TRINIDAD Y TOBAGO: Tráfico de personas no deja rastros

Más de 600 personas fueron reportadas como desaparecidas el año pasado en Trinidad y Tobago. Pero la mayoría de ellas regresaron a sus hogares, y el comisionado de policía James Philbert insiste en que no hay evidencias de tráfico de personas.

El total de personas que siguen desaparecidas al cabo del año pasado, cuyas edades oscilan entre cuatro y 42 años, se ubicaría en 77, añadió Philbert.

El funcionario admitió que, a causa de la alta criminalidad, la policía flexibilizó el periodo de 24 horas de desaparición que se requiere antes de elevar la denuncia, entre otras medidas.

Según Philbert, tanto el Escuadrón Antisecuestros como el Buró de Homicidios son contactados de inmediato cada vez que se reporta una desaparición.

"En el pasado, oficiales de policía les decían a los ciudadanos que hicieran la denuncia más tarde. Ahora deben aceptarla y ocuparse de ella inmediatamente", dijo en conferencia de prensa.
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Pero la recién creada Asociación de Personas Desaparecidas (MPA) dijo que se necesita hacer mucho más, y acusó a la policía de hacer la vista gorda.

"La gente no desaparece en el aire. Sabemos que el tráfico humano existe, pero probablemente a la policía le resulta demasiado embarazoso decir eso", señaló la presidenta de la Asociación, Nathifa Mitchell.

"La evidencia está allí. Si no hay tráfico humano, como sugiere Philbert, entonces tenemos un asesino serial en nuestras manos. ¿A dónde se han ido todas estas personas desaparecidas?", dijo Mitchell.

La activista insistió en que mujeres, niños y hombres son atraídos por traficantes de personas y enviados en barco a otros países, donde son explotados como esclavos sexuales, sea en redes de proxenetas o en la industria pornográfica.

Mitchell, cuya sobrina de 36 años Lena Johnson fue vista por última vez el 8 de noviembre de 1998, dijo que su organización ayuda a las familias a afrontar el trauma de la desaparición de seres queridos. La asociación creó un sitio web para sensibilizar al público sobre el tráfico humano.

"No vamos a descansar hasta que se haga algo. El mundo debe saber la verdad", aseguró Mitchell, mientras ella y otros directivos se embarcaban en una intensa campaña informativa en Puerto España.

"Los teléfonos celulares de casi todas las mujeres que desaparecieron fueron apagados. También supimos que fueron trasladadas de una casa a otra antes de ser embarcadas hacia el exterior", relató.

Cuando Devika Lalman, de 15 años, abandonó su hogar pocos días antes de Navidad para comprar útiles escolares, sus padres tomaron todas las precauciones necesarias para garantizar su seguridad. Entre ellas, darle un celular.

Pero todas las llamadas a ese número quedaron sin responder.

"Nos hemos convertido en un país similar al de 'Caperucita Roja'. La niña va a comprar golosinas y nunca regresa", dijo el abogado Vernon De Lima.

Nadie volvió a ver a Devika, hasta que el 4 de este mes su cadáver apareció en un arrozal. Hasta entonces se manejaba la hipótesis de que había sido llevada fuera del país.

El periódico The Sunday Guardian, que realizó su propia investigación, dijo que "el comercio clandestino local, que opera a través de una red bien organizado y es apoyado por varias agencias poderosas, está vinculado a un círculo internacional de tráfico humano".

La publicación señaló que los niños son vendidos por hasta 34.000 dólares, y los adultos por la mitad de esa suma.

"En su mayoría son usados como esclavos sexuales y a veces como mano de obra esclava. A veces se los emplea para saldar deudas con traficantes de drogas", destacó The Sunday Guardian. Este tráfico también incluye a mujeres jóvenes introducidas como escala en este país desde Venezuela, Colombia y Guyana.

Tras la publicación de este informe periodístico, la Embajada de Estados Unidos en Puerto España dijo estar observando el fenómeno muy de cerca.

"Éste es definitivamente un tema que queremos seguir. El gobierno de Estados Unidos ha tomado nota del informe. Si una sola persona desaparece, ya es demasiado", dijo John Cushing, funcionario de la Embajada que asistió a una reunión abierta de la Asociación el 23 de diciembre.

"Fui a la reunión porque el gobierno de Estados Unidos se toma muy en serio el tráfico de personas. Es trágico y desgarrador ver por lo que están pasando las familias de los desaparecidos. Es bueno que hayan formado esta asociación y que sus miembros puedan darse apoyo entre sí", dijo.

El abogado Anand Ramlogan sostuvo que sólo ahora la policía está "comenzando a tratar con seriedad la teoría del secuestro de ciudadanos de Trinidad y Tobago con fines de tráfico humano".

"La idea de que alguien sea secuestrado para proporcionar órgano o miembro para transplantar a otra persona es preocupante para la mayoría de nosotros", escribió en una columna publicada en la prensa.

La Organización Internacional para las Migraciones (OIM), que el año pasado organizó en Puerto España dos conferencias sobre tráfico humano, dijo que a pedido del gobierno de Patrick Manning se estaba embarcando en un proyecto para fortalecer la capacidad técnica de este país petrolero para combatir el fenómeno.

El proyecto financiado por el Departamento de Estado (cancillería) de Estados Unidos reafirmará las capacidades de la División de Inmigración y otras agencias de seguridad y recomendará la aprobación de normas al respecto.

A la OIM también le preocupa que las autoridades locales detecten episodios de explotación laboral que no sólo violan las leyes nacionales, sino que también pueden calificar como casos de tráfico.

"Esta preocupación también es apoyada por la Evaluación Exploratoria de la Trata de Personas de la OIM, que identificó trabajos forzados, servidumbre doméstica y explotación sexual como tendencias regionales caribeñas", señaló.

Las oficinas de esa agencia en Washington publicarán investigaciones exploratorias sobre tráfico de personas en Trinidad y Tobago, y también asistirán en el lanzamiento de una campaña informativa.

El partido opositor Congreso del Pueblo (COP) quiere que el gobierno promueva con urgencia leyes contra el tráfico humano.

Ésa será la única manera de dar un castigo disuasivo a los traficantes, dijo la vicepresidenta del partido, la psicóloga Sharon Gopaul McNicol.

La mayor parte de la trata de personas "tiene lugar en botes pequeños donde se las droga y traslada a otros países, principalmente a aquellos en los que la población no habla inglés, lo cual dificulta las posibilidades de escape", explicó.

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