Como hombre en una sociedad patriarcal, abierto defensor de los derechos de las mujeres y duro crítico de la forma en que éstas son tratadas en Palestina, Mashoor Basissy, director del MOWA (Ministerio de la Autoridad Palestina para Asuntos de las Mujeres) en Cisjordania, trae una nueva perspectiva masculina al problema de la violencia de género.
IPS: ¿Qué leyes atienden el problema de la violencia de género y los asesinatos de honor en los territorios palestinos?
MASHOOR BASISSY: La Franja de Gaza utiliza el Código Penal egipcio, en tanto que Cisjordania sigue el jordano
Los hombres condenados por asesinatos de honor obtienen una sentencia máxima de seis meses de cárcel si son atrapados y juzgados. No hay leyes específicas sobre violencia de género, sólo cargos generales sobre ataques. Una mujer tiene que haber estado hospitalizada al menos 10 días para poder presentar acusaciones y se requiere el testimonio de dos personas que no sean familiares. Además, la violación no es considerada un delito dentro del matrimonio.
IPS: ¿Qué puede hacer la policía si un hombre golpea a su esposa?
MB: Las manos de los policías están atadas, y están limitados en lo que pueden hacer. Lo que de hecho sucede es que las mujeres son llevadas a la cárcel por pocos años por su propia protección. Además del hecho de que son separadas de sus hijos, son también sometidas a condiciones carcelarias desagradables, mezcladas con prostitutas y drogadictas. Esto es visto como muy vergonzoso en nuestra sociedad.
La última encuesta también reflejó que sólo 1,2 por ciento de las víctimas de violencia de género habían presentado una queja formal contra sus esposos en la policía. Menos de uno por ciento de las mujeres víctimas de abusos pidieron consejo y protección en las estaciones policiales.
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IPS: La violencia de género es un tabú en la sociedad palestina
MB: Como hombre palestino debo decirte que las mujeres no son vistas como iguales en nuestra sociedad. Los tribunales permiten a los hombres perpetradores de violencia doméstica y asesinatos de honor salir bastante bien parados, aun si son llevados a la justicia, lo cual es muy poco probable en la mayoría de los casos.
Es también visto como algo vergonzoso involucrar a las autoridades en lo que es considerado un asunto familiar privado. A las mujeres les da vergüenza informar un abuso porque saben que nada pasará. Incluso las familiares femeninas se ponen del lado de los perpetradores hombres en muchos casos.
Además, si la víctima se pone contra la familia al involucrar a la policía, lo que sigue generalmente es el divorcio. Pocas mujeres palestinas son capaces de mantenerse económicamente por sí mismas, y sólo una minoría trabajan. Una mujer que se va a vivir sola es objeto de rumores sobre su fidelidad sexual, lo cual otra vez la podría poner en riesgo y convertirla en víctima de nuevos ataques. Si se vuelve a casar, pierde automáticamente la custodia de sus hijos.
IPS: ¿Qué es lo que está haciendo usted y su Ministerio para cambiar la situación?
MB: El refugio en (la central ciudad cisjordana de) Belén (para mujeres víctimas de violencia de género) fue creado por nuestro Ministerio. Se necesitan más refugios y centros de rehabilitación, especialmente en Gaza, y estamos tratando de abrir más en consulta con varias organizaciones no gubernamentales. En caso de que no podamos instalar grandes refugios, estamos considerando alquilar algunos apartamentos que sirvan como lugares seguros temporales para mujeres.
Tenemos un proyecto en el Consejo Legislativo Palestino para cambiar la Ley de Estatus Personal, que entre otros temas rige el trato a las mujeres, y hacerla más equitativa.
El presidente Mahmoud Abbas firmó la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra las Mujeres, que obliga a las partes a adoptar políticas de igualdad de género, pero su ratificación tomará tiempo.
También trabajamos junto al Centro de Asistencia y Consejo Legal para Mujeres con el fin de presionar al gobierno para que implemente los cambios necesarios.
La primera unidad de policía familiar, especializada en violencia doméstica, fue creada en Belén. Esperamos instalar una de esas unidades en cada departamento de policía.
IPS: ¿Qué más cree que debe hacerse?
MB: Muchas cosas. Se requiere de más presión en las autoridades y en nuestros líderes para generar la voluntad política requerida para implementar los cambios.
La estabilidad política es esencial. Una vez que esté establecido un nuevo gobierno de unidad, el parlamento, que es responsable de poner en práctica la nueva legislación, podrá evaluar el proyecto que le hemos entregado.
Pero el funcionamiento del consejo legislativo también ha sido arruinado por el arresto masivo de legisladores de Hamás (acrónimo árabe de Movimiento de Resistencia Islámica) en Cisjordania por parte de Israel. Por tanto, su liberación y una solución a la lucha interna palestina son imperativos para el progreso en este frente.
Se necesitan unidades forenses adicionales, y también necesitamos hacer más ágiles nuestros departamentos administrativos para maximizar la eficiencia. También sería positiva la introducción de órdenes de arresto por violencia de género en las que sea el hombre el que debe dejar el hogar, y no la mujer.
IPS: ¿Ayudará todo esto si no hay un cambio fundamental en la actitud de la sociedad palestina?
MB: Ayudará significativamente, pero sí, tiene que haber un cambio grande en la actitud de las personas aquí. Conozco varios casos que involucraban a mujeres árabes en Israel, que tenían la protección de la policía allí y el apoyo de las leyes israelíes sobre violencia de género, más inteligentes.
Sin embargo, muchas mujeres siguen siendo asesinadas, porque una vez que la familia ha decidido que éstas van a morir, toda la protección en el mundo y todas las leyes resultan vanas.