En medio de la campaña electoral de Estados Unidos, el multimillonario Raymond Ruddy, católico conservador que siempre había optado por un perfil bajo en el campo de la filantropía, aparece ahora en el centro de la escena.
A pesar de ser un tradicional contribuyente en las causas de la "guerra cultural" conservadora, por lo general relacionada con asuntos de sexualidad, Ruddy nunca ha frecuentado los titulares nacionales.
Pero su influencia va más allá de su presencia en la prensa y en el motor de búsqueda en internet Google. Este presidente de la Gerard Health Foundation, con sede en Boston, y vicepresidente de la Junta de Directores de Maximus Inc., la gigante proveedora de servicios, se ha sumada este año a la campaña contra el candidato del opositor Partido Demócrata, Barack Obama.
El empresario lidera un proyecto para frenar las tareas de la Federación de Planificación Familiar de Estados Unidos, organización nacional proveedora de servicios de salud reproductiva, especialmente para pobres y mujeres sin seguro médico, que es objeto frecuente de ataques de los antiabortistas.
Ruddy tiene "estrechos vínculos con la Casa Blanca, con las autoridades federales de salud y con los auspiciantes del (gobernante) Partido Republicano que datan de cuando (el presidente George W. Bush) era gobernador de Texas", escribió el Mike Reynolds en el artículo "Los glotones de la abstinencia", publicado en mayo de 2007 por el periódico The Nation.
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Según Reynolds, "Ruddy ha usado su generosa billetera y sus músculos para presionar por una agenda social ultraconservadora, enriquecer una red de grupos contra el aborto y a favor de la total abstinencia sexual, fortalecer las ganancias de su compañía y llenar los bolsillos de sus compinches, todo con los dólares de los contribuyentes".
Si no fuera por el dinero de este multimillonario, el grupo antiabortista BornAliveTruth.org no habría sido capaz de publicar avisos en televisión en varios de los estados más disputados en al campaña electoral, acusando a Obama de apoyar el infanticidio.
Como el principal donante de esa organización libre de impuestos a la que se le permite recolectar fondos sin límite de individuos, Ruddy financió avisos por 338.000 dólares en los estados de Nuevo México (sur) y Ohio (noreste), reveló en entrevista telefónica el jefe del grupo, Jill Stanek.
"Ray (Ruddy) es un líder excepcional que pone su dinero donde está su corazón, e hizo mucho para que Bush ganara su presidencia", dijo a IPS el presidente de la organización conservadora Third Branch Conference, Manuel Miranda.
Aunque Miranda sostuvo que "el pequeño apoyo financiero de Ruddy a los esfuerzos sociales conservadores queda eclipsado por los de George Soros (financista internacional) y Hollywood", el multimillonario lidera una fuerte campaña contra el aborto, apuntalando a organizaciones conservadoras cristianas.
Según un informe de OneNewsNow, servicio de noticias patrocinado por la Asociación de la Familia Estadounidense, Ruddy es uno de los que "lideran el llamado" a investigar a la Federación de Planificación Familiar por supuestamente "haber cargado en forma fraudulenta millones de dólares a la cuenta del gobierno federal".
"Todos, desde los tiempos de la revolución, le han pasado factura al gobierno federal por costos más honorarios. Pero la Federación de Planificación Familiar en California, y creemos en el resto del país también, ha pasado factura por lo que considera sus tarifas normales y de costumbre", dijo Ruddy.
"A nosotros nos parece ver un conjunto de reglas diferentes en Planificación Familiar que en el resto de nosotros, y no debería ser así. Por eso es que se presentaron las demandas. Esperamos que el tribunal actúe en esto, porque todos deberían operar bajo las mismas reglas", afirmó.
Tait Sye, portavoz de Planificación Familiar, dijo no estar al tanto ni de las iniciativas de Ruddy ni de la campaña de los grupos religiosos.
"Como uno de los principales proveedores de atención de salud para la mujer, conocemos de primera mano los desafíos que afrontan estas y sus familias", dijo Sye a IPS.
"Hay una crisis de atención médica en este país: unos 45 millones de estadounidenses no tienen seguro, el acceso a controles de embarazo es difícil, en el mejor de los casos, una de cada cuatro mujeres adolescentes tienen una infección transmitida sexualmente y otras 750.000 quedarán embarazadas este año", indicó.
"Planificación Familiar les da acceso a atención médica a millones de mujeres sin seguro. Si estos grupos verdaderamente se preocupan por la salud de las mujeres, deberían gastar su tiempo y su dinero en intentar mejorar el acceso a la atención médica, no en restringirla", añadió.
La "Coalición Nacional para Derrotar la Planificación Familiar" señaló que buscará eliminar por completo el financiamiento federal y estatal del grupo, además de otras acciones.
"En el pasado hubo muchos esfuerzos locales y estatales para frustrar a Planificación Familiar, pero lo que hace especial a la Coalición es que, por primera vez, los principales grupos defensores de la vida en todo el país se están uniendo para implementar una acción nacional unificada", dijo el director de comunicaciones de la Liga de Acción Pro-Vida, Eric Scheider.
*Bill Berkowitz es un analista del movimiento conservador. Su columna "Mirada conservadora" documenta las estrategias, los actores, las instituciones, las victorias y las derrotas de la derecha estadounidense.