El renombre de la banano proviene de ser la principal fruta de exportación y la más popular en el mundo aunque también, y probablemente por esas mismas razones, la más disputada, como quedó otra vez en evidencia este lunes en la Organización Mundial del Comercio (OMC).
El Órgano de Solución de Diferencias (OSD) de la OMC, especie de tribunal que intenta zanjar los litigios del comercio internacional, concluyó sus tareas del año enzarzado en el pleito más antiguo del sistema multilateral.
En esencia, el OSD, donde participan los 152 Estados miembros de la OMC, adoptó los informes, que equivalen a dictámenes judiciales, del grupo especial y del Órgano de Apelación que entendía en la causa incoada por Estados Unidos contra la Unión Europea (UE).
El fallo fue rotundamente favorable a Estados Unidos, que, si bien es un productor marginal de la fruta en sus territorios de Puerto Rico y Hawai, tiene una palabra que decir en el pleito porque las grandes compañías comercializadoras del banano son históricamente estadounidenses.
El OSD confirmó su sentencia del 11 de este mes, cuando dio la razón a Ecuador, el primer exportador mundial, y determinó que la Unión Europea, el importador dominante en el mercado, debe modificar su régimen de comercialización de la fruta porque no se apega a las disposiciones de los acuerdos internacionales de comercio.
A grandes rasgos, los europeos admiten desde comienzos de 2006 el ingreso libre de impuestos de 775.000 toneladas anuales de banano provenientes del bloque de unos 70 países denominado África, Caribe y Pacífico (ACP), e integrado por ex colonias de la metrópoli europea.
El resto del banano que importa Europa, cultivado en países latinoamericanos, debe pagar un arancel de 176 euros (245 dólares) por tonelada.
Un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) consignó que en 2004 las exportaciones de banano en el mundo llegaron a 15,9 millones de toneladas. El monto de ese comercio, que en casi su totalidad se orienta desde países pobres del Sur a los ricos del Norte, ascendió entonces a 4.700 millones de dólares.
El representante europeo, John Clarke, dijo que el bloque europeo podría insistir en su política de fijar unilateralmente el arancel al banano, pero prefiere establecer ese impuesto en un acuerdo con los países latinoamericanos.
Estados Unidos reprochó a la UE por la tardanza en concertar ese acuerdo y le exhortó a continuar las discusiones con los latinoamericanos.
El tono de los países exportadores de América Latina fue diferente, porque consideran que el acuerdo con la UE ya fue convenido el 27 de julio, cuando ese bloque se comprometió a reducir a 114 euros (159 dólares) por tonelada el arancel que dos años y medio antes había establecido unilateralmente en 176 euros.
Y el núcleo de la discordia reside precisamente en ese acuerdo elaborado trabajosamente mientras en forma paralela se desarrollaba en la sede de la OMC, en Ginebra, una conferencia de ministros de unos 30 países, que intentaban dar forma a las modalidades de agricultura y productos industriales, la base de las negociaciones de liberalización del comercio comprendidas en la Ronda de Doha.
La posibilidad de un entendimiento sobre esos lineamientos generales para agricultura e industriales se desvaneció en julio por diferencias entre países del Norte y del Sur. El desacuerdo en esos temas arrastró también al entendimiento en la cuestión del banano.
Las perspectivas de la Ronda de Doha han quedado en hibernación, probablemente hasta que se definan las políticas comerciales del gobierno que asumirá el 20 de enero en Estados Unidos. En cambio, en banano al menos hay intercambio de parecer, aunque a veces subidos de tono.
Las discrepancias comenzaron en los mismas días de julio, apenas ocurrido el derrumbe de la negociación. En esa ocasión, los periodistas pudieron asistir en la OMC a un intercambio sumamente acalorado entre el representante de Costa Rica, Ronald Saborio, y el jefe de la misión de la UE, Eckart Guth.
Saborio, como prácticamente todos los delegados de países productores de la fruta en América Latina, objetaba que los europeos hayan ignorado ese acuerdo. A su vez, la UE sostenía, y lo sigue haciendo, que ese entendimiento estaba atado a un acuerdo global sobre las modalidades de agricultura e industriales.
Las cosas no han variado desde entonces. Cesar Montaño, jefe de los negociadores de Ecuador ante la OMC, dijo a IPS que "es una falta de seriedad de los europeos". Es increíble y decepcionante que no puedan cumplir el acuerdo de julio, insistió.
Honduras dijo que una de las opciones de la UE es "aumentar la tensión sistémica que existe por el banano y prolongar su proteccionismo ilegal, en tiempos en los que más vale evitar la tensión y el proteccionismo".
La otra alternativa es cumplir la promesa de transar esta disputa de larga data en los términos del acuerdo de julio, refirió la delegación de Tegucigalpa.
La primera acción contra la UE por el tema del banano se ventiló ante el Acuerdo General de Aranceles Aduaneros y Comercio, el órgano conocido por su sigla en inglés GATT, que fue substituido por la OMC a partir de 1995.
El GATT dictó la primera condena contra los europeos en 1993. Desde entonces se han presentado otras 12 demandas contra el régimen de aranceles para el banano.
Nicaragua apuntó que, a pesar de todas las condenas, la UE continua confiriendo acceso libre de aranceles a los abastecedores de banano del bloque CP, "lo cual es discriminatorio.
Montaño confirmó que Ecuador no descarta la posibilidades de iniciar en la OMC procedimientos de represalia contra la UE.
El representante ecuatoriano dijo que su país podría reclamar compensaciones a través de la compensación en su comercio de bienes, servicios y propiedad intelectual que mantiene con la UE.
Con cada ampliación del número de miembros de la UE, que ahora suman 27, Ecuador ha ido perdiendo mercados liberalizados, pues al incorporarse al bloque adoptaban el régimen proteccionista de Bruselas.
La exportación de Ecuador afronta mayores costos por los fletes más elevados a causa de la distancia de los principales mercados y del peaje por el Canal de Panamá. Con el nuevo arancel de 176 euros por tonelada, Europa ha dejado de ser el primer mercado del banano ecuatoriano y ese lugar lo ha ocupado Rusia, precisó Montaño.