Ocho personas muertas, otras 32 desaparecidas y pérdidas materiales millonarias en dólares es el saldo provisorio de las inundaciones causadas por el desbordamiento de ríos en el sudoccidental departamento colombiano de Nariño.
Las lluvias arreciaron desde las dos de la madrugada del lunes y "como tres horas después escuchamos un ruido extraño parecían bombas", describió Antonio Alegría, residente en Tumaco, uno de los municipios más afectados y ubicado sobre la costa del océano Pacífico, 300 kilómetros al sur de Pasto, la capital departamental.
"Sentí desespero e impotencia", prosiguió Alegría, en conversación telefónica este miércoles con IPS, al recordar la sensación que le produjo ver cómo la corriente del río Mira arrastraba ganado y enseres.
"La gente corría y todos gritaban mientras intentaban sacar lo que podían de sus casas, que se llenaron de agua", añadió este vecino del distrito situado sobre el nivel del mar y limítrofe al sur con Ecuador, quien ejerce además como representante legal del grupo comunitario para los distritos cercanos de Alto Mira y Frontera.
Con una población cercana a los 170.000 habitantes, Tumaco basa su economía en la pesca, el cultivo de palma africana y la comercialización de aceite crudo.
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Tiene unas 35.000 hectáreas sembradas de palma y siete plantas extractoras. Pero el torrencial aguacero y la salida de madre de los ríos inundó los sembrados y arrastró enseres y animales.
"Mi familia está bien, mi mujer, las hijas, los nietos, pero perdimos todo" lo que teníamos, dijo Alegría hablando desde un celular desde uno de los nueve albergues instalados para atender a los miles de damnificados.
"Pedimos la casa, la nevera que estaba nueva, un computador, todo. La ropa, los zapatos, los juguetes de los niños, lo perdimos todo" dijo Alegría sintiéndose afortunado en medio de la vicisitud, dadas las estadísticas de muertos y desaparecidos.
Según cifras de la oficina de Gestión de Riesgo del Ministerio de Interior y Justicia de Colombia, 62 caseríos se encuentran totalmente inundadas y otros 100 están parcialmente afectadas.
Cerca de 2.500 personas se encuentran ubicadas en zonas altas a campo abierto, esperando ser rescatados y que la situación se normalice, informaron las autoridades.
El acueducto que surte a Tumaco está contaminado, el servicio de energía potable y gas fue suspendido y unas 270 viviendas del lugar quedaron destruidas.
El ministro de Interior y Justicia, Fabio Valencia Cossio, calificó la situación de "una verdadera tragedia" tras sobrevolar la región el martes. Además, llamó a la solidaridad de todos con los afectados, entre quienes habría unos 12.000 niños y niñas y 900 ancianos.
Con apoyo de la Cruz Roja Colombiana, la Defensa Civil, el Ejército y la Policía Nacional, se instalaron albergues para atender a los damnificados por la emergencia. Y para suplir la falta de agua se anunció el suministro este miércoles de 25.000 litros en camiones tanques.
Las fuertes precipitaciones afectaron también otros municipios como Barbacoas, 230 kilómetros al noroeste de Pasto y donde se desbordó el río Telembí, afectando a 350 familias.
En las poblaciones de Mallana, Ricaurte, y Soto Mayor hay un total de 120 hogares con problemas.
Con diferentes intensidades, inundaciones y aludes como el sufrido en Nariño se presentan a diario en distintas partes del territorio, debido a la topografía colombiana y a la relativa juventud de la cordillera de los Andes, explicó a IPS el meteorólogo Max Henríquez.
"En promedio, en Colombia se presentan a diario 1,6 casos de desbordamiento de ríos, entre pequeños y grandes", aseguró Henríquez. "Desafortunadamente en este caso con cuantiosas pérdidas", agregó.
En el caso Tumaco, las autoridades de Gestión del Riesgo informaron mediante un comunicado público el envío en la víspera de 10 toneladas de alimentos y otras 10 en toldillos, ropa de cama, elementos de aseo, cocina, plásticos y medicamentos.
Para este miércoles se tiene previsto el viaje a la zona de un equipo de profesionales en distintas áreas que reforzarán a los cuerpos de atención residentes. Médicos, enfermeros, y equipos técnicos aportarán con la solución del problema que se agrava porque las vías terrestres están prácticamente intransitables, según informó el ministerio de vías.
A primera hora de este miércoles IPS confirmó con Alegría que en la noche de la víspera había dejado de llover.
También indicó que, si bien los alimentos no abundan, han logrado suplir las necesidades básicas de los afectados. Pero siguen a la espera urgente de atención médica, "porque ya empezaron a presentarse niños enfermos".
"Nos dijeron esta madrugada que en otro albergue hay niños con fiebre y diarrea, por lo que ahora salimos para allá", dijo Alegría.