Cuando la Asamblea General de la ONU decidió crear su Registro de Armas Convencionales, en diciembre de 1991, una de sus principales razones fue promover la transparencia en el tráfico de armamento y en los complejos militares industriales.
Pero, hasta ahora, el Registro ha eludido uno de sus objetivos: la participación universal de los 192 estados miembro de la ONU (Organización de las Naciones Unidas).
La Liga Árabe, de 22 países —la mayoría de los cuales se negaron a participar en el Registro— planteó nuevamente que su alcance debería ampliarse para incluir armas de destrucción masiva.
Actualmente, el Registro abarca a apenas siete categorías de las principales armas convencionales: aviones de combate, helicópteros de ataque, buques de guerra (incluidos los submarinos), tanques de batalla, vehículos blindados de combate, sistemas de artillería de gran calibre, misiles y lanzamisiles.
Pero la declaración de transferencias de armas —tanto importaciones como exportaciones en las siete categorías—, así como de los complejos militares industriales, es voluntaria.
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Un portavoz del grupo árabe dijo la semana pasada a la Comisión de Desarme y Seguridad Internacional de la ONU que el Registro "no tomó en cuenta la situación en Medio Oriente, donde Israel poseía las armas de destrucción masiva más letales, entre ellas una que no fue incluida en el Registro".
Un funcionario de la ONU dijo a IPS que "la mayoría de los países árabes no participan, algunos nunca lo hicieron, mientras que otros dejaron de hacerlo por el tema de las armas de destrucción masiva. Sin embargo, Líbano y Jordania han estado participando".
La investigadora Natalie J. Goldring, del Centro para los Estudios sobre Paz y Seguridad en la Escuela Edmund A. Walsh de Servicio Exterior en la Universidad de Georgetown, dijo a IPS que la propuesta de incluir armas químicas, biológicas y nucleares en el Registro de la ONU "es un intento levemente velado de hacer que Israel admita su arsenal nuclear".
"Dado que éste es un registro de armas convencionales, su expansión para incluir estas armas parece improbable", agregó.
Además, los estados árabes generalmente han sido reticentes a participar en las medidas de transparencia con respecto a las transferencias de armas.
"Esto les da poca influencia sobre este proceso", dijo Goldring, quien realiza un seguimiento del Registro de Armas desde su creación, en 1992.
La mayor cantidad de declaraciones por parte de estados miembros fue de 126 en 2001. La más baja fue de 85 en 1998.
En 2007, las declaraciones sumaron 89. Y este año el total es 86, aunque puede haber más declaraciones antes de fines de diciembre. Pero la cifra todavía está muy por debajo de la cantidad total de estados miembro de la ONU: 192.
Sin embargo, según la ONU, 172 países se han reportado ante el Registro una o más veces.
Goldring dijo que el Registro es una fuente clave de datos sobre el comercio mundial de armas convencionales.
"Ciertamente no es perfecto, pero es la mejor opción que tenemos. Es la única fuente internacional oficial de información sobre transferencias de armas, y se debería cuidar su desarrollo", añadió.
Desde 1994, el Registro es evaluado cada tres años. La próxima revisión está programada para 2009.
En 2006, en la quinta de esas evaluaciones, el Grupo de Expertos Gubernamentales se puso de acuerdo en una forma estandarizada de informes del gobierno y expandió el alcance para incluir transferencias de armas pequeñas y ligeras, descritas como la principal causa de muerte en la mayoría de los conflictos.
Hasta ahora, más de 30 países proporcionaron información sobre sus transferencias de armas pequeñas y ligeras. Esto es descrito como una tendencia importante y positiva.
En el proceso de evaluación de 2006, Irán propuso incluir las armas de destrucción masiva en el Registro. Pero los expertos gubernamentales concluyeron que era un asunto que tenía que decidir la Asamblea General.
Además, cada vez que la Asamblea General consideró este asunto dentro del contexto de las evaluaciones del Registro, decidió dejar abierta la cuestión de su alcance y expansión.
Goldring dijo que le complacía ver el continuo progreso en las mejoras al Registro. De hecho, las últimas dos evaluaciones arrojaron resultados mucho más sustanciales que las tres primeras, agregó.
"Esto aumenta la probabilidad de que la revisión de 2009 produzca un fortalecimiento continuado", sostuvo Goldring.
La mejora más importante sería potenciar el reporte de armas pequeñas y ligeras, e integrar estos datos a los principales informes del país, indicó.
Aunque apenas 67 países se reportaron antes del plazo fijado para mediados de 2008, es probable que el número final de participantes para este año sea significativamente más alto que los 86 que hubo hasta ahora.
Pero los 67 países representan solamente alrededor de un tercio de los estados miembro de la ONU.
"Sin embargo, este grupo incluye a la mayoría de los exportadores de armas más significativos del mundo, entre ellos Estados Unidos, Rusia, Gran Bretaña, Francia, Alemania, Ucrania y China", dijo.
Eso aumenta la probabilidad de que el Registro esté capturando buena parte del comercio mundial de armas convencionales, observó Goldring.