Mientras la ofensiva israelí en Gaza está por cumplir una semana, toma fuerza una voz en la comunidad judía de Estados Unidos que rompe con la línea habitual y se opone al conflicto.
Los grupos tradicionalmente partidarios de las políticas de Israel llevan adelante una campaña de apoyo a los bombardeos contra Hamás (acrónimo árabe de Movimiento de Resistencia Islámica), que han matado a más de 400 personas, entre ellas un gran número de civiles, arguyendo que la ofensiva está justificada pues busca frenar los ataques con misiles por parte de la resistencia palestina a las ciudades del sur israelí.
El Comité Judío Estadounidense expresó un "fuerte apoyo a Israel en su operación militar dirigida contra objetivos terroristas en Gaza".
Por su parte, el Comité Estadounidense-Israelí de Asuntos Públicos instó a Washington a "ponerse firmemente con Israel cuando intenta defenderse".
Además de los constantes comunicados, representantes de estos grupos realizan apariciones regulares en los medios y convocan a conferencias de prensa.
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Pero cuatro importantes organizaciones judías en Estados Unidos llaman a un inmediato cese de los bombardeos y piden el envío de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza.
Uno de los grupos, Estadounidenses por la Paz Ahora, organización hermana de Paz Ahora, con sede en Israel, llamó al gobierno israelí a "poner fin a su operación militar en la Franja de Gaza y actuar para alcanzar un cese del fuego".
En tanto, la Alianza Judía para la Justicia y la Paz llamó al saliente presidente George W. Bush a "iniciar un esfuerzo internacional para negociar un inmediato cese del fuego".
Estas fuertes declaraciones, junto a otras similares del movimiento pacifista proisraelí J Street y el Foro de Políticas sobre Israel, marcan un claro contraste con muchos de los tradicionales grupos judíos en Estados Unidos.
"Hay una voz que es cada vez más clara y tiene una significativa resonancia en la comunidad judía estadounidense, que toma una posición y que no va a ser amedrentada", dijo Daniel Levy, ex negociador israelí y director del Grupo Especial sobre Medio Oriente de la New America Foundation.
"Se está moviendo el balón hacia delante y se están redefiniendo los parámetros del debate sobre lo que significa ser, en forma responsable y mediata, proisraelí", dijo a IPS.
Estas últimas declaraciones son en parte la culminación de una serie de esfuerzos para crear una voz pacifista proisraelí que no tema distanciarse de la línea tradicional, aunque estos grupos subrayan que apoyan al Estado judío y a su derecho a defenderse.
Pero Jeremy Ben-Ami, director ejecutivo de J Street, dijo que el tema no es el derecho de autodefensa, sino si realmente es producente una ofensiva como la lanzada contra Gaza.
"Aunque la operación de las Fuerzas de Defensa Israelíes en Gaza puede entenderse e incluso justificarse debido a la última ola de ataques con cohetes" por parte de Hamás, señaló Ben-Ami, "creemos que los verdaderos amigos de Israel reconocen que agravar el conflicto será contraproducente, alimentando más odio en la región y dañando las perspectivas de paz y estabilidad a largo plazo".
J Street repitió los mismos conceptos de su director en un comunicado de prensa en el que declaró que los bombardeos "arrastraban aun más al largo conflicto palestino-israelí al camino de una violencia de nunca acabar".
Mientras la mayoría de los otros grupos judíos han mostrado poco entusiasmo por el proceso de paz y por la llamada "solución de los dos estados", estas organizaciones los consideran elementos clave para la existencia del Estado judío.
Al contribuir a la paz con sus vecinos árabes, incluyendo los palestinos, estas organizaciones sostienen que están ayudando a Israel en el largo plazo.
Levy señaló que, en esencia, están diciendo: "También amamos a Israel, pero no nos hace nada bien ser los portavoces de la cancillería israelí".