La Casa Daros será inaugurada en fines de octubre, pero ya es una presencia activa en esta ciudad brasileña y empieza a movilizar artistas y educadores latinoamericanos.
Es que la Casa, un imponente edificio neoclásico del siglo XVIII, pasa por una profunda restauración antes de convertirse en un centro de artes, pero ya cuenta con un gran patrimonio y acciones definidas. Pretende potenciar y difundir la producción artística, integrando arte, educación y comunicación.
Será sede de un proyecto de Daros Latinoamérica, una filial de Colección Daros, la institución suiza de la familia Schmidheiny, que reunió un gran acervo de arte contemporáneo europeo y norteamericano en los años 80 y lo expone regularmente en su sede de Zurich.
Desde 2000 empezó a formar su colección latinoamericana, creando la institución especializada, y ahora instalará en Río de Janeiro un centro de exhibición y también de talleres, biblioteca, seminarios y residencia de artistas, para promover la producción, reflexión e intercambio cultural de América Latina.
Daros Latinoamérica ya posee mas de 1.000 obras de 100 artistas, la mayor colección de arte latinoamericana en Europa, además de 3.500 publicaciones sobre el tema. La Casa Daros contará con ese patrimonio para sus muestras, además del conocimiento, la experiencia y los conceptos ya desarrollados por la institución suiza.
Por eso, desde el segundo semestre de 2007 la Casa está en actividades, pese a la precariedad de su sede, limitada a oficinas improvisadas al lado del edificio en refacción, con sus efectos en términos de ruidos y polvo.
Con 11.000 metros cuadrados de área construida, el edificio queda en el barrio Botafogo, entre el centro y las playas cariocas más famosas, Copacabana e Ipanema. Su inauguración como Casa Daros solo será formalizada en fines de octubre y con 60 por ciento de restauración, informó Ana Wambier, asistente de Publicaciones y Contenido del proyecto.
El caserón, un patrimonio histórico de la ciudad, se inauguró en 1866 y sirvió para recoger huérfanas, luego como escuela, hasta ser adquirido por Daros Latinoamérica en 2005. Las obras iniciales de revitalización revelaron la gravedad del deterioro que exige un arduo y prolongado trabajo de acondicionamiento, además de adaptación a la nueva finalidad.
Pero la institución promueve variadas actividades desde agosto de 2007. Por ejemplo, talleres internacionales para artistas-educadores y seminarios con curadores, críticos y dirigentes de centros culturales sobre investigación, creación y circulación de arte, además de encuentros de artistas que tienen sus obras en la colección Daros Latinoamérica y sus invitados.
La Casa Daros contrató en 2007 a jóvenes formados en la Escuela de Fotógrafos Populares de Maré, una conocida y violenta "favela" (asentamiento irregular en las faldas de cerros) de Río de Janeiro, para el proyecto "Metamorfosis del registro", para documentar con imágenes la evolución de la restauración del caserón neoclásico.
Esa actividad derivó en otra más amplia, llamada la Casita Daros, que consistió en talleres de "pin hole", es decir de fotos sacadas con cámaras artesanales, hechas de cajas y latas viejas, usadas como cámara oscura con pequeños agujeros. Es una forma sencilla de enseñar el mecanismo de la fotografía, con imágenes sorprendentes.
Cuatro decenas de niños y niñas de la Favela de la Maré participaron en los talleres y siete de sus fotos compusieron muestras en la Casa Daros y en el Museo de la Maré, en abril y noviembre. Alumnos de dos escuelas cercanas a la Casa se incorporaron al proyecto.
La última actividad, concretada el 1 y 2 de diciembre, reunió a educadores y artistas que protagonizaron y siguen actuando en proyectos innovadores en términos de enseñanza, donde el arte ocupa una posición central, en denominado Primer Encuentro Internacional de Educación, Arte y Analfabetismo Funcional.
Experiencias de Brasil, Colombia, Cuba, Panamá, Portugal, Estados Unidos e Italia fueron expuestas y discutidas como ejemplos de educación transformadora y soluciones para superar el analfabetismo y las ineficiencias de la enseñanza convencional.
Casa Daros tiene al cubano Eugenio Valdés Figueroa como director de Arte y Educación, y a la periodista brasileña Isabella Nunes a cargo del área administrativa y de comunicación. El director general es Hans-Michael Herzog, curador de la colección Daros Latinoamérica.
Además del énfasis en educación y en la relación con el público, Casa Daros se propone intensificar la circulación de las obras artísticas latinoamericanas por la región, hacerlas más conocidas, contribuyendo a la integración cultural. Los variados encuentros y seminarios, medios de reflexión y diálogo, apuntan en la misma dirección.
Habrá en la Casa un sector para residencia, donde artistas invitados vivirán algún tiempo para producir y participar en talleres y diálogos. La meta, a ser alcanzada gradualmente, es tener 11 artistas cada año.
No será un museo, sino un centro para promover un nuevo dinamismo en las artes latinoamericanas, sin limitarse a las artes plásticas, que representaron el impulso inicial de Daros, ni a la sede en Rio de Janeiro. Trabajos audiovisuales, literatura, otras manifestaciones culturales y educación y amplia circulación de la colección hacen parte de los planes.