Venezuela se encamina a otra batalla sobre su democracia, después de que el presidente Hugo Chávez abrió el año con una nueva propuesta de cambio de la Constitución para que se autorice la reelección sin límite de todos los funcionarios surgidos del voto popular.
Un mes antes, Chávez había planteado enmendar la ley fundamental en vigencia desde 1999 y que él prohijó, pero en ese entonces sólo para posibilitar que el presidente de la República pudiese ser candidato a la reelección consecutiva cuantas veces desease.
Chávez llegó al gobierno en 1999, revalidó su mandato bajo la nueva Constitución en 2000, fue reelegido en 2006 y su segundo y hasta ahora último sexenio expira en enero de 2013, pero ahora ha planteado "la necesidad de seguir al mando por lo menos hasta 2019, y luego ya Dios y el pueblo decidirán".
"Veremos del lado del gobierno y de la oposición una batalla para ver quién apunta más sólidamente sobre los valores democráticos del pueblo", comentó a IPS el analista Oscar Schémel, de la firma de consultoría y encuestas Hinterlaces.
Chávez ha pedido a la Asamblea Nacional, el parlamento unicameral donde casi 160 de los 167 diputados son seguidores suyos, que sancione el proyecto de enmienda de manera expedita para que lo más pronto posible —propuso como fecha de la consulta el 15 de febrero— se someta su iniciativa a referendo popular.
La Constitución de 1999 estableció que el presidente podría presentarse a reelección una vez, es decir, gobernar un máximo de 12 años.
Pero en 2007 Chávez propuso reformar 33 artículos de la Constitución, incluyendo la posibilidad de postularse sin restricciones de lapsos, así como dar mayores facultades al gobierno nacional para avanzar en su proyecto de "socialismo del siglo XXI". La Asamblea agregó otros 36 artículos y el texto se sometió a la consulta ciudadana.
La enmienda fue rechazada por 51 por ciento de los votos, en lo que fue la primera derrota en las urnas de Chávez en 11 consultas efectuadas desde que ganó su primera batalla por la presidencia en diciembre de 1998.
La Constitución establece que una iniciativa de reforma rechazada no puede presentarse de nuevo en el mismo período gubernamental.
Decenas de académicos y juristas identificados con la oposición han sostenido que la enmienda es por eso inconstitucional en su contenido, pues la iniciativa ya fue rechazada por el pueblo, y en su forma, pues altera principios republicanos —la alternabilidad en el poder— que sólo podría cambiar una nueva asamblea constituyente.
El presidente, juristas que le acompañan y líderes oficialistas sostienen, en cambio, que reforma y enmienda son cuestiones diferentes y Chávez insistió en que "se trata de un cambio puntual, de un solo artículo, algo muy distinto de una reforma".
Pasado el asueto de Navidad y Año Nuevo, el presidente y su Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) dieron un golpe de timón y propusieron que la enmienda abarque al menos cinco artículos, para permitir que "el derecho a postularse libremente alcance a gobernadores, alcaldes y diputados (nacionales y regionales)", según dijo Chávez.
"Creo que así se le da fortaleza a la fórmula. Es la extensión del derecho del pueblo a elegir sin restricciones y postular a quien quiera. Es la tesis del buen gobierno: si un gobernador está haciendo un buen trabajo, el pueblo tiene derecho de reelegirlo todas las veces que quiera", dijo Chávez en una reunión con sus partidarios.
El general retirado Alberto Muller, vicepresidente del PSUV, y José Albornoz, del partido aliado Patria Para Todos, argumentaron que la posible reelección continua es la contraprestación, como premio, de la figura del referendo revocatorio del mandato que la Constitución contempla, como castigo, para cargos de elección popular.
Pero para los dirigentes de la oposición "Chávez ha leído las primeras encuestas y sabe que los números no le dan la victoria, sabe del rechazo a la reelección indefinida para impulsar su hegemonía", según dijo a IPS Ismael García, secretario general del grupo Podemos, que rompió con el oficialismo a mediados de 2007.
Julio Borges, del opositor Primero Justicia, de centroderecha, dijo que "la modificación de la propuesta de enmienda refleja la poca aceptación del proyecto y una gran debilidad del jefe de Estado. Insistimos en rechazar esa reelección".
Los venezolanos, que ya han concurrido a las urnas 13 veces en los últimos 10 años, fueron convocados por última vez el 23 de noviembre y a fines de 2009 deberán elegir concejales en los 330 ayuntamientos del país.
¿Por qué entonces una nueva consulta este febrero o quizá en marzo? Chávez la justificó porque "así tendremos despejado desde ahora ese camino político y sabremos a qué atenernos", amén de que sus partidarios corean, en los actos a los que asiste, la consigna "Uh, ah, Chávez no se va".
Pero la oposición, los editoriales de medios de comunicación privados y los economistas y analistas opositores o de firmas de consultoría sostienen que la crisis global nacida en Estados Unidos, con una caída en los precios y el ingreso petrolero, hará que 2009 sea un año difícil que forzará la adopción de medidas impopulares.
Saúl Ortega, diputado del PSUV y vicepresidente de la Asamblea, descartó que ese sea el motivo, pues "de lo que se trata es de atender un clamor del pueblo y, además, si la oposición tener la mayoría ¿cuál es el miedo? Vamos a medirnos".
La campaña apenas comienza pero ya se insinúan las encuestas, una herramienta cada vez más usada en los enfrentamientos electorales en Venezuela. La consultas de Grupo de Investigaciones Sociales, del ex ministro de Finanzas del actual gobierno Nelson Merentes, por el sí a la enmienda se pronunció 53 por ciento de los consultados y 42 por ciento de ellos dijeron que no.
El Instituto de Datos encontró en un sondeo que 48 por ciento votaría por el sí, 42 por ciento por el no y el resto fueron personas que no saben o no contestaron.
Pero otras encuestadoras tradicionales dieron resultados distintos. La firma Consultores 21 divulgó que la enmienda fue rechazada por 56,2 por ciento de los encuestados y 41,8 por ciento la apoya.
Datanálisis, firma muy usada por empresarios, hizo una encuesta a mediados de diciembre y encontró que 52,8 por ciento no apoya la enmienda, 29,7 por ciento sí y 9,2 por ciento es indiferente.
"En política nada está escrito, pero el tema de la reelección ya fue explorado entre la población y no hay cambios significativos. Al presidente le queda poco tiempo para tratar de convencer a la gente, de modo que tratar de sumar a gobernadores y alcaldes es una estrategia válida", indicó Luis León, director de Datanálisis.
En cuanto a Hinterlaces, sus mediciones dieron que 61 por ciento de los electores rechaza la enmienda y 32 por ciento la apoya, "pero esa distancia, marcada por la percepción de que Chávez quiere eternizarse en el poder, puede estar reduciéndose al avanzar la campaña en el sentido de que siempre será el pueblo el que decidirá", dijo Schémel.
"El rechazo del chavismo no es muy sólido, por lo que el presidente tiene una clara ventana de oportunidad para ganar, y la oposición no tiene una victoria segura, pues todo dependerá de que logre mostrar que la enmienda significa que los que actualmente gobiernan mal quieren perpetuarse en el poder", agregó Schémel.
Otra idea que ha sido lanzada, sobre todo por jóvenes opositores, es la de que la enmienda abre las puertas para que una clase se eternice en el poder y reste oportunidad a las nuevas generaciones.
"Yo no creo que ninguna persona de nuestra edad esté de acuerdo con esa enmienda, porque es prácticamente aniquilar a nuestra generación", dijo Ricardo Sánchez, de 23 años, presidente de la Federación de Estudiantes de la caraqueña Universidad Central.