DESARROLLO-AMÉRICA LATINA: Cuanto más solidario menos costoso

El fútbol en Belice no aspira a logro internacional alguno, pero poco le importa al grupo ambientalista que utiliza este deporte para congregar a niños, niñas y jóvenes en la lucha por la protección de la amenazada biodiversidad local. Por eso, ahora la Cepal lo hará jugar en las ligas mayores.

La peculiaridad, eficacia y sencillez del programa "Freshwater Cup Environmental Football League" (Copa de Agua Fresca de la Liga Medioambiental de Fútbol) fueron clave para ganar el primer premio del Concurso de Experiencias en Innovación Social, organizado por la Cepal, al culminar esta semana en esta noroccidental ciudad colombiana de Medellín el largo proceso anual de selección entre casi 900 proyectos comunitarios.

"Usamos el poder del fútbol para involucrar a la comunidad en la labor ambiental, en una zona tan rica como frágil en biodiversidad, y ya contamos con 10 equipos de adultos y seis de adolescentes", detalló a IPS Celia Mahung, una de las responsables del proyecto.

"Este premio de 30.000 dólares nos permitirá incluir el fútbol femenino", agregó.

Una liga que compromete a jugadores, familia y comunidad con el ambiente, como la montada por el no gubernamental Toledo Institute for Development and Environment en Belice, es un ejemplo de proyecto social sustentable, "de bajo costo y fácil replicabilidad", destacó la economista Norah Rey de Marulanda, portavoz del grupo evaluador, al cerrar la cuarta feria de innovación social.

La exposición de cierre del Concurso que instala desde 2004 la Cepal (Comisión Económica para América Latina y el Caribe) con el apoyo de la Fundación W. K. Kellogg, permite a comunidades de los más variados perfiles, inquietudes y lugares de América Latina y el Caribe darse a conocer y, a la vez, enseñar que las mejores soluciones de y para los más excluidos de la sociedad vienen de la acción solidaria de base.

La realización esta vez en la plazoleta central de la Universidad de Antioquia "nos confirmó que el mejor espacio para hacer una feria de este tipo es un ambiente académico", comentó a IPS María Elisa Bernal, directora del proyecto Experiencias en Innovación Social de la Cepal.

Es que la muestra, abierta del miércoles al viernes, fue visitada de continuo por estudiantes, profesores e investigadores, apuntó.

Con la clausura de la feria se lanzó también la quinta edición del Concurso 2009, "que no se verá afectado pese a que según las previsiones se estará en el peor momento de la crisis económico-financiera, puesto que los recursos ya fueron asegurados por la Fundación Kellogg y Cepal respalda el trabajo desde lo técnico y de seguimiento", explicó.

Por el contrario, la importancia de la tarea de incentivar las iniciativas comunitarias cobra mayor peso.

"Estos proyectos deben servir de inspiración a los gobiernos, porque nosotros, sin el más mínimo miedo, le podemos decir a ellos que son formas de atención, ya sea en salud, en educación, en desarrollo productivo, más eficientes que los tradicionales y son menos costosos", indicó.

Bernal puso como ejemplo de ello al segundo premio de 2007, que se trata de un hospedaje estudiantil en familia. "Vale siete veces menos que el modelo tradicional de internados, con lo cual de ese modo hay una respuesta contundente en medio de la crisis", sostuvo.

Otra enseñanza positiva dejada por esta cuarta feria, a juicio de la funcionaria de Cepal, fueron las actividades conjuntas realizadas con la alcaldía de Medellín, la gobernación del departamento de Antioquia del cual esa ciudad es la capital, con la federación de organizaciones no gubernamentales y la propia universidad.

"Eso nos permitió organizar mesas temáticas orientadas a públicos objetivos, a la cual concurrieron representantes de los gobiernos locales y de la academia y las organizaciones sociales que están o van a trabajar en los temas de cada proyecto", detalló.

Entusiasmada, Bernal se manifestó confiada en que se va a poder movilizar a autoridades locales de otras partes de América Latina en las instancias futuras.

Con 4.400 proyectos evaluados en estos cuatro años de vida del Concurso de Experiencias en Innovación Social, 70 finalistas y 21 ganadores, Rey de Marulanda destacó que esa gran convocatoria se ha logrado por la presencia de la Cepal en la región, y demuestra que la sociedad se mueve desde abajo en busca de inteligentes soluciones para sus grandes dificultades.

"Cuando a mí me invitaron a ser parte de este proyecto hace cuatro años y me dijeron que esperaban unas 1.000 presentaciones, pensé que era una exageración, pero para mi sorpresa cada año se repite esa extraordinaria participación", comentó la economista colombiana a IPS.

"Nosotros descartamos de entrada todo proyecto que realmente no es de participación comunitaria", precisó.

Lo que quiere el comité evaluador es detectar de qué formas nuevas la gente trata de resolver problemas viejos, una premisa que fue el origen del proyecto de Kellogg y Cepal.

Para que las propuestas puedan ser respaldadas por Cepal, sus responsables también tienen que saber los costos del proyecto, aunque no circule un solo centavo, como por ejemplo lo que vale el voluntariado, no porque lo paguen sino para saber cuánto vale ese trabajo.

"También cuánto valen los insumos que se utilizan, aunque muchos sean donaciones. Es un componente clave de la sustentabilidad", puntualizó la experta.

Todos esos elementos jugaron a la hora de otorgar el segundo premio 2008, con 20.000 dólares, al "Programa para la gestión del conflicto escolar Hermes", que enseña a superar enfrentamientos y crear una cultura de paz a través de la mediación a jóvenes, padres, madres y profesores de 225 escuelas de 19 localidades de Bogotá y 10 municipios de Cundinamarca.

Los 15.000 dólares del tercer lugar fueron para el programa procedente de Ecuador llamado "Fortalecimiento de las finanzas populares en Azuay y Cañar: consolidación de una propuesta de desarrollo local en un contexto de alta migración internacional", que posibilita servicios de banco y préstamos a sectores pobres utilizando fondos provenientes de las remesas de los ecuatorianos en el exterior.

"Un Techo para Chile: Del campamento al barrio. Implementación de mesas participativas de trabajo en los campamentos de la Región Metropolitana por parte de pobladores y voluntarios", se hizo acreedor a 10.000 dólares al quedar en cuarto lugar.

Hacia una escuela de la noroccidental provincia argentina de Jujuy van los 5.000 dólares del quinto premio. "Nuestras huellas" aporta un método de educación sistematizada que potencia las habilidades de los alumnos indígenas, rescatando el pasado de las comunidades.

Como indicó el estudiante chileno Pablo Carvacho, en las propuestas como la suya de "Un techo para Chile", "procuramos que los proyectos sean lo más cooperativos posibles". Un principio rector general en los planes que se presentan a concurso.

Carvacho agregó que, en el caso que representa, "el aporte está en que los profesionales que trabajan con nosotros no tienen la renta de mercado".

Presente en 13 países de la región, el plan busca sacar de la situación de exclusión a las familias, conectarlas a las redes formales que tiene el Estado, de salud, educación, el acceso a la justicia, todo lo que ellos tienen disponibles pero no saben que los tienen.

Por ello, a la par de que comienza el camino para llegar a la construcción de las viviendas, se realizan talleres de capacitación en distintas áreas, explicó a IPS.

El objetivo que se impusieron es ambicioso, pero aseguran que viable, y es que se proponen eliminar los campamentos (barrios irregulares hacinados) en Chile para el 2010. No hay mal que por bien no venga cuando la meta es buena.

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