PENA DE MUERTE: Más cerca de la abolición

Cientos de personas son condenadas a muerte cada año, pese a que el mundo se encamina hacia la abolición de la pena capital, según el último informe de la organización de derechos humanos Amnistía Internacional, con sede en Londres.

"La buena noticia es que pocos países llevan a cabo ejecuciones, lo que muestra que nos acercamos a un mundo sin pena de muerte", remarcó la secretaría general de Amnistía, Irene Khan.

"Pero la mala noticia es que cientos de personas siguen siendo sentenciadas a morir y a sufrir en los países que no han abolido la pena capital", apuntó.

El informe de Amnistía "Condenas a muerte y ejecuciones en 2008", divulgado el martes, ofrece un panorama general sobre la pena capital. Sólo 25 países llevaron a cabo sentencias, de los 59 donde se aplica el castigo. Estados Unidos es el único país del continente americano que lleva a cabo ejecuciones de forma sistemática, aunque hay cada vez más indicios de que abandona la práctica.

Sólo en nueve estados, de los 36 con pena de muerte, hubo ejecuciones en 2008. La mayoría de ellas ocurrieron en el sur. Texas practicó la mitad, 18 de 37, que hubo en Estados Unidos.
[related_articles]
"Las ejecuciones en Estados Unidos son un fenómeno concentrado en algunas zonas del país", sostuvo Sue Gunawardena-Vaughn, directora de la Campaña por la Abolición de la Pena de Muerte, de la sección estadounidense de Amnistía.

"Las preocupaciones por su costo, la posibilidad de matar a un inocente y la tendencia a la discriminación racial de su aplicación llevaron a una disminución significativa del apoyo a la pena capital", apuntó.

Entre enero y diciembre, al menos 2.390 personas fueron ejecutadas en el mundo y se dictaron 8.864 condenas a muerte en 52 países, según el informe de Amnistía.

Las ejecuciones son un fenómeno regional en el mundo. En 2008, la mayoría de ellas ocurrieron en Asia y Medio Oriente.

China es por lejos el país con más ejecuciones, tres de cada cuatro ocurren en ese país. El año pasado hubo al menos 1.718, pero se cree que la cantidad es mucho mayor porque las estadísticas al respecto son consideradas secreto de Estado.

Al igual que en años anteriores, Estados Unidos es uno de los países que lleva a cabo más sentencias, detrás de China, Irán, Arabia Saudita y Pakistán. Esos cinco estados concentran 93 por ciento de las ejecuciones practicadas en el mundo.

"Es reconfortante que Estados Unidos avance hacia la abolición de la pena de muerte, pero debería estar a la vanguardia del movimiento y no cerrar la marcha", señaló Gunawardena-Vaughn.

En África subsahariana hubo dos ejecuciones en 2008, pero hubo al menos 362 condenas a muerte. El año pasado se registró una regresión en Liberia, donde el máximo castigo se reintrodujo para delitos de robo, terrorismo y secuestro.

Europa y Asia central están libres de pena de muerte, salvo por Belarús.

Ese país es el último de Europa y de la hoy disuelta Unión Soviética que mantiene la pena capital. No hay cifras oficiales, pero Amnistía estima que unas 400 personas fueron condenadas al máximo castigo desde su independencia en 1991. El año pasado se registraron cuatro ejecuciones.

Organizaciones internacionales han pedido varias veces a Minsk abolir ese castigo extremo. En el informe "Terminar con las ejecuciones en Europa: hacia la abolición de la pena de muerte en Belarús", divulgado el lunes, Amnistía ofrece argumentos a las autoridades bielorrusas para que se unan a la tendencia mundial y la deroguen.

"La pena de muerte es un homicidio premeditado y a sangre fría de un ser humano por el Estado en nombre de la justicia. Viola el derecho a la vida proclamado por la Declaración Universal de los Derechos Humanos", proclamada por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 1948, señaló Nicola Duckworth, directora de programa de Amnistía para Europa y Asia central.

"Condenas a muerte y ejecuciones en 2008" denuncia la discriminación flagrante que se registró el año pasado en los fallos. Una cantidad desproporcionada de sentencias fueron contra pobres e integrantes de comunidades raciales, étnicas, religiosas minoritarias en países como Arabia Saudita, Estados Unidos, Irán y Sudán.

También remarcó el riesgo de ejecutar inocentes, como quedó en evidencia tras la liberación de presos del pabellón de la muerte en Estados Unidos.

En países con gobiernos corruptos suelen ignorarse las leyes que regulan la aplicación de penas. El informe de Amnistía menciona los estados que dictaron condenas a muerte mediante procesos viciados: Afganistán, Arabia Saudita, Irán, Iraq, Nigeria, Sudán y Yemen.

En Afganistán, el estudiante y periodista Perwiz Kambakhsh fue sentenciado a muerte por blasfemia en enero de 2008. El fallo fue anulado en octubre por un tribunal de apelación de Kabul y reemplazado por una condena a 20 años de prisión. Había sido condenado por una ley que no prevé más de cinco años de cárcel.

Muchos presos del pabellón de la muerte se consumen por las pésimas condiciones de detención y padecen graves problemas psicológicos.

En Japón, por ejemplo, los presos suelen enterarse de su ejecución la mañana en que va a ocurrir y sus familiares, después de practicada.

Amnistía insta a todas las naciones a derogar con rapidez todas las formas de pena de capital, porque en definitiva no son más que asesinatos cometidos por el Estado.

"La pena de muerte es el máximo castigo cruel, inhumano y degradante. La decapitación, la silla eléctrica, la horca, la inyección letal, el fusilamiento y la lapidación no tienen lugar en el siglo XXI", sentenció Khan.

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe