Expertos y activistas criticaron severamente a los gobiernos africanos por su falta de colaboración con organizaciones de la sociedad civil en el desarrollo de políticas e investigaciones en materia de salud.
Los gobiernos tienden a percibir a esos grupos civiles como una amenaza porque son independientes, frecuentemente críticas y piden rendición de cuentas a los políticos, señalaron activistas esta semana en un foro ministerial global organizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Bamako, capital de Mali.
"La sociedad civil es la voz ausente en las investigaciones de salud", dijo Thelma Narayan, del Centro para la Salud Pública y la Equidad de India. Sin su participación, los esfuerzos de los gobiernos africanos para crear sistemas de salud sustentables fracasarán, advirtió.
Trabajar con las instituciones de la sociedad civil juega un papel vital para hacer que la investigación sea importante para las comunidades.
"Con una creciente asociación entre investigadores, gobiernos y organizaciones civiles, se podrá avanzar con la agenda de salud de una forma más eficiente y equitativa", agregó Narayan.
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Los activistas creen que los grupos civiles pueden mejorar el desempeño de los expertos y políticos, ofreciendo perspectivas culturales y sociales sobre las investigaciones y los sistemas de salud.
En Sudáfrica, por ejemplo, la organización Treatment Action Campaign demostró el impacto que pueden tener los grupos de la sociedad civil cuando presionó al gobierno para que pusiera fin, en 2004, a un programa piloto destinado sólo a un grupo de mujeres embarazadas infectadas con el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), que causa el sida.
Su campaña logró que el programa se extendiera a nivel nacional, para todas las embarazadas en esa condición.
Además, las organizaciones civiles puedan jugar un papel clave para comunicar a las comunidades los resultados de las investigaciones y, al mismo tiempo, asegurar que los investigadores conozcan las necesidades de las personas.
En consecuencia, la sociedad civil debe participar en todos los niveles del proceso de investigación, incluyendo su diseño, identificación de temas, recolección de datos y análisis de los hallazgos, dijo Samuel Anya, subdirector del Centro de Investigaciones en Salud Pública y Desarrollo (Phrdc, por sus siglas en inglés), de Gambia.
"Las organizaciones civiles están en una posición ideal para identificar las lagunas entre la investigación, las políticas y su implementación, ya que trabajan sobre el terreno en estrecho contacto con las comunidades", agregó.
"Necesitamos un proceso verdaderamente participativo, no meramente simbólico", dijo Anya en referencia a los gobiernos que realizan consultas con la sociedad civil pero ignoran sus recomendaciones a la hora de definir las políticas.
Según Shyama Kuruvilla, investigadora del Instituto de Desarrollo Exterior, con sede en Londres, los gobiernos, especialmente los de países con escasos recursos, pueden beneficiarse con la participación de las organizaciones de la sociedad civil en el proceso de toma de decisiones.
En muchos casos, agregó, la política de salud está erróneamente centralizada en el contenido de las reformas y deja de lado a los actores, como los grupos civiles, que pueden ser de utilidad si participan e informan sobre el contexto en el que es desarrollada esa política.
"Los grupos civiles son indispensables para implementar con éxito las investigaciones y las políticas", especialmente a nivel de base, afirmó la directora del Phrdc, Ayo Palmer.
Sin embargo, en muchos países africanos, la investigación, el diseño de políticas y las iniciativas de la sociedad civil permanecen en terrenos separados. "Una gran preocupación es que en la mayoría de las naciones no existe claridad sobre cómo trasladar las investigaciones a políticas concretas", advirtió.
También es importante que los países tomen control de sus propias investigaciones, en lugar de confiar en estudios internacionales, para obtener resultados y recomendaciones que puedan ser implementados localmente.
"Debemos desarrollar la capacidad local de investigación, con las organizaciones de la sociedad civil asegurando que los gobiernos mantengan las promesas que formularon y forzándolos a actuar", afirmó Sam Kinyanjui, del Instituto de Investigaciones Médicas de Kenia.
"Actualmente, África tiene la máxima incidencia de enfermedades infecciosas y la menor capacidad de investigación", enfatizó.
Sin embargo, los gobiernos del continente continúan confiando en los estudios internacionales para tomar decisiones sobre cómo construir y mejorar sus sistemas de salud.
Además, frecuentemente el público no está suficientemente informado sobre las iniciativas de investigación y falta transparencia en relación con el gasto y los objetivos que se alcanzan, dijo Ruth Oniang'o, fundadora del Programa de Extensión Rural de Kenia.
"Existe muy poco interés de los gobiernos en la participación del público y los aportes de la sociedad civil son frecuentemente ignorados", aseguró.