Con la elección de Barack Obama como nuevo presidente de Estados Unidos, muchos observadores y diplomáticos creen que la ONU podrá contar con una mayor cooperación de Washington, luego de ocho años de difíciles relaciones con la administración de George W. Bush.
"Creo que veremos una mayor participación de Estados Unidos en la ONU (Organización de las Naciones Unidas)", dijo a IPS el director ejecutivo del Foro de Políticas Globales, James Paul.
Comparado con los años de Bush, del Partido Republicano, cuando las relaciones entre Estados Unidos y la ONU eran "extremadamente tirantes" —sobre todo debido a la polémica guerra en Iraq—, la presidencia de Obama, del Partido Demócrata, "será probablemente un avance", sostuvo Paul.
"Tengo mucho optimismo de que tendremos una fuerte relación" y una "renovada sociedad bajo su administración", subrayó el secretario general del foro mundial, Ban Ki-moon, al felicitar al presidente electo.
Además, expresó su expectativa sobre la posibilidad de "un nuevo multilateralismo", basándose en declaraciones de Obama hechas durante su campaña referidas a una "nueva era en la sociedad global" y a la construcción de "puentes de cooperación con la ONU y otras naciones".
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El secretario general recordó su primera y hasta ahora única charla con Obama, durante un encuentro casual en un viaje aéreo de Washington a Nueva York a comienzos del año pasado.
"Pasamos más de media hora en el avión sentados juntos, discutiendo muchos temas", dijo Ban. "Estaba muy comprometido y sabía mucho sobre las Naciones Unidas, y estaba muy animado".
Ban también felicitó a su "buen amigo", el senador Joe Biden, ahora vicepresidente electo, con quien trabajó cuando integraba el Comité de Relaciones Exteriores de la cámara alta del Congreso legislativo estadounidense.
Aparte de sus declaraciones oficiales, una encuesta informal entre más de dos docenas de funcionarios de la ONU y delegados extranjeros divulgada por el periódico The Washington Post el 26 de octubre mostró un abrumador apoyo a Obama, y muy poco a su oponente republicano, John McCain.
Una de las propuestas de McCain pudo haber contribuido claramente a la preferencia en la ONU por Obama: crear una "Liga de Democracias" con el fin de promover la libertad y la democracia en el mundo.
"Se pudo haber perjudicado a la ONU si algunos países ponían su energía en la Liga, no en el foro mundial", dijo a IPS el vicepresidente para estudios de la organización independiente Carnegie Endowment for International Peace, Thomas Carothers. "Pero, de todas formas, hubo poco apoyo a la idea fuera de Estados Unidos".
Ahora que Obama ha sido elegido, Carothers ve "una posibilidad para un nuevo comienzo", como dijo el embajador de Suiza en la ONU, Peter Maurer, en una entrevista para The Nation.
"La nueva administración encontrará una suerte de ventana de oportunidades, porque hay una enorme buena voluntad en torno a la ONU para ver y escuchar nuevas voces", dijo Maurer.
Obama aclaró su postura en algunos temas que han estado "pendientes o de alguna forma han sido problemáticos" entre Washington y el foro mundial, destacó el presidente de la Asociación de Naciones Unidas de Estados Unidos, William Luers.
"Su intención será trabajar más de cerca con la ONU en el mantenimiento de la paz y en la ayuda humanitaria", dijo Luers.
Obama también mencionó el control de armas, el problema del desarme nuclear, la no proliferación, y el pago de la deuda de Estados Unidos a la ONU como áreas de conflicto que deben ser resueltas.
Luers espera que Obama reconozca el hecho de que "cada desafío que afrontamos en política exterior, aparte de la economía, están bajo alguna forma de mandato de la ONU". Como ejemplos, mencionó las armas atómicas, el cambio climático y el planificado repliegue de las tropas estadounidenses de Iraq.
No obstante, todos los expertos con los que habló IPS aconsejaron no tener expectativas demasiado altas con Obama.
En primer lugar, debido a que la cooperación entre Washington y el foro mundial no ha sido siempre mejor con gobiernos demócratas que con republicanos, como señaló James Paul. Durante el gobierno de Bill Clinton (1993-2001), por ejemplo, "las relaciones nunca fueron agradables", dijo
Por el contrario, "George Bush padre (1989-1993) tuvo una muy buena relación con la ONU", indicó por su parte Luers.
En segundo lugar, durante su campaña, "Obama dijo muy poco sobre las Naciones Unidas", señaló Paul, "y su enfoque del gobierno todavía va a estar influenciado por fuerzas conservadoras en Washington y Wall Street, aunque también por fuerzas más progresistas en el mundo".
"Todavía está por verse cómo jugará todo esto en la ONU", añadió.
En tercer lugar, algunos problemas básicos en las relaciones entre Washington y la ONU podrían perdurar, dijo Thomas Carothers. Uno de ellos es el "deseo de Estados Unidos de proteger su soberanía" y por tanto su "vacilación en darle gran poder a los instrumentos internacionales y a los acuerdos multilaterales".
"Y no podemos esperar ninguna verdadera luna de miel del Consejo de Seguridad", añadió.