Los pakistaníes que llegan al aeropuerto saudita de Yida, rumbo a la tradicional peregrinación musulmana a La Meca, reciben la vacuna oral contra la poliomielitis, sin importar su edad.
Entre ellos, 27 clérigos que, para llegar a la ciudad santa, deberán tragarse junto con la dosis, literalmente, un edicto religioso que ellos mismos emitieron para que sus feligreses no se inmunizaran, asegurando que la vacuna contenía ingredientes prohibidos o que causaba esterilidad
Arabia Saudita, que hace tiempo erradicó la poliomielitis, toma todas las precauciones para evitar que la transmitan peregrinos procedentes de países donde esta enfermedad, que afecta sobre todo a niños, es endémica, como Afganistán, India, Nigeria y Pakistán, no la importen.
"Los pakistaníes recibirán la dosis, sin importar su edad o lo que indique su certificado de vacunación, en cuanto lleguen a Arabia Saudita", declaró el director nacional del Programa Ampliado de Inmunización, Hussain Bux Memon.
"Es una buena política para evitar la propagación de la poliomielitis", coincidió el doctor Ni'ma Abid, de la oficina en Pakistán de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
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"Es muy bueno que un país musulmán exija la vacuna como prerrequisito para poder emprender la peregrinación, porque quiere decir que en su composición no hay ingredientes 'haram', prohibidos", remarcó.
"Los adultos pueden transmitir la enfermedad aunque no se les manifieste", aseguró Abid, y por eso también deben ser vacunados.
No es antojadizo que Arabia Saudita exija la inmunización de los peregrinos, dijo a IPS el doctor Yehya Mostafah, jefe del equipo de erradicación de la poliomielitis de la OMS en la provincia pakistaní de Sind.
"Un adulto procedente de un país donde la poliomielitis es endémica puede no estar enfermo, pero igual ser portador del virus y transmitirlo", explicó.
Además, muchos peregrinos vienen de países ricos, donde las condiciones de saneamiento son buenas y donde el sistema inmunitario de las personas es menos resistente que el de los pakistaníes, o de otros lugares donde la enfermedad es endémica, apuntó el especialista.
"Pueden ser más susceptibles al virus, en especial si, tanto adultos como niños, no fueron inmunizados", añadió Mostafah.
"Creo que es una estrategia efectiva para combatir el virus", coincidió la médica Rumina Hasan, jefa del departamento de patología y microbiología del Hospital Universitario Aga Khan, de esta meridional ciudad pakistaní.
"Lo que las autoridades sanitarias sauditas hacen es dar un refuerzo, porque para poder tramitar la visa de ingreso, ese país exigió vacunación a los peregrinos de países donde la poliomielitis es endémica", explicó Hasan.
Es bueno que los peregrinos reciban una refuerzo para que "sean más inmunes a la enfermedad" y para "evitar la transmisión" del virus, remarcó. Además negó que haya que suministrarla el mismo día a todas las personas de una misma zona geográfica para que sea efectiva.
"Es imposible, porque no todo el mundo llega a la vez a Arabia Saudita", apuntó. Además, el refuerzo evita que los peregrinos se reinfecten y vuelvan con el virus a sus países.
"La vacuna necesita un plazo antes de inmunizar a la persona", explicó Hasan.
"Arabia Saudita tomó esta decisión para evitar un desastre como el de 2003, cuando, a raíz de la peregrinación a La Meca, más de 20 países se reinfectaron con el virus importado de Nigeria", apuntó Abid.
La medida no fue tomada por la OMS ni por ninguna otra agencia internacional, aseguró.
En Pakistán, los casos aumentaron de 32 en 2007 a 81 este año. Se registraron, en su mayoría, en la Provincia de la Frontera Noroccidental y en las atribuladas Áreas Tribales Administradas Federalmente (FATA), en la frontera con Afganistán.
El edicto dictado por líderes religiosos pakistaníes llevó a que muchos padres se negaran a dar la vacuna a sus hijos durante la campaña contra la atroz enfermedad infantil.
En 2007, los padres de unos 24.000 niños y niñas de la Provincia de la Frontera Noroccidental se negaron a que fueran vacunados, convencidos de que se trataba de un ardid de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para esterilizar musulmanes.
Incluso hubo denuncias de voluntarios amenazados por militantes de esa provincia y de FATA, lo que tuvo consecuencias nefastas para la campaña de vacunación.
La actitud de los clérigos pakistaníes comenzó a virar hace seis meses, cuando las autoridades de Arabia Saudita anunciaron que los menores de 15 años debían presentar el certificado de que habían recibido la vacuna contra la poliomielitis seis semanas antes de solicitar la visa.
Otra consecuencia importante fue la declaración del líder Baitullah Mehsdu, de Tehrik-e-Talibán, de que su movimiento anunciaría pronto su respaldo a la próxima campaña nacional de vacunación contra la poliomielitis.
De ser así, los vacunadores ya no podrán responsabilizar a los militantes armados ni a los líderes religiosos por la falta de inmunización.
Un informe de la OMS y del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) consideró inaceptable la excusa de la "negación" de los padres para justificar las fallas de la campaña contra la poliomielitis en la Provincia de la Frontera Noroccidental y en FATA.
Los países ricos están muy interesados en erradicar la poliomielitis en el mundo para poder terminar con sus propios programas de inmunización.
El Ministerio de Desarrollo Internacional de Gran Bretaña anunció una contribución adicional de 13,5 millones de dólares para la campaña mundial contra esa enfermedad infantil.
Expertos internacionales subrayan que es preciso prestar especial atención a las verdaderas razones por las que niños y niñas no reciben la vacuna durante la campaña.
Durante la última campaña, del 13 al 15 de octubre, gran cantidad de menores de una pequeña localidad a las afueras de Islamabad quedaron sin vacunar, no porque los padres se hubieran negado, sino porque falsos equipos de vacunación marcaron la puerta de sus casas para crear confusión.
Esos equipos de vacunación "fantasma", ya detectados antes en la provincia de Sind, fueron puestos al descubierto por consultores privados, que confirmaron las sospechas de especialistas internacionales.
