EEUU-IRÁN: Halcones sobrevuelan a Obama

Anticipándose a la asunción de Barack Obama como presidente de Estados Unidos, neoconservadores comenzaron a dar consejos públicos sobre cómo debería la próxima administración manejar las relaciones con Irán.

Crédito: Sitio oficial de Barack Obama
Crédito: Sitio oficial de Barack Obama
La mayoría de las voces en Washington acusan a Teherán de querer fabricar armas nucleares bajo la excusa de tener planes de desarrollo pacíficos, y por tanto sostienen que se deben tomar medidas para evitarlo, aunque hay discrepancia sobre cuáles tendrían que ser esas medidas.

Mientras Obama habla de un significativo involucramiento diplomático sin descartar ninguna opción de la mesa, los "halcones" (el ala más belicista) dudan de la eficacia del diálogo y piden sanciones más severas, incluyendo ataques militares para disuadir a los líderes iraníes de sus ambiciones..

"Parece haber un consenso general de que si no quieres la guerra, entonces tienes que adoptar sanciones", dijo Gary Milhollin, fundador del Proyecto de Wisconsin sobre Control de Armas Nucleares, con sede en Washington, un grupo de investigación sin fines de lucro auspiciado por la Universidad de Wisconsin.

"Sanciones significativas, pesadas, fuertes son la única amenaza al régimen" iraní, dijo al participar de un foro de la derechista Heritage Foundation.
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El Proyecto, financiado con fondos estatales y privados, incluye al sitio web Iranwatch.org, autoproclamado como un "completo depósito de una abierta fuente de información sobre los sospechosos programas de Irán (para la fabricación) de armas de destrucción masiva".

Iranwatch.org, según dijo Milhollin en un encuentro organizado por el neoconservador American Enterprise Institute (AEI), estima que Teherán ya contaría con material como para fabricar armas atómicas en pocos meses.

Pero no todos en el AEI están convencidos de que las sanciones pueden detener a Irán.

"Lo único que se ubica entre Irán y las armas nucleares es el potencial uso de la fuerza militar", dijo John Bolton, ex miembro de la AEI y ex embajador del gobierno de George W. Bush.

Bolton, sin embargo, cree que una ofensiva de Estados Unidos es improbable debido a la actual transición política, dejando a Israel como el único país que potencialmente puede atacar el programa atómico iraní, lo cual también sería difícil debido a la propia incertidumbre política israelí de cara a las elecciones de febrero.

"Ausente la posibilidad del uso israelí de la fuerza", Teherán pronto podría tener un arma nuclear, señaló. "Tendremos que negociar con un Irán nuclear porque todo lo demás fracasó". "Hemos perdido esta carrera", afirmó.

Sin embargo, no todos se mostraron resignados como Bolton.

Jim Phillips, investigador sobre Medio Oriente de la Heritage Foundation, llamó a adoptar más sanciones punitivas a Irán, señalando que el "talón de Aquiles" de ese país era su "errática economía".

La campaña para impedir negociaciones con Irán se basa sobre dos supuestos fundamentales: los avances científicos de Irán hacia la obtención de armas atómicas y la futilidad de negociar con su gobierno.

El último punto fue subrayado por Milhollin y reiterado en un comunicado de prensa del neoconservador Comité sobre el Peligro Presente (CPD, por sus siglas en inglés), grupo de halcones co-presidido por George Shultz, ex secretario de Estado (canciller) del gobierno de Ronald Reagan (1981-1989), y por Jim Woolsey, ex jefe de la Agencia Central de Inteligencia (CIA).

El comunicado del CPD el jueves pasado llamó la atención sobre un informe del Instituto para la Ciencia y la Seguridad Internacional anunciando que, según datos recientes, Irán podría contar con suficiente uranio enriquecido como para fabricar una bomba "en unos cuatro meses".

"Esperamos que la administración entrante preste atención" a esto, concluyó el comunicado.

Los neoconservadores, a pesar de ser pocos en número, gozan de una enorme influencia en los gobiernos, sean conservadores o liberales, gracias a una combinación de astutas alianzas y una gran exposición pública a través de su amplia presencia en los medios.

Aun fuera de la presidencia, como en los años 90, o de puestos importantes para la política exterior, como los departamentos de Estado y de Defensa, los neoconservadores logran impulsar públicamente su agenda a través de organizaciones como el CPD o el Proyecto para el Nuevo Siglo Estadounidense, grupo clave para promover la invasión a Iraq en 2003.

Sus campañas, tanto para invadir Iraq como para evitar negociaciones con Irán, son esfuerzos altamente coordinados con numerosos actores.

El 2 de este mes, Bolton dijo ante el AEI que las negociaciones con Teherán estaban destinadas al fracaso.

Dos días después, en la Heritage Foundation, Phillips afirmó que la vía diplomática no tendría éxito debido a que Irán tiene un gobierno islámico más preocupado por la ideología que por los intereses de su pueblo.

Una semana antes, Michael Rubin, experto en Irán del AEI, escribió un artículo para el sitio web de Radio Free Europe/Radio Liberty, medio de prensa financiado por el Congreso legislativo estadounidense.

"Si para la diplomacia se necesitara sólo las buenas intenciones de Washington, el mundo sería un lugar mágico. Es irónico que algunos diplomáticos estadounidenses confíen en la república islámica más de lo que lo hacen los propios iraníes", escribió.

"El impedimento para las negociaciones no reside en Washington, sino en Teherán. Como aprenderá Obama cuando asuma el cargo, los funcionarios iraníes por lo general se acercan a la diplomacia no con sinceridad", añadió.

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