Tras una sesión de emergencia a puertas cerradas, los 15 miembros del Consejo de Seguridad de la ONU hicieron una declaración blanda expresando «seria preocupación» por los devastadores ataques israelíes en Gaza y pidiendo un «inmediato alto a la violencia».
El tono débil de la declaración era predecible porque Estados Unidos, un tradicional aliado leal a Israel, nunca aceptaría una "censura" o "condena" a la ofensiva, aun cuando el número de muertes palestinas superó las 350, en gran parte civiles. Un solo israelí murió en los tres días de ataques.
Phyllis Bennis, directora del Proyecto por un Nuevo Internacionalismo en el Instituto para Estudios Políticos de Washington, señaló que el Consejo de Seguridad de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) "refleja las metas y alianzas estratégicas de los países más poderosos con poder de veto, particularmente de Estados Unidos".
"Otros miembros electos del Consejo, incluyendo a los gobiernos no alineados, a veces guiados por principios, como Sudáfrica, Indonesia y Libia, se rinden ante la presión estadounidense", dijo Bennis a IPS.
Además de los cinco miembros permanentes con poder de veto (China, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Rusia), los otros integrantes del organismo son Bélgica, Burkina Faso, Costa Rica, Croacia, Indonesia, Italia, Libia, Panamá, Sudáfrica y Vietnam.
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"Claramente, el Consejo de Seguridad abdicó de su responsabilidad. Su declaración rechazó todo reconocimiento de las violaciones israelíes al derecho internacional, y más aun cualquier intento de hacer responsable a Israel de esas violaciones", dijo Bennis.
El presidente de la Asamblea General, Miguel dEscoto, hizo consultas a los países miembros sobre una posible acción diplomática.
Bennis sostuvo que, ante la inacción del Consejo de Seguridad, es la Asamblea General, el órgano más representativo y democrático de la ONU, la que debe asumir el liderazgo y responder a la crisis en Gaza.
La analista sostuvo que la Asamblea debería reunirse en sesión de emergencia y permanecer así hasta que se apruebe un plan concreto, determinando cómo implementar el deber de la ONU en proteger los pueblos ocupados que sufren una agresión militar y responsabilizar a la fuerza ocupante por violaciones al derecho internacional, en este caso Israel.
"No hay vetos en la Asamblea General. Los diplomáticos estadounidenses mantienen el poder económico, político y diplomático de las amenazas y los sobornos, pero no tienen forma legal de detener a una mayoría decidida a actuar", afirmó.
También subrayó la importancia de que funcionarios del foro mundial, incluyendo a dEscoto y al reportero especial sobre derechos humanos de la ONU en los territorios ocupados, Richard Falk, dejen públicamente claro que Israel violó el derecho internacional y debe ser responsabilizado por eso.
El secretario general, Ban Ki-moon, tratando de ser imparcial en sus declaraciones, condenó los ataques con cohetes lanzados por el palestino Hamás (acrónimo árabe de Movimiento de Resistencia Islámica), la razón esgrimida por Israel para su ofensiva aérea sobre Gaza, y llamó a ambas partes a "detener sus actos de violencia".
"Se debe declarar de inmediato un cese del fuego. También deben refrenar su discurso provocativo", dijo Ban a periodistas el lunes.
La alta comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Navy Pillay, no sólo condenó los ataques de Hamás, sino que también criticó "el desproporcionado uso de la fuerza de Israel".
Consultado sobre si el secretario general debió haber hecho una declaración más fuerte, el embajador palestino Riyad Mansour dijo a periodistas el lunes: "Estamos satisfechos con parte del lenguaje que usó, específicamente cuando se refirió a que Israel debía cumplir sus obligaciones bajo el derecho humanitario internacional".
"Sí, si fuera por nosotros, nos gustaría haber visto que el secretario general usara un lenguaje diferente en ciertos temas", añadió.
DEscoto, por otra parte, ha sido un duro crítico de las acciones de Israel.
La ofensiva en Gaza, dijo, representa masivas y graves violaciones al derecho humanitario internacional, como está definido en las Convenciones de Ginebra, tanto en cuanto a los deberes de una fuerza ocupante como en las leyes de la guerra.
Estas violaciones incluyen los castigos colectivos, el ataque a civiles y las respuestas militares desproporcionadas.
DEscoto señaló que las 1,5 millones de personas que viven en la Franja de Gaza están siendo castigados por las acciones de unos pocos combatientes islámicos.