El presidente de la Asamblea General de la ONU, el sacerdote católico nicaragüense Miguel dEscoto Brockmann, quien equiparó las políticas israelíes en los territorios palestinos ocupados al «apartheid», ahora corre riesgo de vida.
El apartheid fue el nombre con que se conoció al régimen sudafricano de segregación institucionalizada de la minoría blanca contra la mayoría negra, y que llegó a su fin en 1994.
El portavoz del presidente de la Asamblea General, Enrique Yeves, declaró el lunes a la prensa que hay "amenazas muy serias" contra DEscoto en Internet y que el asunto está siendo tratado por los servicios de seguridad de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) y funcionarios estadounidenses.
Las amenazas pudieron originarse en versiones periodísticas que tuvieron gran repercusión, consideradas falsas, acerca de que DEscoto trató de evitar que representantes de Israel hablaran en la conmemoración del 60 aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos, el 10 de este mes.
"Se trata de una total falsedad malintencionada", espetó Yeves, al indicar que la versión circuló en varios periódicos israelíes la semana pasada.
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El cuento de que el presidente de la Asamblea General trató de impedir que los representantes israelíes hablaran "puede definirse como una calumnia que cualquier tribunal consideraría un acto criminal", añadió.
La relación de amor y odio entre la ONU e Israel se agravó más tras la negativa de ese país a que el relator especial Richard Falk concurriera a los asediados territorios palestinos ocupados.
Las autoridades israelíes impidieron el ingreso de Falk a su país, quien llegó al aeropuerto de Tel Aviv el lunes con otros funcionarios del Alto Comisionado de Derechos Humanos. La comitiva estaba en visita oficial cumpliendo con el mandato conferido por el Consejo de Derechos Humanos.
El objetivo de la misión era investigar violaciones a los derechos humanos contra la población civil de Gaza, Cisjordania y Jerusalén oriental, los territorios palestinos ocupados por Israel desde 1967.
Falk también se había propuesto analizar "la crisis humanitaria en la franja de Gaza, generada por el sitio contra los 1,5 millones de habitantes, impuesto por la potencia ocupante".
El relator del foro mundial fue mantenido incomunicado al menos 30 horas antes de iniciar su viaje de regreso a Nueva York, informó la ONU.
La actitud de Israel "refleja la decisión peligrosa tomada por un solo país de rechazar un mandato de la ONU y a un funcionario designado" por la organización, señaló DEscoto.
Las dos actitudes de Israel, los ataques en la prensa contra DEscoto y el rechazo de Falk, "no ayudan ni son conducentes con el clima de armonía internacional" que el presidente de la Asamblea General trata de promover, declaró Yeves.
DEscoto sostiene que la Asamblea General de 192 miembros debe permanecer "inclusiva", no "exclusiva".
El mes pasado, DEscoto criticó una iniciativa de Estados Unidos de organizar una conferencia internacional sobre la crisis financiera porque Washington restringió el encuentro a los países del Grupo de los 20 (G-20), integrado por las mayores economías mundiales, tanto industriales como emergentes.
La conferencia debía incluir a todos los miembros de la Asamblea General, no sólo a 20 países, alegó.
El G-20 está integrado por Alemania, Arabia Saudita, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Rusia, Sudáfrica y Turquía. La Unión Europea (UE) también forma parte del grupo, representada por la presidencia rotativa del bloque de 27 países y autoridades del Banco Central Europeo.
Al asumir la presidencia de la Asamblea General, a mediados de septiembre, DEscoto señaló que una de sus principales prioridades sería "democratizar la ONU".
También señaló que organizaría tres reuniones de alto nivel: una, para analizar las instituciones multilaterales de crédito, incluidos el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI), la segunda, para revitalizar la Asamblea General, y la tercera, para estudiar una reforma del Consejo de Seguridad.
Por su parte, los israelíes también parecen molestos con el ataque lanzado por DEscoto contra el Estado judío, en noviembre, cuando declaró ante delegados de la Asamblea General que hace 60 años unos 800.000 palestinos fueron expulsados de sus hogares y propiedades, lo que los convirtió en un pueblo refugiado, desarraigado y marginado.
Hace 61 años, la Asamblea General adoptó una resolución histórica, la 181, que creó un Estado judío y otro árabe, recordó DEscoto.
"El estado de Israel, creado un año después en 1948, celebró sus 60 años de existencia", declaró el presidente de ese órgano de la ONU. "Es vergonzoso que todavía no haya un Estado palestino para celebrar".
"Lo que se hace contra el pueblo palestino, para mí, es una versión de la horrorosa política del apartheid", declaró DEscoto ante la Asamblea General con motivo de la conmemoración del Día Internacional de Solidaridad con el Pueblo Palestino, el 29 de noviembre.
El Consejo Judío de Asuntos Públicos, con sede en Nueva York, condenó a la Asamblea General por conmemorar ese día y "deploró" las declaraciones de su presidente respecto del apartheid.
El presidente de la Asamblea General también arremetió contra los altos cargos del Banco Mundial y del FMI por no participar en la Conferencia Internacional de Seguimiento sobre Financiación para el Desarrollo, en Doha, Qatar, del 29 de noviembre al 2 de este mes.
DEscoto, nacido en Estados Unidos, fue ordenado sacerdote por la comunidad misionera, principalmente estadounidense, Maryknoll a principios de los años 60. Se graduó en la prestigiosa Facultad de Periodismo de la Universidad de Columbia, de Nueva York. De 1979 a 1991 fue canciller de Nicaragua.
Actualmente es asesor en relaciones exteriores, con el rango de ministro, del izquierdista presidente de Nicaragua, Daniel Ortega Saavedra.
