Pese a la negación de Estados Unidos, el primer ministro de Israel, Ehud Olmert, confirmó este miércoles que intervino personalmente para asegurarse que Washington se abstuviera de votar la resolución 1860 del Consejo de Seguridad de la ONU la semana pasada.
Según Olmert, la secretaria de Estado (canciller) estadounidense Condoleezza Rice fue obligada a abstenerse de votar la resolución, que llamaba a un inmediato cese del fuego en Gaza, y que ella fue en gran medida responsable de su redacción.
El lunes, Olmert había dicho en una conferencia de prensa en la localidad israelí de Ashkelon, cercana a la frontera con Gaza, que hizo una llamada al presidente George W. Bush momentos antes de que fuera sometido a voto el cese del fuego.
Olmert dijo que primero intentó convencer a Bush de vetar la resolución. Como el mandatario estadounidense no había leído el texto, le informó de su contenido y le exhortó a vetarlo. Bush entonces instruyó a Rice para que se abstuviera de votarlo, luego de negarse a ejercer el veto.
Olmert es el único miembro de la troika en el gabinete israelí, que incluye a la canciller Tzipi Livni y al ministro de Defensa, Ehud Barak, que se resiste a la implementación de un inmediato alto al fuego.
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Barak quiere un "cese del fuego humanitario" de una semana en la Franja de Gaza. Por su parte, Livni llamó a poner fin a la operación, aun sin llegar a ningún acuerdo con Hamás (acrónimo árabe de Movimiento de Resistencia Islámica). Ella cree que el "factor disuasivo" ya fue establecido una vez más ante los numerosos enemigos árabes de Israel.
El factor disuasivo no sólo está destinado a Hamás, sino también al movimiento chiita libanés Hezbolá (Partido de Dios), contra el cual se enfrentó en la guerra en Líbano de 2006.
Cerca de 1.000 palestinos han muerto en Gaza desde el 27 de diciembre y más de 4.500 resultaron heridos, aproximadamente la mitad de ellos civiles. Al menos 10 israelíes murieron.
Los argumentos previos de Israel para su Operación Plomo Fundido van desde la necesidad de detener los misiles que Hamás lanza constantemente a sus localidades cercanas a Gaza, lo que no ha cesado, hasta destruir políticamente a la organización islámica, lo cual tampoco parece haber ocurrido.
Desde del inicio de la ofensiva, Hamás disparó como respuesta unos 700 misiles, algunos de ellos más avanzados que los que había usado antes, aun más adentro en territorio israelí. La cúpula de liderazgo de la organización permanece intacta.
Mientras, Olmert posterga una reunión con los ministros mientras les da a las Fuerzas de Defensa Israelíes el mayor tiempo posible para derrotar a Hamás.
La troika por sí sola no puede autorizar una expansión o la continuación de la ofensiva terrestre en Gaza, sino que necesita el apoyo del gabinete.
La actitud de Israel con el Consejo de Seguridad de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) vacila entre criticarlo cuando emite resoluciones contrarias al Estado judío y cooperar con él cuando lo apoya.
El Estado de Israel fue creado en 1948, después de que obtuviera legitimidad internacional a través de la resolución 181 del Consejo de Seguridad, de 1947, que dividió el Mandato Británico de Palestina (administración de la zona encomendada a Londres) en un estado árabe y otro judío.
Israel, sin embargo, sigue ocupando la Cisjordania y construyendo asentamientos judíos allí. También sigue controlando las fronteras de Gaza, su costa y su espacio aéreo. Todo violando la resolución 242 del Consejo de Seguridad, que llama a Israel a retirarse de los territorios que ocupó tras la guerra de los Seis Días en 1967.
Israel recientemente se quejó ante el Consejo de Seguridad por los cohetes Qassam de Hamás. Sin embargo, cuando ese órgano del foro mundial se reunió para discutir el tema, el gobierno israelí se negó a enviar a su canciller a Nueva York.
Mientras, Israel presiona regularmente al Consejo de Seguridad para que imponga sanciones a Irán debido a su supuesto programa para fabricar armas nucleares. También ha pedido que se castigue a Siria por contrabandear armas al Hezbolá, y simultáneamente pide que Teherán y a Damasco sean castigados por ignorar las resoluciones de la ONU.
Hace cerca de un mes, Livni elogió al Consejo de Seguridad por aprobar la resolución 1850, que respalda los resultados de la conferencia de paz hecha en la ciudad estadounidense de Annapolis en 2007, donde se promovió la llamada "solución de los dos estados", pero Israel se resiste a aprobar la 1860 porque va contra sus intereses.
Mientras, la situación humanitaria en Gaza sigue deteriorándose rápidamente.
La Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios informó que un creciente número de palestinos están atrapados en sus hogares y no pueden salir, mientras los suministros de comida y agua escasean.
Equipos de médicos se esfuerzan por recobrar los cadáveres y asistir a los heridos, con el riesgo de convertirse también ellos en víctimas de los ataques israelíes.
Los palestinos también tienen dificultades para enterrar a sus muertos, ya que tienen miedo a salir a las calles para llegar a los cementerios. Muchos se han visto obligados de enterrar varios cuerpos en una sola tumba.