El fantasma de los desastres pasados se pasea este fin de semana por Cuba, especialmente sobre Camagüey, por cuya costa se prevé la entrada en las próximas horas del huracán Paloma, el tercero de gran intensidad que llega a la isla en la actual temporada ciclónica.
Según algunos pronósticos, Paloma podría entrar en las primeras horas de la madrugada de este domingo por el sector este de Santa Cruz del Sur, el municipio camagüeyano ubicado al oriente de La Habana que hace 76 años vivió una de las peores tragedias que se recuerde en este país azotado frecuentemente por fuertes tormentas tropicales.
El 9 de noviembre de 1932, un huracán categoría cinco en la escala de Ritcher provocó una marea de tormenta que arrasó ese poblado costero, a un costo de 3.000 personas muertas, debido a la negligencia de autoridades de la época ante la necesidad de evacuar a los residentes del lugar.
En esa ocasión hubo acumulados de lluvia de 300 milímetros en 24 horas, los vientos huracanados duraron unas ocho horas, y en la ciudad de Nuevitas pudo medirse una presión atmosférica mínima de 940 hectopascales, recordó el experto Orfilio Peláez.
José Rubiera, jefe del Centro Nacional de pronósticos del Instituto de Meteorología de Cuba, advirtió este sábado que Paloma es un huracán muy peligroso, bien organizado, con lluvias fuertes, que podría cruzar Cuba por un punto entre el sur de Camaguey y la provincia de Granma, unos 700 kilómetros al este de la capital.
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El especialista dijo que los escenarios posibles dependen del lugar en que el evento metereológico toque tierra, uno de los cuales se sitúa a la izquierda de Santa Cruz del Sur. En este caso la sobreelevación del mar podría ser de más de 4,5 metros.
"La costa sur es proclive a las penetraciones del mar, por lo que se hace necesario un trabajo rápido y eficaz para preservar las vidas humanas y los medios de navegación", recordaron fuentes del sistema de la Defensa Civil, cuyo estado mayor puso bajo fase de "alarma ciclónica" a las seis provincias orientales.
Según los últimos informes, también fueron situados bajo alerta los municipios del sur de Ciego de Avila, a 434 de La Habana, junto a Camagüey, Las Tunas, Holguín, Granma, Santiago de Cuba y Guantánamo, la provincia más oriental de este archipiélago caribeño, situada a casi 1.000 kilómetros de la capial cubana.
La población residente en las áreas de riesgo, especialmente por inundaciones, comenzó a ser trasladada a lugares seguros, aunque hasta el mediodía de este sábado no había informes sobre cifras totales de evacuados. "Hay que prepararse para un huracán peligrosísimo", dijo Rubiera., quien ha insistido en que es necesario "extremar las precauciones".
Paloma se fortaleció este sábado a la categoría cuatro antes de llegar hasta el territorio británico de las Islas Caimán y dirigirse hacia Cuba, según diversos reportes. El Centro Nacional de Huracanes (CNH) de Estados Unidos, con sede en Miami, calificó esa categoría, en la escala Saffir-Simpson de "extremadamente peligrosa".
Con vientos máximos sostenidos de entre 210 y 249 kilómetros por hora, los huracanes de ese nivel pueden provocar marejadas de hasta 5,5 metros por sobre lo normal, destruir techos de casas, además de volar puertas, ventanas y hasta viviendas pequeñas. Autoridades cubanas esperan que se debilite algo antes de tocar este país.
Entre el 30 de agosto y el 9 de septiembre, Cuba fue azotada por los huracanes Gustav y Ike, combinación que dejó perjuicios estimados por el ex presidente Fidel Castro en unos 8.000 millones de dólares, 3.000 millones más que los valorados de manera premilinar el pasado 16 de septiembre.
"Los cálculos iniciales de los estragos económicos de los dos huracanes anteriores quedaron por debajo de la realidad ( ..). Ahora se producirán daños adicionales", dijo Castro en una de sus habituales "reflexiones", publicada la noche del viernes en la pagina web cubadebate.cu.
El ex mandatario alertó que las precipitaciones, que ya impactan a casi todo el territorio cubano, "caen sobre las áreas agrícolas saturadas de humedad por las recientes lluvias", en tanto las "presas con alto nivel de embalse, como consecuencia de los huracanes Gustav y Ike, verterán sus aguas sobre valles y campos cultivados".
"Muchos cultivos cuyos frutos se esperaban pronto, incontables horas de trabajo humano, el combustible, las semillas, los fertilizantes, los herbicidas y el trabajo de los equipos empleados para producir alimentos con urgencia, volverán a perderse", lamentó el máximo líder cubano.
El paso de Gustav y Ike costó a Cuba la pérdida del 30 por ciento de las áreas sembradas del país, con la consiguiente disminución de la oferta de productos agrícolas y alzas considerables en los precios. La alimentación y la vivienda, figuran entre los sectores mayormente afectados por esos huracanes.
Gustav no dejó pérdidas en vidas humanas, pero bajo Ike se reportó el fallecimiento de siete personas, aunque según informes oficiales no sólo como consecuencia directa de sus efectos, sino por desatender las medidas de prevención orientadas por la Defensa Civil.
Fidel Castro, quien aún se recupera de dolencias que lo llevaron al quirófano en más de una ocasión y dejó la presidencia a principios de este año, reiteró nuevamente en esta ocasión el rechazo de La Habana ante una eventual oferta de ayuda "piadosa" de Estados Unidos, "máximo impulsor del bloqueo genocida" contra Cuba.
"Que cese el bloqueo contra Cuba es lo que demanda nuestro pueblo, y ahora más que nunca, cuando es el reclamo unánime de la comunidad internacional en medio de la crisis financiera que azota a todos los países del planeta, desarrollados o por desarrollar", señaló el ex gobernante.
Esta isla caribeña recibió de decenas de países donaciones en alimentos y otros productos necesarios para la reconstrucción tras el paso de Ike y Gustav, en tanto naciones como España decidieron una asistencia adicional por unos 33,7 millones de dólares para planes de recuperación.
En tanto, las agencias especializadas de la Organización de las Naciones Unidas intentan movilizar 30 millones de dólares para dar asistencia a damnificados durante los próximos 12 meses.
Con anteriodidad, el sistema de la ONU en Cuba dispuso de manera urgente una asistencia por 8.7 millones de dólares.