El aspirante opositor a la presidencia de Estados Unidos, Barack Obama, y los candidatos de su Partido Demócrata al Congreso legislativo se encaminan a una victoria histórica en las elecciones de este martes, según expertos y encuestadores.
Los últimos sondeos indican que Obama le lleva a su principal rival, el senador del gobernante Partido Republicano John McCain, una ventaja de entre seis y doce puntos porcentuales de los entrevistados.
Una de las últimas encuestas, realizada el domingo y divulgada por la cadena de televisión NBC y el diario The Wall Street Journal, atribuye a Obama 51 por ciento de los sufragios de los votantes entrevistados y a McCain, 43 por ciento.
La carrera hacia la Casa Blanca se emparejó ligeramente en los últimos días. De todos modos, McCain debería ganar toda la media docena de "estados oscilantes", ésos donde la diferencia es demasiado pequeña como para pronosticar un resultado.
El candidato oficialista también debería triunfar en varios estados más que hoy parecen, según las encuestas, volcarse hacia Obama.
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Pero los estados oscilantes aún son considerados inciertos en las últimas horas de campaña, incluso aquéllos donde triunfó el Partido Republicano en las últimas elecciones nacionales, como Ohio, Missouri, Florida, Carolina del Norte, Indiana y Montana.
En algunos de ellos no ha ganado un candidato demócrata a la presidencia desde 1964, cuando se consagró el texano y demócrata Lyndon B. Johnson.
"A estas alturas, McCain no podría ganar, probablemente, sin una intervención divina", escribió el periodista Charlie Cook en su columna para la revista National Journal, publicada este viernes.
Los empleados de la campaña de McCain continúan manifestando optimismo, pero la cuatro de cada cinco expertos del Partido Republicano encuestados la semana pasada por National Journal, entre ellos funcionarios, legisladores y asesores de alto nivel, pronosticaron que Obama triunfaría.
Todos los 74 expertos demócratas coincidieron en ello de forma unánime.
También los apostadores abandonaron a McCain. El mercado electrónico de apuestas Intrade y el de Iowa le dan menos de una posibilidad en 10, cuando a mediados de septiembre la carrera iba 50-50 con Obama.
Las encuestas para el Congreso también apuntan a la consolidación de la mayoría demócrata en ambas cámaras legislativas.
Algunas indican que los demócratas conquistarán siete escaños en el Senado, lo cual los ubicará cerca de los 60 necesarios para abortar cualquier intento obstruccionista por parte de la minoría.
La mayoría de los expertos de ambos partidos creen que los demócratas también consolidarán su mayoría en la Cámara de Representantes al conquistar 24 lugares, lo cual elevará sus escaños a 259 de los 435.
Algunos analistas profesionales, en cambio, insisten en que los demócratas podrían consagrar hasta 33 representantes adicionales, con lo que lograrían la mayoría más abultada en 20 años.
Las elecciones del martes prometen ser históricas en varios sentidos.
Si triunfa Obama, hijo de una blanca del estado de Kansas y un negro de Kenia, será el primer presidente perteneciente a una minoría racial, así como fue el primer candidato afrodescendiente al cargo.
Nueve de cada diez negros encuestados prevén votar por Obama, según los sondeos. También se le atribuyen amplias mayorías, de entre 60 y 75 por ciento, en otras comunidades étnicas y religiosas minoritarias, como los descendientes de latinoamericanos, asiáticos y árabes y entre los indígenas norteamericanos y los judíos.
Además, el senador por Chicago también votará muy bien entre los blancos. Una encuesta divulgada la semana pasada por el diario The New York Times y la cadena televisiva CBS indicó que 44 por ciento de los blancos entrevistados votarían por Obama, poco menos que McCain, pero mucho más de lo que obtuvo el ex presidente Bill Clinton en 1992 y 1996.
Al candidato demócrata le va particularmente bien en ciertos sectores blancos como los jóvenes, los católicos no latinoamericanos y las mujeres, indicó la encuestadora Pew Research Center.
Estos comicios tampoco tendrán, al parecer, precedentes por su concurrencia de votantes. En virtualmente todos los 31 estados donde se admite el sufragio anticipado ya hay una votación récord. En algunos casos, ya votaron más ciudadanos que en las elecciones de hace cuatro años.
En Georgia, Virginia y Ohio, los votantes debieron esperar hasta seis horas.
Unos 153 millones de ciudadanos —casi 75 por ciento de los ciudadanos con derecho a voto— están registrados para ejercer el sufragio, el porcentaje más alto desde que permitió votar a las mujeres en 1920.
Según Pew Research Center, se registraron desde las últimas elecciones tres millones de demócratas y 1,5 millones de republicanos. En total, hay en los padrones 10 millones más de habilitados.
El director del instituto, Curtis Gans, pronosticó que la concurrencia a las urnas será de 65 por ciento, la más elevada desde 1960, cuando fue elegido presidente John F. Kennedy.
Los mayores aumentos de asistencia a votar corresponden a los jóvenes y a los negros, grupos que se inclinan abrumadoramente a favor de Obama.
Funcionarios en algunas jurisdicciones electorales trataron de tranquilizar, en declaraciones públicas, a ciudadanos que temen que la infraestructura de votación falle ante la inusual concurrencia.
En general, advierten que los circuitos receptores de votos permanecerán abiertos todo el tiempo que sea necesario hasta que sufraguen todos los ciudadanos que quieran hacerlo