SALUD-EEUU: Veteranos de guerra usados y olvidados

Dieciocho veteranos de guerra se suicidan cada día en Estados Unidos, más que los soldados que mueren en combate. Uno de cada tres hombres sin techo ha vestido el uniforme militar y servido a su país.

Esa es la situación que deberá afrontar el general Eric Shinseki cuando asuma la conducción del Departamento de Asuntos de Veteranos. Todos los días 200.000 ex soldados duermen en la calle.

Retirado del ejército por discrepancias con el gobierno de George W. Bush respecto de la guerra de Iraq, el general participó el miércoles en la sesión del Senado de confirmación del cargo, donde fue aplaudido tanto por miembros del Partido Demócrata como del Partido Republicano.

El presidente del Comité para Asuntos de Veteranos, senador Daniel Akaka, de Hawaii, estimó que Shinseki será confirmado por toda la cámara alta cuando tome posesión del cargo el 20 de este mes, el mismo día que Barack Obama llegue a la Casa Blanca.

Refiriéndose a su experiencia, Akaka mencionó que Shinseki había perdido casi todo un pie hace casi 40 años, en la guerra de Vietnam (1964-1975).
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Además, dijo "tener confianza respecto de su fuerte sentido de empatía hacia los que beneficiarios de los servicios brindado por el Departamento de Asuntos de Veteranos y un profundo compromiso con la misión".

Por su parte, Shinseki prometió ser "un férreo defensor de los veteranos", y añadió que Obama "le encargó asegurarse que reciban los beneficios y los servicios que se ganaron y que la nación espera".

Muchos especialistas coinciden en que la situación con la que tendrá que lidiar Shinseki es dura.

La no gubernamental Rand Corporation estimó que 300.000 veteranos de Afganistán e Iraq sufren de estrés postraumático o de depresión grave, en tanto otros 320.000 padecen lesiones cerebrales, a menudo causadas por bombas colocadas al borde del camino.

Pero en los hechos, menos de la mitad reciben ayuda del gobierno que los mandó al frente de batalla. Los veteranos heridos deben esperar entre seis meses y dos años, en promedio, para saber si les corresponde una asignación por discapacidad. A muchos de los que solicitan la asistencia médica se les niega.

En la sesión de confirmación de su cargo, Shinseki prometió "transformar" el Departamento de Asuntos de Veteranos, disminuir las demoras y modificar el procedimiento de solicitudes por discapacidad en forma "consistente y oportuna", hacer más "transparente" el proceso burocrático y aumentar el uso de nuevas tecnologías.

Al igual que los senadores, defensores de los veteranos son optimistas con la designación de Shinseki.

"En tanto que veterano herido, entiende muy bien las cosas con las que debemos lidiar, no sólo el regreso después de una misión, sino cuestiones cotidianas que la mayoría de los civiles no comprenden", señaló Ernesto Estrada, ex combatiente de Iraq de la organización Swords to Plowshares (de espadas a azadones).

Estrada y otros más esperan conocer las propuestas concretas de Shinseki. Sus respuestas a la mayoría de los asuntos planteados por los senadores fueron vagas, pero tampoco los legisladores lo presionaron por más detalles.

En su respuesta por escrito al senador Akaka, por ejemplo, Shinseki se refirió al tiempo excesivo que esperan los veteranos para recibir indemnizaciones por discapacidad.

"Tengo mucho que aprender respecto sobre cómo funciona el proceso de solicitudes, pero me parece que las cuestiones prioritarias son la calidad y la celeridad de la toma de decisión", señaló.

Los veteranos tienen esperanzas de que la fama de honesto de Shinseki promueva un cambio de enfoque en el Departamento de Asuntos de Veteranos.

En los gobiernos de Bush se trató de evitar que los problemas vieran la luz pública.

Un ejemplo nefasto fue cuando el jefe de la división de salud mental del Departamento, Ira Katz, pidió a una portavoz de esa dependencia que no revelara a la cadena de noticias CBS que 1.000 veteranos trataban de suicidarse todos los meses. El asunto del mensaje de correo electrónico en que realizaba el pedido era "¡Shh!".

Y los que han denunciado la situación han sido castigados.

En 2006, la subsecretaria de coordinación de políticas de salud del Departamento, Frances Murphy, declaró al periódico médico Psychiatric News, que la lista de espera para recibir atención psicológica era tan larga que la asistencia era "virtualmente inaccesible".

A los pocos días fue removida del cargo.

De hecho, el general Shinseki tuvo sus propias discrepancias con el gobierno de Bush.

Al anunciar la designación de Shinseki, Obama señaló que lo eligió porque él "tenía razón" cuando advirtió al Congreso legislativo y al gobierno de Bush sobre los peligros de lanzar la guerra de Iraq.

En tanto que secretario de Asuntos de Veteranos, Shinseki dijo tener esperanzas de podrá seguir denunciando las verdades inconvenientes relativas a las consecuencias de largo plazo de las guerras de Afganistán e Iraq.

* Aaron Glantz es corresponsal de IPS y autor del libro "The War Comes Home: Washington's Battle Against America's Veterans" ("La guerra llega a casa: La batalla de Washington contra los veteranos de guerra estadounidenses"), University of California Press, 2009.

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