Legisladores del Grupo de los 20 (G-20), que reúne a países ricos y emergentes, crearon este lunes en la capital de Estados Unidos una comisión para sentar las bases políticas de un acuerdo mundial sobre cambio climático.
Se espera que ese acuerdo surja de la conferencia de las partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático que se realizará en diciembre en Copenhague, y que funcione como sucesor del Protocolo de Kyoto (1997) tras su expiración, en 2012.
La Comisión Internacional sobre Cambio Climático y Seguridad Energética fue creada por la Organización Mundial de Legisladores (Globe, por sus siglas en inglés), que exige un "liderazgo ambicioso" en materia ambiental.
La Comisión reúne a parlamentarios de todas las principales economías mundiales para debatir los acuerdos y negociaciones políticas necesarias hacia un consenso sobre el acuerdo post-Kyoto.
Su creación se produce en las vísperas de la cumbre del Grupo de los 20 (G-20), que se celebrará desde este jueves en Londres.
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"La comisión posibilitará una discusión política que no gire en torno de detalles técnicos, y que permita explorar las negociaciones necesarias a un acuerdo efectivo a fin de año en Copenhague", dijo Elliot Morley, presidente de Globe.
"Hay ciertas realidades políticas que necesitan ponerse sobre la mesa" a tales efectos, porque "de otro modo los gobiernos corren el riesgo de una reiteración de legisladores vetando cualquier acuerdo, como ocurrió en el Senado de Estados Unidos en relación a Kyoto", cuando hubo 95 votos en contra y ninguno a favor.
El debate de dos días, en la sede del Congreso legislativo estadounidense, se concentra en las concesiones que economías industrializadas clave como la del país anfitrión y la Unión Europea deberán adoptar sobre objetivos de reducción de emisiones de gases invernadero entre 2020 y 2050.
Además, los legisladores deliberan sobre la naturaleza de los compromisos que las principales economías emergentes tendrán que asumir.
La Comisión presentará sus conclusiones ante los jefes de Estado y de gobierno del G-20, en vísperas de la reunión de Copenhague.
"El cambio está por venir porque es necesario. La ciencia y la gente lo reclaman", dijo el legislador estadounidense Ed Markey, presidente de la Comisión y del Comité Especial de Independencia Energética y Calentamiento Global.
"Tenemos que hallar un idioma común y la manera correcta de abordar los cambios por delante", añadió.
Markey será responsable de patrocinar el nuevo proyecto estadounidense sobre cambio climático en la Cámara de Representantes de su país.
La Comisión incluye a legisladores del Grupo de los Ocho (G-8) países más poderosos (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia, Japón y Rusia), y de Australia, Brasil, China, Indonesia, México, Sudáfrica y Corea del Sur, además de Dinamarca, como país anfitrión de la conferencia de diciembre.
En la apertura del debate este lunes, el secretario ejecutivo de la Convención Marco (UNFCCC, por sus siglas en inglés), Yvo De Boer, se dirigió a los legisladores por videoconferencia desde su oficina en Bonn.
"Ninguna cuestión es más fundamental a largo plazo" que la del cambio climático, dijo. "Los desafíos son grandes, pero también lo son las oportunidades que tenemos por delante."
"Los países industrializados deben ser claros en cuanto a las acciones que tomarán" para mitigar el cambio climático, y en que "las finanzas deben fluir para ayudarlos", dijo.
Los participantes en la Comisión esperan negociar un acuerdo mundial sobre la reducción de los gases de efecto invernadero a tiempo para la conferencia de diciembre.
Al firmar el Protocolo de Kyoto, los países industrializados accedieron a reducir 5,2 por ciento sus emisiones de gases invernadero, responsables del cambio climático, para 2012, respecto de los registros de 1990.
Pero la mayoría de los expertos enfatizan que se requerirán reducciones mucho mayores para evitar catastróficos cambios climáticos y aumentos en el nivel del mar.
El principal negociador del presidente Barack Obama en materia de cambio climático, Todd Stern, reiteró el compromiso de su gobierno de reducir las emisiones de carbono, en la conferencia de la UNFCCC que se realizó el domingo en Bonn.
"Todos tenemos que hacer esto juntos. No creo que nadie deba estar pensando que Estados Unidos pueda montar un caballo blanco y hacer todo el trabajo", agregó. Washington firmó el Protocolo de Kyoto pero retiró su rúbrica apenas asumió el hoy ex presidente George W. Bush, en 2001.
Los parlamentarios presentes en el lanzamiento de la Comisión subrayaron el trabajo y la dedicación de sus países en el combate al cambio climático.
"Estamos listos para participar en un debate amistoso y franco sobre cambio climático", dijo el legislador chino Pu Haiqing, quien recordó el cierre de las centrales eléctricas chinas, fuertemente contaminantes, y el intenso uso de energía solar.
"Continuaremos presionando por una tecnología que ahorre energía para mejorar nuestro ambiente", planteó.
El congresista brasileño Antonio Palocci aplaudió "el necesario compromiso de Estados Unidos" en las negociaciones sobre el cambio climático.
Añadió que debe hacerse un esfuerzo por "eliminar las barreras comerciales a los productos que en realidad solucionarán el problema".
En su primera sesión, este lunes, la Comisión analizó cómo equilibrar la creación de empleos en el corto plazo con el estímulo económico a objetivos climáticos y de seguridad energética.
En la segunda sesión, este martes, cada miembro identificará los obstáculos económicos y políticos a nivel nacional para una mayor acción sobre el cambio climático.
Cada uno analizará las "líneas rojas", que determinarán si los jefes de gobierno pueden apoyar un acuerdo global.
Los expertos delinearán los actuales compromisos de los países del G-20 y calcularán cuán lejos deberán avanzar para cumplir objetivos a largo plazo.
Los representantes de la Comisión también celebrarán reuniones privadas con senadores clave, entre ellos el senador John Kerry. Como presidente del Comité de Relaciones Exteriores, Kerry será una figura clave en la elaboración de cualquier acuerdo firmado en Copenhague a través del Senado.
La Comisión fue invitada a presentar una declaración a los líderes del G-20 previo a la reunión de esa agrupación que se realizará este jueves en Londres. Luego se congregará el 11 y 12 de junio en Roma, previo a la cumbre italiana del G-8, y emitirá su informe final los días 23 y 14 de octubre en Copenhague.