que sus propios padres. Este escenario ha contribuido significativamente a las complicaciones en el embarazo. Estas prácticas nocivas son flagrantes en algunos distritos del país", dijo.

La pobreza, además de la religión, explica el fenómeno: 80 por ciento de las adolescentes embarazadas proceden de familias pobres, según UNFPA.

"Las adolescentes embarazadas tienen más posibilidades de abandonar la escuela y poner en riesgo su capacidad futura de ingresos y su salida de la pobreza", añadió Nyamayemombe.

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