El Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) e Israel aún discuten la letra chica de un proyecto franco-egipcio de cese del fuego, propuesto la semana pasada para poner fin a la sangría en el territorio palestino de Gaza.
"Los detalles de la propuesta siguen siendo poco claros", dijo a IPS Abdelaziz Shadi, coordinador del Programa de Estudios Israelíes de la Universidad de El Cairo. "Ambas partes aún están en proceso de estudiar los términos para determinar a qué intereses benefician."
Los presidentes Hosni Mubarak, de Egipto, y Nicolas Sarkozy, de Francia revelaron el 6 de este mes su iniciativa de tres puntos.
La propuesta llama a un cese del fuego provisorio bilateral para permitir el ingreso de asistencia humanitaria a Gaza, a deliberaciones entre representantes israelíes y palestinos para "asegurar" la frontera y reabrir el cruce de Rafah, entre la franja y Egipto, y la reanudación del diálogo entre facciones palestinas.
Los delegados de Hamás manifestaron un cauteloso optimismo e insistieron en que el acuerdo garantizase, sin temor a equívocos, la reapertura de las fronteras de Gaza, hoy cerrada por las autoridades israelíes y egipcias.
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"Hamás no aceptará la propuesta de cese del fuego a menos que derive en el levantamiento del actual sitio de Israel contra Gaza", dijo el viernes Moussa Abú Marzouk, alto dirigente del movimiento islamista.
Desde que Hamás tomó por la fuerza el control de la franja de Gaza de manos de la Autoridad Nacional Palestina en junio de 2007, un año y medio después de haber ganado las elecciones legislativas, el área ha estado sometida a un bloqueo que determinó una verdadera crisis humanitaria.
Con el apoyo de Estados Unidos y de la Unión Europea, el sitio privó a los 1,5 millones de habitantes de Gaza de alimentos, medicamentos y combustibles.
En los últimos tres días, representantes de Hamás se han reunido con mediadores de El Cairo para discutir los detales de la iniciativa. Medios de comunicación del gobierno de Egipto informaron que, según fuentes oficiales anónimas, las deliberaciones han sido "positivas".
Ambas partes "compartían la visión sobre la necesidad de alcanzar un cese del fuego para detener el derramamiento de sangre palestina", agregaron.
Pero el mismo día, el legislador palestino Salah al-Bardaweel dijo en El Cairo que los principales puntos de la iniciatíva son "aún objeto de debate".
"Le dijimos a los egipcios que tenemos algunas reservas sobre ciertas cláusulas, y aún estamos discutiendo. No hablamos sobre eso en público, pues aún confiamos en alcanzar un acuerdo en bien de nuestros intereses", sostuvo Bardaweel.
Mientras, portavoces israelíes aplaudieron la propuesta, en especial porque establecería el fin del vuelo de cohetes de Gaza al territorio del Estado judío y del tráfico de armas a territorio palestino a través de la frontera con Egipto.
Para los próximos días está prevista la visita a El Cairo de Amos Gilad, alto funcionario del Ministerio de Defensa de Israel, para deliberar con delegados egipcios.
Aymen Abdelaziz Salaama, profesor de Derecho Internacional en la Universidad de El Cairo, duda que la propuesta sea beneficiosa para los palestinos.
"En primer término, el acuerdo —tal como está formulado ahora— refleja la situación militar en el terreno, en el cual los palestinos son masacrados de a montones diariamente", dijo Salaama a IPS.
"En segundo lugar, tanto Estados Unidos como la Unión Europea parecen simpatizar con la posición de Israel, y al parecer no lo presionará para detener la agresión antes de que alcance sus objetivos militares", agregó.
La resolución aprobada el jueves por el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) no fue efectiva para detener la guerra de Israel contra Gaza, que se acerca al fin de su tercera seman.
El Consejo llamó a un inmediato cese del fuego, y las autoridades israelíes declararon de inmediato su intención de continuar con las operaciones. "Las Fuerzas de Defensa de Israel continuarán actuando para alcanzar las metas de la operación", dijeron al día siguiente.
"No me sorprende. La resolución del Consejo no tiene fuerza", se lamentó Shadi. "No establece mecanismos específicos para implementar un cese del fuego ni establece los mecanismos de presión par que Israel acceda a cumplirla."
Según Shadi, sólo Egipto, como uno de los pocos países que mantiene vínculos activos con Israel y con Hamás, tiene posibilidades de lograr un acuerdo de cese del fuego aceptable para las dos partes.
"El Cairo tiene los medios. Es el país árabe más grande con vínculos diplomáticos con Israel y puede presionarlo. También puede usar su frontera con la franja de Gaza para presionar a Hamás", dijo.
Egipto fue crucial para alcanzar una tregua de seis meses entre Israel y las facciones palestinas que terminó el 19 de diciembre pasado, poco antes del inicio de la actual campaña contra Gaza.
El partido opositor egipcio Hermandad Musulmana, proscripto aunque tolerado e ideológicamente cercano a Hamás, rechazó lisa y llanamente la iniciativa franco-egipcia.
"Su única estipulación clara es el cese del fuego provisorio y la 'contención', como si ambos bandos fueran militarmente iguales. El resto de las cláusulas son ambiguas", dijo a IPS Hamdi Hassan, legislador de la Hermandad Musulmana.
"Para peor, la propuesta ignora completamente cualquier referencia a los continuos crímenes de guerra cometidos contra la población civil de Gaza, para no mencionar el bombardeo de mezquitas y edificios religiosos y el uso de armas ilegales", concluyó.