La situación en la estratégica ciudad de Goma, en el este de la República Democrática del Congo (RDC), era de calma relativa luego de una noche de fuertes combates y saqueos, informó la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).
Sin embargo, decenas de miles de congoleños seguían huyendo de los últimos combates entre las fuerzas del gobierno y grupos armados opositores que procuran tomar el poder, agravando la situación en el ya superpoblado sistema de campamentos en la provincia de Kivu Norte, donde hay ya alrededor de un millón de desplazados.
"La situación humanitaria en este momento es terrible", dijo Jaya Murthy, portavoz del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia en el este de la RDC. "Tenemos entre 40.000 y 50.000 personas en un par de pequeños campamentos cinco kilómetros afuera de (la capital provincial de) Goma".
Acnur también reportó que muchos congoleños huían a Uganda. Su equipo en la frontera indicó el jueves que unos 8.000 ingresaron a ese país a través del puesto fronterizo de Busanza. La mayoría de ellos se quedan con familias que los albergan o en edificios públicos, como escuelas e iglesias. Pero unos 2.000 refugiados optaron por ser transferidos al asentamiento de Nakivale, más adentro en territorio ugandés.
La mayor parte de los refugiados en Uganda están dispersados en una gran área, y el primer gran desafío, además del agua y el saneamiento, será la provisión de comida, ya que la zona generalmente depende de la importación de productos de la RDC, indicó Acnur.
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El Programa Mundial de Alimentos (PMA) informó el miércoles que está en condiciones de distribuir alimentos en centros clave y hospitales de Goma.
Mientras, el subsecretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para Asuntos Humanitarios, John Holmes, llamó al gobierno y a todos los grupos armados en el área a proteger a los civiles y facilitar el trabajo de las organizaciones humanitarias.
"Todos esperamos que el cese del fuego del miércoles ayude rápidamente a restaurar las mínimas condiciones de seguridad y permita que los actores humanitarios trabajen con las autoridades civiles para evaluar las necesidades y montar las operaciones de emergencia para atenderlas", dijo Holmes.
"El acceso incondicional, el respeto por la independencia, la imparcialidad y la neutralidad de los trabajadores humanitarios deben ser prioridad", añadió.
El Consejo de Seguridad de la ONU, en una declaración el miércoles por la noche, condenó la reciente ofensiva del rebelde Congreso Nacional por la Defensa del Pueblo (CNDP) en el este de la RDC, y exigió el inmediato fin de los ataques.
En la declaración, leída por el presidente del Consejo de Seguridad, el embajador de China, Zhang Yesui, también celebró el anuncio del cese del fuego hecho por el líder del grupo, Laurent Kkunda.
El Consejo de Seguridad llamó a la misión de la ONU en la RDC (la Monuc) a tomar medidas firmes para proteger a los civiles en riesgo y disuadir cualquier intento de amenazar el proceso político por parte de cualquier grupo armado.
Expresando preocupación por los informes de disparos de armas pesadas a través de la frontera de la RDC y Ruanda, el Consejo también llamó a las autoridades de ambos países a dar pasos concretos para aliviar la tensión y restaurar la estabilidad en la región. Además, instó a los gobiernos a cesar todo apoyo a grupos armados.
Sobre la posibilidad de reforzar a la Monuc, el Consejo señaló que la analizaría según los acontecimientos en el terreno.
Grupos de derechos humanos dijeron que era claro que más tropas de la ONU debían ser enviadas cuanto antes a la región.
"Llamamos al Consejo de Seguridad de la ONU a dar pasos urgentes e inmediatos para asegurar que la Monuc sea reforzada y provista con el equipo militar necesario para cumplir con su mandato de proteger a los civiles en el este de la RDC", dijo a la cadena de radio Voice of America el vicedirector del programa para África de Amnistía Internacional, Tawanda Hondora.
"Hay algunos países que obviamente proveen tanto apoyo moral como material a alguno de estos grupos armados que operan en la RDC. Deben ser presionados para que cesen estos ataques. Están matando civiles, mujeres y niños entre ellos. Y si no se hace algo, tendremos una situación en la que pronto los países vecinos comenzarán a ser desestabilizados también", agregó.
El gobierno de la RDC acusó a Ruanda de apoyar al CNDP, mientras que ese país acusa al ejército congoleño de respaldar a los grupos hutu ruandeses insurgentes.
"No podemos esperar a ver que se desarrolle otra situación en el este de la RDC, similar a la presenciada entre 1998 y 2002, donde más de tres millones de personas murieron. Tiene que parar", dijo Hondora.
La ONU tiene menos de 6.000 de sus 17.000 soldados de paz en la RDC apostados en el este de ese país, debido a la inestabilidad en otras provincias.
En una conferencia teletransmitida el martes, el representante especial en la RDC de la Secretaría General del foro mundial, Alan Doss, dijo que la fuerza de paz estaba demasiado diseminada y debía ser fortalecida cuanto antes con más efectivos.
A comienzos de este mes, Doss pidió al Consejo de Seguridad más soldados de paz, apoyo aéreo y equipos. El Consejo aún no ha respondido.
La Monuc indicó el miércoles que los rebeldes leales al general Laurent Nkunda dispararon el martes cinco misiles contra un convoy de la ONU asignado a proteger civiles en una carretera cercana a Goma. La misión del foro mundial subrayó que continuará interviniendo para proteger a la población en centros urbanos de Kivu del Norte.
La guerra de la RDC entre 1998 y 2003 y la actual crisis humanitaria han matado a más de cinco millones de personas. La Monuc, con sus 17.000 soldados, es la más grande fuerza de paz de la ONU.