Líderes de varias organizaciones religiosas y de derechos humanos de Estados Unidos llamaron este martes a la aprobación de un proyecto de ley para fortalecer la protección ante delitos de odio.
La Ley para la Prevención de Delitos de Odio y su Aplicación Local, que se espera sea votada este miércoles por la Cámara de Representantes, es apoyada por más de 300 organizaciones defensoras de las libertades civiles y grupos religiosos.
Estos "son delitos contra todos nosotros, delitos contra nuestras comunidades", afirmó el director del Centro de Judaísmo Reformado para la Acción Religiosa, el rabino David Saperstein.
El proyecto de ley habilita la intervención de las autoridades federales y autoriza al Departamento de Justicia a investigar y juzgar la violencia contra una persona por razones, comprobadas o denunciadas, de raza, color, religión, origen nacional, género, orientación sexual, identidad de género o discapacidad.
Le provee también a las autoridades locales más recursos para combatir estos delitos y le concede al gobierno federal jurisdicción en estados donde la ley actual es inadecuada.
[related_articles]
Actualmente, un delito de odio sólo merece atención fuera de las fronteras estaduales si la víctima participaba de alguna actividad patrocinada por el gobierno federal, como integrar un jurado o asistir a una escuela pública.
"La violencia contra las personas por lo que son, lo que adoran o el color de piel que tienen es la antítesis de lo que entendemos por nación", afirmó Wade Henderson, presidente de la Conferencia sobre Derechos Civiles, que apoya el proyecto de ley.
El texto, que sus partidarios impulsan desde hace una década, había sido previamente añadido otra legislación y aprobado en forma preliminar por ambas cámaras del Congreso, pero luego eliminado en los comités que lo analizaron.
Los delitos de odio siguen siendo un problema en Estados Unidos, según la más reciente información del Buró Federal de Investigaciones (FBI). Los ataques a personas de origen latinoamericano crecieron en 2007 por cuarto año consecutivo, mientras que los dirigidos a homosexuales aumentaron casi seis por ciento.
También se incrementaron los delitos contra judíos, afroestadounidenses, asiáticos y originarios de las islas del Pacífico.
"Demasiadas veces, cuando se cometen atroces crímenes contra personas por sus discapacidades, estos delitos no se reportan o no son juzgados como tales, aun cuando las circunstancias claramente muestran que la víctima fue atacada" por su condición, dijo el presidente de la Asociación Estadounidense de Personas con Discapacidades, Andrey Imparato.
Según el Centro Sureño de Derecho y Pobreza, una organización sin fines de lucro, el año pasado estuvieron activos 926 grupos de odio en este país, cuatro por ciento más que en 2007.
Además del debate inmigratorio, la recesión económica y la elección de Barack Obama como el primer presidente negro del país son factores que habrían contribuido a la proliferación de estos grupos.
Autoridades informaron que Obama recibió más amenazas de muerte que ningún otro candidato presidencial.
"Muchas comunidades negras han visto un pico en los delitos de odio, e incluso cuando hay leyes para proteger a víctimas del odio, algunas no son suficientes", afirmó la presidenta del Consejo Nacional de La Raza, Janet Murguia.
"Este proyecto de ley le dará al gobierno federal jurisdicción para juzgar delitos de odio en estados donde la actual ley es inadecuada. Al aprobarlo, el Congreso enviaría un fuerte mensaje de que los actos de intolerancia son inaceptables", añadió.
Los críticos del proyecto dicen que va en contra de los derechos a libre discurso y a libre asociación.
Sin embargo, la directora de la Oficina Legislativa en Washington de la Asociación Estadounidense de Libertades Civiles, Caroline Fredrickson, señaló que apoya el proyecto de ley "porque protege tanto los derechos civiles como los de libertad de discurso y de asociación".
"Hemos descubierto en nuestra experiencia que pelear por más fuertes protecciones a los derechos civiles y a la libertad de discurso y asociación son cosas que van de la mano", añadió.
Mientras se rumorea que el gobierno de Obama restringirá el derecho a portar armas, informes indican que cada vez más personas compran pistolas. Según el FBI, hubo 1,2 millones de solicitudes más de compra de armas entre noviembre de 2008 y febrero de 2009 que en el mismo periodo del año previo.
Por otra parte, se filtró un informe de inteligencia interna alertando sobre grupos extremistas que buscan nuevos reclutas, en medio de la crisis financiera.