Mujeres de Swazilandia realizaron una protesta contra el rey Mswati III por el despilfarro en el que vive la monarquía, en medio de la pobreza abyecta en que está sumida la población.
La archa se realizó tras la firma del Protocolo de Género, que exige 50 por ciento de representación de las mujeres en todos los niveles del gobierno para 2015, y urge a los estados miembro a implementar medidas legislativas que garanticen estructuras políticas sensibles al género.
El documento también pide enfoques específicos del género para el tratamiento y prevención del sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida), que más de 1.000 manifestantes, principalmente mujeres y personas con la enfermedad, reclamaron en peticiones al ministro de Finanzas, Majozi Sithole, y al primer ministro Absalom Themba Dlamini.
El Protocolo fue firmado durante la cumbre de jefes de Estado de la Comunidad de Desarrollo de África Austral (SADC), realizada el 16 y 17 de agosto en Johannesburgo.
Lo que impulsó la marcha fue un reciente viaje a Medio Oriente de ocho de las 13 esposas del rey Mswati, que el 15 de agosto abandonaron el país con sus hijos, guardaespaldas, asistentes y mucamas utilizando aviones privados para una misión no revelada.
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El gobierno permaneció en silencio sobre la naturaleza de este controvertido viaje y la fuente de su financiamiento, pero hay difundidas especulaciones de que el Emakhosikati (como se llama al grupo de esposas del rey) salió de compras en Dubai previo a la doble celebración este próximo sábado del cumpleaños número 40 del rey y las cuatro décadas de independencia de Swazilandia.
El mismo día en que partió el Emakhosikati, otro avión privado llevó al rey y a Inkhosikati LaDube —una de sus esposas— a Sudáfrica, para participar en la cumbre de la SADC.
Luego de la cumbre, el monarca viajó a Medio Oriente. Regresó al país el 27 de este mes, un día después que sus otras esposas.
Organizaciones que defienden los derechos de las mujeres, lideradas por Swaziland Positive Living for Life (Swapol, por sus siglas en inglés) llamaron a los manifestantes a marchar hacia el Ministerio de Finanzas y a la oficina del primer ministro vistiendo ropas negras como señal de duelo.
En una crítica a la marcha, Jim Gama, administrador de la residencia real, dijo que la protesta era contra la cultura de Swazilandia y un acto realizado por parte de mujeres irrespetuosas que llevaron "demasiado lejos" la lucha por sus derechos.
"Aun cuando las mujeres sean agraviadas, según nuestra cultura, los hombres tienen que hablar en su nombre", dijo Gama.
Fue la primera vez que este país presenció cómo las mujeres desafiaron al rey directamente y exigieron al gobierno responder sobre su espléndido estilo de vida a expensas de los contribuyentes.
En la protesta, pocas mujeres vistieron de negro. Pero la directora de Swapol, Siphiwe Hlophe, dijo que aunque los tradicionalistas —que incluyen Gama y al príncipe Jahamnyama, entre otros-lograron intimidar a muchas, la gran concurrencia de manifestantes fue convincente.
"Como mujeres, tenemos el derecho a la libertad de expresión, a la vida, a recibir tratamiento y cuidados, que es lo que estamos exigiendo mediante esta marcha", dijo Hlophe.
Ella no es la única que opina así.
Uno de los manifestantes fue Patrick Mngometulu, con VIH (virus de inmunodeficiencia adquirida, causante del sida) y voluntario del Grupo de Apoyo Imphilo Isachubeka.
"Estoy aquí con mi esposa y dos hijos porque espero que esta marcha toque el corazón del gobierno. Además de que tomamos fármacos antirretrovirales con el estómago vacío, las píldoras ahora están racionadas", señaló. Él llegó desde Shiselweni, a unos 148 kilómetros de Mbabane.
Mngometulu dijo que varios de sus pares dejaron de tomar antirretrovirales porque sienten que el racionamiento de las pastillas es una señal de que éstas se terminarán. Como resultado, unos 10 miembros del grupo de apoyo sufrieron recaídas y están muy enfermos, aseguró Mngometulu.
Thuli Dlamini, una mujer de 29 años que vive en Msunduza, cerca de Mbabane, dijo que, con el reciente aumento de 60 por ciento en el precio de los billetes de autobús, visitar el hospital del gobierno de Mbabane dos veces por mes se ha vuelto imposible.
"Solíamos conseguir 60 píldoras para que nos duraran todo el mes, pero ahora esa cantidad se redujo a la mitad, porque nos dijeron que los antirretrovirales no son suficientes para dar el suministro mensual", relató.
Según Hlophe, 95 por ciento de los participantes en la marcha estaban bajo tratamiento antirretroviral.
El ostentoso estilo de vida del rey contrasta con un sistema de salud subfinanciado.
El hecho de que dos tercios del millón de habitantes de este país viven en base a donaciones de alimentos fue una razón por la que tanta gente decidió marchar contra el rey Mswati.
Los manifestantes subrayaron la terrible situación de los ciudadanos comunes, que enfrentan un deterioro en el sistema de salud y en la educación, además de pobreza e inseguridad alimentaria.
La institución de la monarquía insume 5,3 por ciento de los 1.300 millones de dólares del presupuesto nacional. Mientras, al Ministerio de Salud y Bienestar Social se le asigna 10,6 por ciento, muy por debajo del nivel de 15 por ciento exigido en la Declaración de Abuja sobre gasto en salud.
"Como el país está afectado por varios desafíos socioeconómicos, encontramos inapropiado que el gobierno financie algunas actividades que no son ni prioritarias ni de interés, como el viaje emprendido por el Emakhosikati de Su Majestad el rey, los hijos, asistentes, guardaespaldas y mucamas", dijo Hlophe, mientras entregaba la petición al jefe de seguridad Patin Nxumalo, quien sustituía al primer ministro.
Hlophe calculó que el controvertido viaje costó cuatro millones de dólares, y dijo que Swazilandia continuaba ocupando la nada envidiable posición de tener la mayor prevalencia de VIH en el mundo. Las mujeres son las más afectadas.
Recordó al jefe de gobierno que la Constitución obligaba a las autoridades a introducir la educación primaria gratuita el año próximo.
"Sin embargo, no hemos visto ningún esfuerzo concertado por el gobierno para construir más aulas con el fin alojar a los niños en la escuela, no hay ningún aumento en la contratación de maestros para abastecer a la cantidad cada vez mayor de niños en las escuelas, y no tenemos presupuesto adicional para equipamiento y materiales escolares que suministrarles", dijo Hlophe.
Por otro lado, se recordó al ministro de Finanzas, Majozi Sithole, los contenidos de su Discurso de Presupuesto 2008, donde subrayó la alta prevalencia del VIH/sida: 26 por ciento del grupo en edad reproductiva de 15 a 49 años está infectado con el virus, y 69 por ciento de la población vive con menos de 50 centavos al día. También se mencionó el fracaso de los servicios de salud y las malas compras y distribución de fármacos, entre ellos los antirretrovirales.
"Estaríamos menos preocupados por este viaje en particular si no estuviera financiado por el Banco Central, es decir por dinero de los contribuyentes. Lo deprimente es que se trata del mismo ministro que asignó y aprobó los fondos para el viaje de las nueve esposas, sus hijos, guardaespaldas y familiares que abandonaron el país con varios destinos internacionales", enfatizó Hlophe.
Al gobierno se le dio 24 horas para responder a las preocupaciones planteadas en las peticiones. Pero, a juzgar por lo que dijeron el secretario de prensa del gobierno Percy Simelane y Gama, las autoridades de este país permanecen inmutables pese a la marcha.
Simelane dijo que el gobierno analizaría las preocupaciones y que, si éstas son genuinas, intentaría responderlas.
"Si aquello de lo que se quejan es reversible, entonces podemos revertirlo, y si no, el gobierno verá qué puede hacerse para que no vuelva a pasar", afirmó Simelane.
El secretario de prensa del gobierno fue rápido en señalar que a veces la gente estaba mal informada y salía a las calles sólo para descubrir luego que estaba luchando por una causa equivocada. Las autoridades no formularon más declaraciones sobre el asunto.
Gama, por otro lado, dijo que todos estos males económicos y sociales del país siempre han estado allí, y que no fueron causados por el reciente viaje del Emakhosikati.