El capitán Moussa Dadis Camara, nombrado nuevo presidente de Guinea por un grupo de militares que asumieron el poder tras la muerte del dictador Lansana Conté, ahora procura tranquilizar al mundo.
El Consejo Nacional para la Democracia y el Desarrollo (CNDD), creado el martes por los líderes del golpe, prometió organizar elecciones democráticas para diciembre de 2010. También decretó un toque de queda nacional de las 8.00 PM a las 6.00 AM, que entrará en vigor tras el funeral de Conté este viernes.
La mañana del lunes, cuando murió Conté, soldados ocuparon a la fuerza las instalaciones del canal nacional de Guinea para anunciar la suspensión de la Constitución, la disolución del gobierno y de las instituciones de la República.
El capitán Camara leyó la declaración por radio y televisión como portavoz de los golpistas. "Las Fuerzas Armadas de Guinea decidieron poner fin al desorden, restaurar la autoridad del Estado, luchar contra la corrupción para reforzar la democracia y pelear contra la pobreza", señaló.
El presidente de la Asamblea General, Aboubacar Somparé, sucesor de Conté según la carta magna, rechazó el golpe, en tanto que el primer ministro, Ahmed Tidiane Souaré, aceptó el nuevo gobierno de facto. Mientras, los militares ocupaban todos los puntos estratégicos de la capital, Conarky.
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Los golpistas anunciaron una reunión para este sábado con el cuerpo diplomático para "tranquilizar a la comunidad internacional".
Camara anunció los nombres de 26 soldados —todos oficiales jóvenes entrenados en importantes academias militares de Occidente— y de seis civiles que ahora forman el CNDD, organismo a cargo de la transición.
La oposición expresó su condena al golpe.
"Estoy en contra de todos los intentos de derrocar el poder legal por la fuerza, y pelearé contra cualquiera que intente devaluar los triunfos democráticos de la República de Guinea", dijo Mouctar Diallo, un joven líder político, presidente del partido Fuerzas de la Nueva Democracia.
Sin embargo, el principal líder opositor, Alpha Condé, presidente de la Congregación del Pueblo Guineano, quien retornó al país el día siguiente a la muerte de Conté, aún no ha hecho una declaración pública.
Y el Partido por la Unidad y el Progreso (PUP), sobre cuya plataforma Conté se postuló como presidente en 1992, 1998 y 2003, todavía no ha condenado en forma abierta el golpe.
"La gente está esperando ver qué pasa, porque la situación es confusa y uno no sabe exactamente en qué terminará ahora que el ejército está involucrado en la sucesión del presidente", dijo a IPS el parlamentario Cheikh Tidiane, del PUP.
El propio Conté llegó al poder en un golpe sin derramamiento de sangre tras la muerte del dictador Sékou Touré en 1984, y gobernó el país con mano de hierro durante 24 años. Pero también será recordado como el líder que introdujo la libertad de expresión, permitió una mayor apertura al mundo y convocó a elecciones multipartidarias como parte de una nueva Constitución en 1990.
Camara y el CNDD tomaron control de un país con ricos recursos naturales (incluyendo bauxita, oro, diamantes y hierro) pero con un frágil Estado, debilitado por la corrupción y una cultura de violencia instalada en ciertos elementos del ejército.
En enero y febrero de 2007, soldados dispararon contra una multitud de manifestantes en Conarky, causando por lo menos 186 muertes.
Más de 53 por ciento de los dos millones de guineanos viven por debajo de la línea de pobreza, con menos de un dólar diario, según datos oficiales.