CAMBIO CLIMÁTICO: Indígenas presionan por bosques y selvas

Los mecanismos para reducir las emisiones de gases invernadero originados por la deforestación dominan el debate en la conferencia de la ONU sobre cambio climático que transcurre hasta este viernes en Poznan, Polonia.

Los bosques y selvas quedaron fuera del sistema de comercio de carbono instaurado con el Protocolo de Kyoto, debido a las dificultades de medir adecuadamente las emisiones de dióxido de carbono atribuibles a la desforestación.

Cuando se acordó en este contexto legal el Plan de Acción de Bali en diciembre de 2007, incluía un programa para fortalecer la conservación de bosques en los países en desarrollo.

La Iniciativa de Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación —conocida por sus siglas en inglés, REDD— propone ampliar los actuales mecanismos de comercio de carbono.

En el marco del mercado de carbono establecido en el Protocolo de Kyoto, las compañías que superen sus límites de emisiones de gases invernadero pueden invertir en proyectos limpios en el Sur, protección de bosques incluida, mientras ganan tiempo para disminuir su propia contaminación.
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Pero REDD no tiene una forma definitiva. Varias propuestas compiten, cada una con diferentes estructuras de financiamiento, control y supervisión. También está sin definir aún el concepto de bosques.

Organizaciones indígenas perciben en las propuestas para la REDD amenazas a su derecho de conservar su cultura y sus modos de vida en bosques y selvas de todo el mundo. Afirman que se los ha excluido de las negociaciones.

Tom Goldtooth, director de la Red Ambiental Indígena, dijo a IPS: "Los pueblos nativos somos los más vulnerables al cambio climático. Hemos sino desproporcionadamente perjudicados, y aun así no tenemos voz aquí, frente a otros negociadores."

Goldtooth dijo que las medidas de mitigación sugeridas por el Protocolo de Kyoto no beneficiaban a los indígenas. "La mayoría están dirigidas por el mercado, y a aquellas que no lo están no se les da mucha atención. Debemos acabar con este desequilibrio", explicó.

Murray Gauntlett, de la red Global Forest Coalition, dijo que la REDD debe suspenderse antes de que todos los actores del proceso acuerden su funcionamiento.

"La iniciativa es crucial, en especial para la población de áreas boscosas en el Sur en desarrollo. En esas zonas se violan los derechos de los pueblos indígenas", afirmó Gauntlett.

"Nos preocupa que la implementación de la REDD se acelere por el Banco Mundial sin fijar políticas sólidas sobre consultas a las comunidades, sin reconocimiento de los principios de consentimiento libre y previo reconocido en 2007 por la Asamblea General de la ONU (Organización de las Naciones Unidas)", añadió.

La Global Forest Coalition, que reúne a organizaciones indígenas de todo el mundo, critica al Banco Mundial por haber asignado ya fondos a 14 países con el fin de que se preparen para implementar las estrategias de al REDD.

La iniciativa es prematura, según Gauntlett. "Necesitamos, por ejemplo, saber qué sucederá cuando lleguen las inversiones. ¿Quién será el propietario de los árboles? ¿Se reconocerá el derecho de los pueblos nativos a ingresar a los bosques para recoger frutos o cazar?", expuso el activista.

"Se deben resolver los problemas de la propiedad. ¿De quién serán los árboles? ¿Los poseerá alguna compañía extranjera y luego se nos cobrará el derecho al acceso?", inquirió.

Comunidades como las batwa, ndorobo y bener en Ugada ya se han visto amenazadas por pasados esfuerzos de conservación, advirtió Debora Osilla, de la Iniciativa para la Capacidad de Transformación de Minorías y Pastores en ese país africano.

"Lo correcto sería recompensar a los pueblos indígenas por conservar los bosques. Se les debería dar apoyo para desarrollar sus conocimientos tradicionales, su diversidad cultural y la biodiversidad en sus territorios", indicó Osilla.

El secretario ejecutivo de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, Yvo de Boer, dijo a IPS que mantuvo reuniones en Poznan con representantes nativos.

"Sugirieron la creación de un grupo de expertos que atendiera sus preocupaciones. Los alenté a traer propuestas específicas al respecto", dijo.

Las organizaciones indígenas ya buscan apoyo entre los gobiernos. Al menos uno, el de Bolivia, está dispuesto a hacer suya la propuesta, informaron a IPS participantes en la conferencia en Poznan. Los contactos se concentran especialmente en los países nórdicos.

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